¿Viajarías a Japón o a Taiwán especialmente para aprender de té? Si el interés es grande, puedes hacerlo y llegar a convertirte en un experto. Estando allá de paseo, también puedes participar en alguno de los tours que los residentes ofrecen. Miriam Gómez es una caraqueña que tiene gran experiencia en el tema, ha participado en cursos alrededor del mundo y hasta ha disfrutado la maravillosa oportunidad de ser turista del té. Hace 12 años fundó junto a Adriana Moreno el Caracas Tea Company, La Casita del Té. Sabía que su trabajo no sería fácil porque tradicionalmente los venezolanos somos amigos de otras bebidas -como los jugos de frutas frescas- pero “la chica del té” asumió el reto con gran pasión, empeñada en compartir conocimientos y desarrollar cultura. Ahora cuenta con una gran comunidad de “tea lovers”, gente de todas las edades que ha participado activamente en sus cursos y en sus catas. Gente enamorada del bienestar y la vida saludable
El año pasado Miriam viajó a Japón y ahora acaba de regresar de un viaje maravilloso por Taiwán. Cualquier conversación con ella se torna interesante gracias a sus amplios conocimientos y a sus divertidas historias y anécdotas. Habla pausado, con precisión en cada palabra que pronuncia, genera mayor curiosidad por el té y transmite tranquilidad. Cuenta que antes era gerente de comercialización en otra empresa, pero rápidamente entendió que La Casita del Te es un lugar muy especial. En 10 metros cuadrados han encontrado la paz, el éxito profesional y han desarrollado una trayectoria importante. “Para nosotras siempre ha sido nuestro espacio de contención, nuestra burbuja. Cuando tienes un lugar que te hace sentir tan bien, el espacio perdura”.
El té es una bebida preparada a partir de las hojas secas de la planta Camellia Sinensis. Dependiendo de cómo se procesen estas hojas, se obtienen diferentes tipos de té, como el verde, negro, blanco, oolong o el té pu-erh. El té contiene compuestos como la cafeína, los polifenoles y antioxidantes que ofrecen diversos beneficios para la salud. Además de ser una bebida refrescante, aunque nació en China y el sudeste asiático, es parte importante de muchas culturas alrededor del mundo, con rituales y tradiciones asociadas a su consumo.
Cuando comenzaron el proyecto, ya tenían un año dedicadas a aprender de la Camellia Sinensis. Estuvieron en Corea, India y Japón estudiando para ser sommelier de té. Habían traído té para su consumo y se dieron cuenta que amigos y familiares les preguntaban mucho y les decían “¡Pero véndeme!”. Así fue como se dieron cuenta que había un nicho en el mercado que estaba desatendido y que estaba ávido por aprender. “Siempre entendimos que para que Caracas Tea Company tuviera un puesto dentro del gremio de la gastronomía, debíamos encontrarlo a través de la cultura, enseñando”.
Se trata de enseñarle al comensal las diferencias entre el té, la infusión, los tipos de té que existen, las temperaturas, cómo se debe preparar, que diferencias hay entre prepararlo bien y cómo lo hemos tomado siempre. Hablar de los procesos, de la cultura, de la historia, de cómo los países productores viven el té, porque no es que toman el té, es que viven el té.
Cuenta Miriam que en esos viajes se dieron cuenta que allá hablaban un idioma distinto al nuestro. Para nosotros es ver la taza y ya, pero ver a la persona que tiene esa integridad tan completa que para ellos es como un honor servir a la planta, atender a la planta, el jardín, que todo esté bien, que ella esté bien, porque la verdad es que la tratan como si fuera una persona.
En sus viajes conocieron maestros, familias que son cuarta generación en el mundo del té. “Es como ese sustento, esa forma de trascender, el bisabuelo, viene el abuelo, viene el papá, ahora está la hija. La cultura del té es hablada. Yo creo que nosotros los occidentales, los que nos estamos introduciendo en el té, somos los que más escribimos, porque entendemos que la literatura nos enseña, porque el conocimiento lo abarcamos de distintas formas. En Asía aprenden a través de la vista, de los sentidos, de la memoria muscular, del hacer y del escuchar. Y nosotros lo hacemos a través de la escritura, de la repetición. Eso entendí”.
Como alumnos, cuando comienzan a estudiar la ceremonia del té, no les permiten llevar bolígrafos, ni grabadoras, ni cuadernos. Hacen que vivas la experiencia. El maestro les decía que tenían que estar en el presente, que hay una memoria muscular completa en el cerebro, que el cerebro es un músculo, y que todo se va a quedar en ellos. Es todo lo que necesitas para aprender, es así como se aprende, les decían. Han visto una dinámica diferente en la feria mundial del té, en Estados Unidos. Trabajan con diapositivas, ven videos, toman apuntes.
12 años en La Casita del Té
Miriam y Adriana ya tienen doce años con Caracas Tea Company y con La Casita del té. Todos los que trabajan en Caracas, en un área o en otra de la gastronomía, las conocen, saben de su pasión, de su labor, de su trayectoria. Adriana dijo una vez en una entrevista: “La gente se da cuenta que nosotros tratamos al tea lover como tratamos al te”. Es decir, aplicando los cuatro pilares: armonía, respeto, pureza y tranquilidad. Cada uno va atado, esos cuatro fundamentos se replican sin importar dónde esté la cultura, puede ser en Estados Unidos, en Colombia, en algún país de Asía.
¿Se produce Camellia Sinensis en América del Sur?
En Venezuela hay experimentos, en los años sesenta se plantaron plantines a la misma vez que lo hicieron en Argentina. Asegura Miriam que nosotros teníamos mejor producción, teníamos una estadística mejor, pero somos un país petrolero. El caso de Argentina es muy interesante. Argentina es un país agrícola, actualmente es el noveno país en producción -y exportación- de té, es el primero en Sur América. Miriam ha estado en cursos allá y fue a plantaciones en Misiones, donde hizo el taller Agroecológica. En este momento Colombia tiene grandes plantaciones de té, no está en las estadísticas de grandes exportaciones, pero sí de calidad de té para Alemania.
Calidad del té
Para hablar de la calidad del té, Miriam hace referencia a los cultivos de vinos. “Vamos a tener té de la calidad de un vino joven y té de la calidad de un vino reserva. Y así vamos subiendo, depende de la cosecha, del tipo de cultivo, del cultivar, del tratamiento que se le dé, el tipo de corte, si es en primavera, la primavera es más costosa. Si es otoño, si es invierno o verano, las estaciones y la geografía también los marca. El territorio es determinante, el darjeeling en India se cultiva a 3.000 metros sobre el nivel del mar. Aquí, el terroir también es importante porque la planta se comporta de una manera distinta”.
¿Por qué lo tomas así, en un plato hondo, como si fuera una sopa?
En Asia esto es un bowl de comer arroz. Hay una buena razón. Un gran maestro de la cultura japonesa, llamado Sen No Rikyu, hizo una transformación a lo que es la ceremonia japonesa del té. Antes era muy ostentosa, todo era de oro y eso alejaba a la gente. Él colocó las cosas simples de la vida, todos tienen un bowl de arroz, porque el arroz es sagrado. Para ellos el arroz es prosperidad, es vida, entonces siempre hay arroz en casa y todos tienen un bowl. Era la manera para que todos pudieran acceder también al té. En este caso, el bowl es más ancho para poder batir, entonces se bate con un batidor de bambú que se llama chasen.
Rikyu es la figura histórica con mayor influencia sobre la ceremonia del té japonés. Fue el fundador de las tres principales escuelas de ceremonia del té: Urasenke, Omotesenke y Mushanokōjisenke.
Viajar para aprender
A los dos países he ido a hacer especializaciones. En Japón hice una especialización en té verde japonés y ahora, en Taiwán, hice una especialización en oolongs que es el fuerte de la isla, son los mejores del mundo.
En Japón conozco a las personas porque el mundo del té es pequeño y la gente se conoce. Estuve siempre pendiente de poder unirme a ellos, pero básicamente te exigían tener diez años dentro del gremio, de experiencia. Alla se va a aprender, ellos van a directo a trabajar y a enseñar profundidades, tienes que tener buenas bases de conocimientos. Es como optar para hacer un posgrado. Yo ya tenía todas las bases, las herramientas, tenía más de once años en esto y mostré mi currículum, les di todos mis datos hasta que me dijeron que si podía ir, que fuera.
En Japón éramos ocho personas, de las cuales siete eran mexicanos y una venezolana, que era yo. México tiene una cultura del té fuerte. Ellos me dijeron que las plantaciones están de prueba y son privadas. Nadie tiene acceso a ellas. Cuando se están haciendo plantaciones de plantas quiere decir que todavía no hay una plantación, que es cuando comienzan a producir. Cada planta puede durar entre cuatro y siete años para producir.
Variedades y cultivares
Existen dos variedades de Camellia Sinensis, que es la planta con la que se hace el té: Camellia Sinensis Sinensis y Camellia Sinensis Assamica. La primera es originalmente de China y la segunda se descubrió en India. Sin embargo, la Camelia Assamica también existe en China. También existen diferentes cultivares, esto quiere decir que se pueden dar de forma natural o lo podemos hacer nosotros. Por ejemplo, Japón tiene Camellia Sinensis Sinensis, cultivar Yabukito. Ese es un cultivar que se da mucho en Japón porque es muy resistente a las plagas, frente al frío y tiene un marcado sabor a umami. Pero podemos sacar un cultivar Sanidori, que es más suave y se hizo a través de laboratorio. Mezclaron dos plantas y sacaron esta y se replican los plantines, qué es lo que se hace en toda la agricultura.
Hay tantos cultivares como el tipo de plantas que voy a cultivar. Hay unos cultivares que son más ricos para hacer té verde o para hacer té negro. Por ejemplo, el Sinensis Sinensis es muy rico para hacer té verde, pero el Sinensis Assamico es muy rico para hacer té negro. Pasa igual que como con las uvas: unas son mejores para hacer vinos tintos y otras son mejores para vinos blancos. Quiere decir que se hace un aprovechamiento de las características de la planta a usar.
¿Un tour de té?
Los viajes de Miriam han tenido fundamentalmente un objetivo bien definido y un estricto itinerario, con metas para cumplir y disciplina máxima en sus cursos. No han sido viajes normales y corrientes para turistas que andan de paseo. De todas formas, Miriam se emociona hablando de los tours especializados en té, tiene experiencias para contar.
Existen tours para aficionados al tema del té, no solamente están en Taiwán y en Japón, también en Argentina y en Panamá. Vas y te ponen a cosechar la parte de arriba de la planta, ellos te dicen como, te llevan a producción, haces tu propio té. Son tours para turistas en los que se imparten conocimientos, pero bastante más ligeros, menos profundos.
Hay muchos tours de té en Sun Moon Lake, en Taiwán. ¡Es un lugar bellísimo! Incluye visitas a casas y granjas de té. Son especialmente diseñados para personas que no quieren ser expertos en té, pero si quieren tener conocimiento y sobre todo, disfrutar viendo cómo se hace el té. Nos tomamos fotos, hicimos un recorrido alrededor de las plantas, nos pusieron unos sombreros como los que usan los chinitos. Luego visitamos la fábrica, nos explicaron paso por paso todo como lo hacen. Aunque yo sé todo eso, esa actividad me pareció preciosa, la disfrutamos mucho. Es muy bonito para los turistas y para nosotros también, un tour diferente, haces tu té y te lo llevas en una latica que te dan con tu nombre, personalizada. Lo tienen muy bien pensado, con excelente organización y un elevado nivel de marketing.
Tea Tours
Existe una empresa llamada World Tea Tours que durante 30 años ha diseñado experiencias turísticas relacionadas con el té. Estos tours visitan China, India y Japón. Ofrece diferentes formatos que pueden ser educativos para profesionales o expertos y también para los amantes del té.
Otra organización de tours se llama An Shim Tea y su próximo tea tour es a Vietnam en abril de 2025, visitando las áreas más importantes de producción de té, explorando la cosecha, la producción y los secretos de la industria guiados por uno de los mejores maestros del mundo.
Little Tree Tea organiza tours, para entre ocho y diez personas, visitando las regiones de té más importantes del mundo, Japón, Taiwán, Nepal, India y China.
12 datos curiosos sobre el té
Dicen que el té fue descubierto en el 2732 antes de Cristo, cuando unas hojitas de Camellia Sinensis cayeron sobre la taza con agua caliente de Shennong, el primer emperador Yan.
Antes de la Dinastia Ming, las hojas de té eran usadas como monedas.
A mediados del Siglo 17, cuando el té llegó a Inglaterra, era un comodity bastante costoso.
El té es la segunda bebida más tomada en el mundo, la primera es el agua.
China es el principal productor de té, aportando el 29% de la producción total mundial.
La planta Camellia Sinensis puede producir hojas de té durante 50 años.
El mayor importador y consumidor de té en el mundo es el Reino Unido.
Los mayores productores mundiales de té son India y China.
El cultivo de té en Japón, China y Corea del Sur es reconocido como patrimonio agrícola mundial por la ONU.
La Camellia Sinensis se produce en más de 30 países.
Dicen que se consumen por día tres millones de tazas de té en el mundo.
China es el mayor consumidor de té, dicen que consumen aproximadamente 2.5 millones de toneladas al año.