Nací en Bucaramanga, una hermosa ciudad de Colombia donde viví mis primeros 24 años descubriendo qué hacer con mi vida (aunque es un camino de nunca acabar). Siendo hija de un músico, me entró la curiosidad por este arte y desde mis 6 años me recuerdo en diferentes contextos alrededor de este maravilloso mundo: de pie en un escenario cantando e interpretando canciones como solista o como integrante del coro del colegio, o también editando y mezclando manualmente canciones desde la casetera de mi equipo de sonido e inclusive, observando videos de artistas icónicos del pop de la época, con el fin de montar coreografías y “entrenar” al grupo de baile con tan solo 12 años. La música ha sido mi compañera fiel durante toda mi vida, aunque debo reconocer que no le he sido tan fiel a ella.

Decidí entonces estudiar Comunicación Social Organizacional y me sumergí en el mundo corporativo dejando a un lado por un par de años la música. Me trasladé a Medellín en busca del amor y de mejores oportunidades laborales y allí viví 12 años trabajando para medianas y grandes corporaciones donde descubrí a través de mis experiencias y aprendizajes que mi deseo era trabajar en pro del desarrollo y bienestar de las personas en ambientes laborales y no desde la rigurosidad y aprovechamiento de los empleados para fines estrictamente productivos. Entendiendo esto, descubrí mi segunda pasión o tal vez podría decirlo, “mi propósito de vida”: servir a la sociedad desde la generación de experiencias positivas para conectar a las personas desde lo humano con su entorno (laboral), con ellas mismas y con los demás a través de gestos de bienestar.

Luego, al iniciar otro capítulo de mi vida en Bogotá, la capital de Colombia y la cuna de la cultura y el arte del país, vi una gran oportunidad para conectarme nuevamente con la música a la cual había descuidado hace un par de años y me prometí corresponder su fidelidad, esta vez de la mano con mi profesión. Mi deseo era conectar estas dos pasiones y re-construir mi vida donde las 3 pudiéramos convivir plenamente y alimentarnos mutuamente de experiencias inolvidables y satisfactorias, y así compartir con otros, momentos de felicidad alrededor de la música y la comunicación; juntas, mezcladas o separadas pero al fin y al cabo haciendo parte de mi ser y hacer.

Sigo en el camino de encontrar un equilibrio entre mis pasiones y mi propósito de vida. La música me ha inspirado desde temprana edad y regresa para entrelazarse con mi esencia y con mi ser, mientras mi formación en Comunicación Social Organizacional me permite potenciar mi “hacer” para trabajar en el ámbito del bienestar y desarrollo humano. Mi deseo es crear momentos que generen valor a las personas para seguir construyendo historias, no sólo a través de mis manos sino de aquellas que tienen otra perspectiva del mundo artístico, del bienestar y entretenimiento.