Pablo de Alvarado y Bonilla nació en Cartago, Costa Rica, el 16 de enero de 1785.
Médico y precursor de la independencia de Costa Rica y de Hispanoamérica. Prócer de la independencia. Primer preso político con ideas de libertad en la monarquía española. Primer centroamericano en proclamar la independencia en 1808. Autor del proyecto de ley del Pacto de Concordia, primera constitución política de Costa Rica.
En 1803 ya era maestro de primeras letras en Cartago. En 1808, y con el apoyo económico de su familia, inicia sus estudios de Medicina en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Se gradúa hasta 1823 como bachiller en Medicina pues dedicaba mucho tiempo a sus actividades políticas.
Inspirado en las ideas del liberalismo en 1808, publica una hoja volante de espíritu libertario en la ciudad de Guatemala llamada «El Hispanoamericano» en el que incluye críticas a los franceses y a los españoles por los acontecimientos en la península tales como la invasión de Napoleón Bonaparte a España, considerada uno de los factores que desencadenaron los movimientos de independencia en Hispanoamérica.
El texto empieza diciendo: «Infelices e incautos americanos, ya llegó el punto crítico…». Es decir, es un llamado a todos los americanos y no solamente a los costarricenses o centroamericanos. Concluye diciendo: «…después será vuestra paz, seguridad, gusto y libertad», incluyendo, por cierto, el valor de la libertad.
La hoja le pareció sediciosa a las autoridades coloniales de la Capitanía General de Guatemala. Debido a ello, Alvarado, como autor y responsable del volante, es reducido a prisión el 15 de setiembre de 1808 en la Real Cárcel de la Corte por sus ideas y actitudes a favor de la libertad. Se convierte en el primer preso político con ideas de libertad en el Imperio español. O como escribió el mismo Alvarado: «yo fui el primero en toda la Monarquía Española que caí en estas cárceles el 15 de septiembre de 1808 por la libertad de América» (Cavallini Arauz, L. p. 57).
Estuvo preso unos meses, pero recobra su libertad en marzo de 1809, mucho tiempo antes de la proclamación de la independencia del Reino de Guatemala que tuvo lugar en septiembre de 1821. En abril, Tomás de Acosta, Gobernador de Costa Rica, solicita al Capitán General que se prohíba a Alvarado regresar a Costa Rica. De manera que nuestro prócer deberá permanecer, digamos, exiliado de facto por un tiempo en la ciudad de Guatemala.
En Guatemala vive y participa de los acontecimientos de la proclama de la independencia absoluta de España el 15 de septiembre de 1821. Motivado por las nuevas noticias de libertad, el 22 de septiembre de ese mismo año envía desde Guatemala dos cartas al pueblo de Costa Rica promoviendo ideas de libertad y, el 22 de octubre, un manifiesto a los ciudadanos de Costa Rica de hondo contenido doctrinario y llamándoles a proclamar la libertad y la independencia del gobierno español. Allí promueve ideas de pacto social, derechos de todas las naciones, así como valores de libertad, igualdad y prosperidad (Luján, E. R., 1976, p. 104).
En el manifiesto del 22 de octubre de 1821 alerta a los costarricenses sobre sus derechos políticos y jurídicos y les insta a «formar una república o gobierno federativo como el de los angloamericanos, fundada en los eternos principios de la libertad e igualdad civil…». También les llama a formar un gobierno justo y arreglado a todas las leyes del pacto social y del cristianismo (Luján, E. R., 1976, p. 105).
En fin, que en el manifiesto se expresan las simpatías de Alvarado por el modelo político republicano y federalista que era el propio de los Estados Unidos de América. Así también su adhesión indudable y fervorosa a las ideas y los valores de pacto social, libertad e igualdad civil, prosperidad, derechos humanos y gobierno de leyes que eran típicos del liberalismo europeo y norteamericanos durante los siglos XVIII y principios del siglo XIX.
Alvarado fue también el autor del proyecto de ley que, con algunos cambios, se convirtió en el Pacto de Concordia o Pacto Social Fundamental Interino, primera constitución costarricense aprobada el 1 de diciembre de 1821. Es decir que fue el autor del primer texto de pacto social en la historia de Costa Rica.
Así también, el 22 de julio de 1822, fue elegido como diputado por la provincia de Costa Rica a la Asamblea Constituyente de la República Federal Centroamericana que se reunió en la ciudad de Guatemala. Allí permaneció representando a Costa Rica como diputado de la nueva República federal.
Continúo sus luchas por la libertad especialmente contra los que el definía como los realistas que añoraban la monarquía española, ante los partidarios del Imperio Mexicano de Iturbide, en fin, los serviles y otras variantes que adversaban las ideas republicanas y liberales del prócer costarricense.
Deja su puesto de diputado en 1827 y regresa a Costa Rica para dedicarse al ejercicio de la medicina y a la enseñanza, con moderada participación en los asuntos públicos.
El ciudadano Pablo, precursor y prócer de la independencia de América fallece en Cartago, su ciudad natal en Costa Rica, el 31 de mayo de 1850.
Notas
Cavallini Arauz, L. Don Pablo Alvarado Bonilla: prócer de nuestra independencia. Revista de Costa Rica. Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, San José. No. 2, pp. 53-66.
Luján, E. R. (1976). Genealogía de Pablo de Alvarado. Academia de Geografía e Historia. Imprenta Nacional.