Hace 75 años, el 12 de marzo de 1948, se inició un movimiento armado, que provocó lo que se ha llamado la Guerra Civil del 48, o la Guerra Civil de Costa Rica, un país que no conocía ese tipo de conflictos, de esa intensidad e impacto, en su historia nacional.
La Guerra Civil se prolongó hasta el 14 de abril, con un saldo aproximado, no preciso, de 3000 muertos entre los bandos que se enfrentaron, de combatientes y muertos civiles.
La década de 1940-1949, fue compleja por el entorno internacional de la Segunda Guerra Mundial y los efectos que provocó en las diferentes economías nacionales, entre ellas la de Costa Rica, que se vio muy afectada en sus exportaciones hacia Europa, especialmente de su principal producto de exportación, el café.
En 1940 había asumido la presidencia de la República el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, formado en Bélgica, con una profunda vocación política socialcristiana. Impulsado a la presidencia por el Partido Republicano y por el presidente León Cortés Castro, 1936-1940, tenía el apoyo de los sectores más conservadores del país, y de los sectores económicos nacionales vinculados a la Alemania nazi. Su contendiente principal fue el líder comunista Manuel Mora Valverde. Ambos polarizaron la elección de 1939-1940, triunfando el Dr. Calderón Guardia.
En esos días se desarrollaban las clases medias urbanas, con cierto protagonismo político y con inclinación hacia las corrientes socialdemócratas.
Los efectos de la crisis de la guerra, y el ataque de los japoneses a Pearl Harbor hizo que el gobierno, solidariamente con los Estados Unidos, en los primeros días de diciembre de 1941, declarara la guerra a Japón, Italia y Alemania, incorporándose de esa manera a la guerra, al lado de los aliados, en la lucha antinazi, encabezados por la Unión Soviética, en ese momento, lo que le provocó una crisis interna, de ruptura con quienes le habían promovido y apoyado hacia la presidencia de la República.
En los mismos días de asunción a la presidencia del Dr. Calderón Guardia, la Iglesia nombraba un nuevo arzobispo, Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez, en ese momento sumamente anticomunista.
Situaciones internas provocadas por este acontecimiento y las medidas represivas, que se empezaron a tomar contra el sector alemán de la economía nacional, y por otros sucesos de protesta contra los alemanes, produjeron la protesta de un pequeño empresario de esos días, que no estaba metido en la política, José Figueres Ferrer, quien señaló que el culpable de la situación del país era el gobierno y que en la práctica el presidente era quien debía abandonar el poder. La reacción no se hizo esperar y José Figueres fue expulsado del país, llegándose a radicar en México hasta inicios de 1944, cuando con el nuevo gobierno, del Lic. Teodoro Picado Michalski, regresó a Costa Rica, siendo recibido como un líder político de los sectores opositores al gobierno del Dr. Calderón Guardia y de Teodoro Picado, que se agrupaban bajo las banderas de León Cortés Castro, que aspiraba a la presidencia en las elecciones de 1944, contra el candidato oficial, Teodoro Picado.
El curso de la guerra mundial, la crisis interna en el país, el abandono de los sectores conservadores del país al gobierno, el intento de un golpe de estado en su contra, crearon las condiciones históricas y políticas para que el gobierno se aliara a los comunistas, la segunda fuerza política y electoral del momento, con aval del nuevo jefe de la Iglesia. Resultado de esta alianza, el líder religioso abandonó su lenguaje anticomunista, hizo que el Partido Comunista cambiara de nombre a Vanguardia Popular, y permitió, públicamente, que los católicos pudieran ingresar a esta organización «sin cargo de consciencia alguna». La alianza de estos sectores se produjo en medio de un programa de aprobaciones legislativas muy importantes para el país.
De inicio, el gobierno del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia por su iniciativa había impulsado la creación de los Seguros Sociales y de la Universidad de Costa Rica, ambas instituciones pilares fundamentales del Estado social de Derecho del país, y de la estabilidad social, política y económica de Costa Rica hasta hoy; instituciones que han contribuido al fortalecimiento del desarrollo democrático nacional.
Con la alianza del gobierno, la Iglesia católica y el Partido Comunista-Vanguardia Popular, se aprobó el Capítulo de la Constitución Política referido a las Garantías Sociales, que enriqueció el espectro de derechos sociales y laborales de los costarricenses, y se promulgó el Código de Trabajo, ambas medidas legislativas de 1943, que tensaron las relaciones de los grupos políticos nacionales, que giraban alrededor y en contra del gobierno.
Las elecciones de 1944 acusadas de fraudulentas fueron ganadas, en contra de León Cortés, por Teodoro Picado. Su gobierno, por esa razón, para la oposición y para José Figueres, desde el exilio en México, era ilegítimo. León Cortés falleció en 1946 y su liderazgo político fue disputado por Otilio Ulate Blanco, un político y periodista, que estaba en el escenario nacional desde la década de 1920, y por José Figueres. Otilio Ulate terminaría por imponerse como líder de la oposición política electoral hacia las elecciones de 1948. Figueres, por su parte inició su plan insurreccional militar contra el gobierno de Picado en la posibilidad de que las elecciones de 1948 fueran amañadas o fraudulentas.
Para esas elecciones, de 1948, de nuevo aspiró a la presidencia el Dr. Rafael Calderón Guardia, quien se impuso como candidato, contra fuerzas de su propio partido y de los comunistas, que terminaron apoyándolo ante el peligro de que las reformas sociales fueran eliminadas.
El Código de Trabajo y las Garantías Sociales en la Constitución fortalecían más el desarrollo institucional y democrático del país.
En cuanto al gobierno de Teodoro Picado, cabe recordar que sufrió el impacto del término de la Segunda Guerra Mundial, del inicio del contexto de la Guerra Fría y del anticomunismo mundial, luego que, en Europa, al terminar la guerra aparecieron una serie de nuevos países socialistas, lo que se veía como un avance del comunismo y una gran amenaza mundial.
Teodoro Picado había sido apoyado por los comunistas, aliados y coaligados con el gobierno de Calderón Guardia, en su candidatura, aunque como candidato no les gustaba por posiciones anticomunistas de su pasado político, que los habían afectado, especialmente, en la década de 1930, cuando recién los comunistas iniciaban su vida política.
Los años de 1946 y 1947, la víspera electoral, habían sido muy tensos y con actos de terrorismo contra los comunistas y el gobierno. Las elecciones de 1948 enfrentaron a Otilio Ulate y al Rafael Ángel Calderón Guardia, que recogían, ambos, la polarización política de todos los años anteriores. Las elecciones se produjeron con un resultado favorable a Otilio Ulate. Su resultado, de acuerdo con la Constitución Política, tenía que ser avalado por el Congreso Nacional, dominado por republicanos y comunistas. El informe dado al Congreso del resultado electoral, con un voto salvado de un magistrado electoral, provocó que el Congreso anulara la elección, lo que se convirtió en el detonante de la Guerra Civil, que inició el 12 de marzo con el alzamiento militar, de José Figueres, para que se respetara el resultado electoral a favor de Otilio Ulate.
En los días siguientes hasta el 14 de abril se desarrollaron combates en el territorio nacional, que fueron ganando las fuerzas insurgentes. Los principales combatientes a favor del gobierno, aparte de un ejército nacional muy débil en ese momento, eran los comunistas, quienes sufrieron el peso mayor de los muertos, alrededor de 2500 combatientes, de todo el conflicto.
Ante la posibilidad del combate más violento y sangriento, que implicaba la toma final de la capital, San José, se impuso la racionalidad y, en un sitio montañoso, Ochomogo, intermedio entre la capital y Cartago, capital de la Provincia homónima, a 25 kilómetros, se reunieron los principales líderes políticos militares de este conflicto, José Figueres, por el Ejército de Liberación Nacional, y Manuel Mora Valverde, líder de los comunistas. Allí se conversó, se llegó a un acuerdo para poner fin al conflicto, se acordó mantener las Garantías Sociales y el Código de Trabajo, respetar vidas y haciendas de los combatientes, reconocer el triunfo de Otilio Ulate y otros extremos. Lo acordado en Ochomogo por Mora y Figueres se avaló en el llamado Pacto de la Embajada de México, con el concurso de varios embajadores acreditados en Costa Rica como testigos, y se facilitó el camino para el cambio de gobierno, que debía realizarse el 8 de mayo.
Figueres, en armas, hizo su entrada triunfal en San José y el 1 de mayo, se impuso sobre Otilio Ulate, con el Pacto Ulate-Figueres, un típico golpe de estado, con el cual Figueres asumiría el gobierno el 8 de mayo hasta por dos años.
Figueres inició su gobierno desde el 8 de mayo de 1948 hasta el 7 de noviembre de 1949, fundando con el mismo lo que llamó la Segunda República. Gobernó sin Congreso, por decretos leyes, cambió todas las autoridades del Poder Judicial y las municipalidades. En su corto gobierno respetó el mantenimiento de las Garantías Sociales, del Seguro Social, del Código de Trabajo, entre otras cosas, e impulsó una serie de leyes y reformas que contribuyeron a fortalecer más el Estado de Derecho y el Estado social de Derecho que se había impulsado desde 1940 y 1943. Medidas como la nacionalización bancaria, la nacionalización de las fuerzas hidroenergéticas y de la electricidad, la abolición del ejército fueron los resortes del impulso de la Costa Rica moderna, desde la segunda mitad del siglo XX hasta hoy.
Su gobierno fue también sumamente represivo contra los perdedores de la guerra civil. Sus principales líderes tuvieron que salir exiliados o por propia voluntad porque no se les garantizaba la vida. El Partido Comunista-Vanguardia Popular, fue proscrito hasta 1974.
La paz interna se impuso. La conciliación nacional de una Costa Rica muy fragmentada en los dos bandos de la guerra poco a poco fue restaurándose. Los líderes exiliados regresaron al país; algunos volvieron a participar en política como Calderón Guardia, sin éxito electoral. Manuel Mora llegó al Congreso en 1970, como resultado de negociaciones por venta nacional de café y azúcar en las que se le solicitó que actuara como agente comercial del gobierno de José Joaquín Trejos Fernández, 1966-1970, y del mismo José Figueres, 1970-1974, en su segundo gobierno constitucional, lo que hizo Manuel Mora, facilitando de esa manera la superación también de la proscripción de su partido, que se logró entre 1974 y 1975, por reforma constitucional.
José Figueres, como presidente de la República, al impulsar algunos monumentos alusivos a la Guerra Civil, los señaló como exaltación a lo que defendían los caídos de cada bando en 1948, unos el respeto al sufragio y otros la defensa de las Garantías Sociales que sentían amenazadas de ser eliminadas.
En el segundo gobierno constitucional de José Figueres, 1970-1974, falleció el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, a quien la Junta de Gobierno de 1948-1949 había declarado traidor de la patria. Figueres ante su muerte, en un gesto patriótico y conciliador nacional, promovió la Declaratoria de Benemérito de la Patria para el Dr. Calderón Guardia, lo que se aprobó de inmediato.
Años más tarde, llegaron a la presidencia de la República, los hijos de los presidentes Rafael Ángel Calderón Guardia y de José Figueres, ambos nacidos después de los sucesos de la Guerra Civil, pero que habían vivido sus efectos. Rafael Ángel Calderón Fournier gobernó desde 1990 a 1994, cuando le entregó la presidencia a José María Figueres Olsen, 1994-1998. Los hijos de los caudillos de la Guerra Civil se entregaban y recibían el mandato presidencial democráticamente.
En el gobierno de Rafael Ángel Calderón Fournier falleció el presidente José Figueres Ferrer, quien había provocado el exilio de diez años de su padre. Inmediatamente a su muerte, el presidente Calderón Fournier impulsó el Benemeritazgo de la Patria para José Figueres, lo que se aprobó, saldando en ese sentido el reconocimiento histórico para estos dos presidentes, con los cuales en 1948 el país se había divido y enfrentado en un sangriento conflicto militar.
En el gobierno de José María Figueres Olsen, 1994-1998, falleció el líder comunista y líder también de aquellos eventos de 1948, Manuel Mora Valverde. En su gobierno se inició el proceso para otorgarle el Benemeritazgo de la Patria.
A Manuel Mora Valverde se le otorgó el Benemeritazgo de la Patria en mayo de 1998, a los 15 días de haber iniciado el Gobierno de Miguel Ángel Rodríguez Echeverría. Con este Benemeritazgo se cerró el círculo de los líderes políticos más importantes del país, alrededor de los cuales gravitaron los sucesos de la década de 1940 y de la Guerra Civil de 1948.
En el 75 aniversario de la Guerra Civil, hoy el país la recuerda como un episodio histórico. El dolor de la fragmentación de las familias costarricenses durante aquellos años que le siguieron ha sido superado. Hoy se rememoran esos años como los que, con sus reformas institucionales, sentaron las bases de la Costa Rica moderna que disfrutamos con su democracia institucional, con su régimen de libertades y ejercicio amplio de derechos y de Derechos Humanos.