En diciembre de 2023 se cumplieron 60 años del descubrimiento del Tesoro de Villena (Comarca del Vinalopó en Alicante), fue e1 1 º de diciembre de 1963, unas vasijas y brazaletes en un olivar de Cabezo Redondo, alrededor de 15 kilos de oro, de la última etapa de la Edad del Bronce de hace unos 3.000 años.

Fue un hallazgo fortuito, aislado, no en una necrópolis, lo cual despistó a los arqueólogos, sin embargo dio pie a nuevas hipótesis como la de Nuria Sureda Carrión, historiadora especialista en tartessos, autora del libro Tartessos y el Tesoro de Villena, publicado por Academia Alfonso X el Sabio, Murcia, 1971, y relata:

El tesoro de Villena, hallado a poca profundidad en el lecho de uno de estos estuarios que describe Estrabón, nos hace pensar que pudo pertenecer a un botín de guerra que fue a parar al río en el momento en que se trasladaba.

El profesor Juan Maluquer de Motes, especialista en tartessos, se pregunta: “¿No pertenecerá el tesoro hallado en Villena a la civilización verdaderamente tartesia?

...con los numerosos poblados de la Edad de Bronce en los alrededores de Villena. Aparecer una cultura material indígena que sigue la tradición de la civilización argárica (nordeste de Almería). Cuencos como los de Villena aparecen en otros marcos europeos, aunque con menor riqueza y variedad. El origen de los hallazgos europeos conocidos es misterioso, y es muy posible, ahora que comenzamos a conocer la potencia de nuestra orfebrería indígena, que algunos deben ser considerados como verdaderas exportaciones hispanas... La belleza y a la vez la perfección técnica de estas piezas permite considerarlas como las obras maestras de la orfebrería europea de la Edad del Bronce.

Tesorillo del Cabezo Redondo

Al tesoro de Villena hay que citar también el llamado Tesorillo del Cabezo Redondo es un hallazgo áureo hallado en la primavera de 1963 en el cabezo Redondo, poblado agárico-tartésico situado a 2 km de la ciudad de Villena. Está compuesto por 35 piezas de adorno y un lingote de oro alcanza los 150 gramos de peso y se piensa que formaron parte de los materiales de un orfebre, debido a la presencia del lingote.

Es muy lógico que ambos tesoros sean de origen tartésico por la semejanza de la orfebrería áurea del Carambolo (Sevilla), escritura tartésica de cueva de La Camarilla en Albacete, Peña Negra en Crevillente, el propia enclave de Akra Leuka griego-agárico; Sin embargo, a parte del espectacular tesoro de Villena y su descubrimiento y fama por el deslumbramiento del oro, quizá de los más relevante para la humanidad sean los inicios de la escritura tartésica en Iberia, contemporánea a la de los fenicios de Tiro y Creta y a la de los sumerios. Hemos de tener en cuenta la datación de los años en la antigüedad no se contabilizaban como hoy por años de 365 días, sino que unas civilizaciones ha contabilizabas por las cuatros estaciones anuales, y otras por años solares o lunares.

La escritura de los tartessos

En el último milenio a.C., los mercaderes tartessos como Argoantonio (señor de la plata) como fenicios y griegos, impulsaron el comercio de los metales por todo el Mediterráneo. Sin olvidarnos de la riqueza de oro y plata del sureste ibérico o cultura argaro-tartesia (Los Millares y Rodalquilar en Almería), (cobre y otros metales preciosos en Huelva, río Tinto). (En la Biblia se cita Tharsis tres veces con viajes que duraban tres años).

La profesora Sureda especula que los primeros tartessos se establecieron en la zona de Cartagena, por su puerto natural, y después se trasladaron a la zona de Guadalquivir, con mito de la Atlántida según los textos de Platón. El uso de la escritura alfabética se generalizó por el Mediterráneo como una forma de llevar la palabra a larga distancia (forma de contratos o estelas funerarias), lo que permitió que los comerciantes y gobernadores se comunicaran a través de la clase de los escribas. Más adelante, la escritura es un primer avance para frenar la desigualdad de clases en una sociedad en la que los miembros de la jerarquía real y religiosa detentaban un poder total omnisciente.

Para mayor información sobre la escritura tartésica os remito al portal: Escritura tártica donde veréis la Estela de Velha en Portugal, una península ibérica y como sudlusitana es una escritura paleohispánica no descifrada muy similar, tanto por la forma de los signos. Y mapa de la expansión de esta cultura por la zona del Levante y La Mancha como la cueva de La Camareta en Hellín, Albacete. Las últimas investigaciones paleo-hispanas de escritura muestran la influencia de la escritura tartesia derivada de los 13 primeros signos fenicios, es decir, que no es de influencia griega de los foceos, parece ser que estos aprendieron de los fenicios-cretenses.

Conclusiones

No es propósito de este articulista, volver a repetir lo que ya se encuentra publicado en Internet, perfectamente datado de los tesoros de Villena y Cabezo Redondo, sino recordar que hace 60 años, en 1963, se encontraron ambos tesoros y dieron a las anteriores pistas e investigadores material para que se centraron en el Levanta Español, un gran placer arqueológico de primera magnitud, como son La Alcudia en Elche con su dama del mismo nombre, o la llama Bicha o Esfinge de Balazote, por citar a algunos de los más famosos. Siempre es muy aconsejable para los aficionados a la historia antigua de nuestra península, visita el MARQ (Museo Arqueológico de Alicante).