Así comienza este maravilloso viaje hacia el mundo del chocolate…

Silvia Guédez cuenta que trabajaba como ingeniera petrolera, carrera que ejerció por más de diez años. Debido a una baja en los precios del petróleo, la empresa prescindió de sus servicios y ella lo tomó como el momento perfecto para seguir su verdadera pasión, la gastronomía. Decidió dedicarse a la chocolatería en el año 2015, estudió en la École Chocolat de Canadá, se graduó como Professional Chocolatier y Chocolate Maker. También ha realizado cursos de alto nivel en Venezuela y en Ecuador.

Es catadora de chocolates finos y tiene dos emprendimientos exitosos: Silvia Guédez Chocolatier, así se llama su boutique, y Levêlez Chocolate, su laboratorio bean to bar. Hace tabletas de chocolate partiendo con semillas seleccionadas de cacao mexicano, procesadas artesanalmente, en micro lotes y en su región de origen.

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Lleva 12 años viviendo fuera de Venezuela, de ellos son nueve en Ecuador y un poco más de tres años en México. Lo que más le gusta de este país es su rica cultura, sus hermosas ciudades y la calidez de su gente. “México me ha recibido con los brazos abiertos y me ha brindado un hogar lleno de oportunidades. Me ha permitido crecer tanto personal como profesionalmente”.

Vive en Villahermosa, Tabasco. La tlayuda oaxaqueña es su plato mexicano favorito, una delicia, cuenta que le encanta la combinación de sabores y texturas que ofrece. Es un plato que representa la diversidad culinaria de México y le hace sentir conectada con la rica tradición gastronómica del país. La tlayuda es una tortilla de maíz típica de Oaxaca, tiene hasta más de 40 centímetros de largo, generalmente la doran en un comal y es más firme que una tortilla convencional, de textura quebradiza. Lleva cerdo, quesillo -o queso de Oaxaca-, lechuga, carne de res y salsa con picante. Algunos les ponen chorizo de cochino, chiles, salsa con gusanos de maguey, chicharrón, aguacate, tomate y lo asan a las brasas.

El mayor desafío que ha enfrentado la experta en chocolates ha sido mudarse en plena pandemia, con toda su familia, desde Ecuador hasta México. “Empezar desde cero, en un nuevo país, fue una prueba de resiliencia y determinación. Sin embargo, gracias al apoyo de mi familia y la acogida de la comunidad, he podido superar estos retos. Hoy, mi marca Silvia Guédez Chocolatier y la reciente Levêlez Chocolate, que debutó en noviembre del año pasado, han florecido y han sido reconocidas con premios internacionales. Esto es un testimonio, demostrando que con pasión y perseverancia los sueños pueden hacerse realidad”.

Para Silvia, tanto el cacao mexicano como el venezolano son tesoros con características únicas. Comenta que el cacao venezolano es conocido por sus complejos perfiles de sabor y su calidad aromática. Sin embargo, actualmente trabaja exclusivamente con cacao mexicano, especialmente el de Tabasco, porque ofrece una rica diversidad de sabores que hechizan el paladar. “Trabajar con este cacao es un privilegio y una fuente constante de inspiración para mí” explica con pasión.

Entre las tabletas que elabora están estas:

  • Chocolate con leche 47% cacao, origen Almendra Blanca de Teapa Tabasco.
  • Chocolate Oscuro 70% Cacao - Single Origin, origen Almendra Blanca de Teapa Tabasco.
  • Chocolate Oscuro 73% Cacao – Blend, origen Tabasco y Chiapas.
  • Chocolate Oscuro 75% Cacao - Single Origin, origen Trinitario de la Sierra de Tabasco.

Pero no solamente elabora chocolates bean to bar -del grano a la tableta-, su labor educativa también es importante. Ofrece asesorías y cursos que están diseñados para ayudar a emprendedores chocolateros a desarrollar sus habilidades y conocimientos. Da formación en su taller en Villahermosa y hace consultorías vía digital, abarcando desde técnicas básicas hasta avanzadas. Es una amplia gama de conocimientos y prácticas que permite a sus alumnos crear originales delicias de chocolate.

Entre las consultorías y cursos están estos:

  • Marketing digital gastronómico.
  • Elaboración de trufas artesanales.
  • Elaboración de bombones.
  • Elaboración de marshmallows.
  • Emprendimiento en chocolatería.
  • Cálculo de costos y precios.
  • Vive la colorimetría.

Silvia cuenta con nostalgia que extraña de Venezuela la calidez de su familia y sus amigos tanto como los hermosos paisajes de su tierra natal, Barquisimeto, estado Lara. Forma parte de una familia de pasteleros, emprendedores y comerciantes. “México, por otro lado, me ha dado muchas alegrías: la oportunidad de crecer profesionalmente, el cariño de la gente y la inspiración constante de su cultura y su cocina. Aquí, he encontrado un nuevo hogar y un nuevo horizonte para mis sueños”.

¿Dónde estará Silvia dentro de poco?

En cinco años, quiere ver a Levêlez Chocolate traspasar fronteras y convertirse en una marca global. Su sueño es que sus chocolates estén disponibles en todo México, Estados Unidos y Europa, llevando el sabor y la calidad del cacao mexicano a nuevos horizontes. “Quiero que Levêlez sea sinónimo de excelencia en chocolate bean to bar, reconocido por su compromiso con la sostenibilidad y la calidad superior. Además, aspiro a crear un concepto de chocolaterías premium bajo la marca Levêlez, similar al que tengo con Silvia Guédez Chocolatier, pero enfocándonos exclusivamente en productos elaborados con nuestro chocolate bean to bar”. La visión es dejar un legado duradero, donde el chocolate sea una experiencia inolvidable y una celebración de los sentidos.