El objetivo de la argumentación, o de la discusión, no debe ser la victoria, sino el progreso.
(Joseph Joubert)
Carabineros de Chile, desde la dictadura cívico-militar encabezada por el genocida Augusto Pinochet, se ha convertido en un cuerpo policial peligroso para la sociedad chilena. Sus actuaciones van desde abusos contra particulares, pasando por fraudes al Fisco hasta llegar a los abusos sexuales, las mutilaciones y el homicidio. Todo ello consignado en sendos informes de Amnesty International, Human Rights Watch, Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado para los DD. HH. de la ONU (ACNUDH). Sin duda, Carabineros de Chile es una auténtica policía del terror actuando en completa impunidad.
El 27 de abril de 1927, bajo la presidencia del reconocido masón Carlos Ibáñez del Campo, se funda el Cuerpo de Carabineros, hoy Carabineros de Chile.
Para el pensar de las elites políticas de la época, Carlos Ibáñez buscaba crear una especie de «guardia pretoriana» al entregar el monopolio de la fuerza policial al gobierno central. No muy distinto a lo que ocurre hoy en día con el actual gobierno de Sebastián Piñera.
La finalidad última de las fuerzas policiales —al igual que todas las FF. AA.— a través del curso de la historia de la humanidad no ha sido otra que la de estar al servicio del poder, del poder de las élites financieras que controlan el mundo y los países.
Las fuerzas policiales son simplemente el brazo operativo de las oligarquías financieras para imponer su fuerza sobre las masas condicionadas y sometidas. Así ha quedado demostrado a través de la historia de la humanidad. Algunos ejemplos son:
Los antiguos egipcios fueron maestros en el uso de grandes masas de trabajo, se preocuparon de contar con una policía para mantener el orden entre sus trabajadores. Todos ellos subordinados al Faraón. Otro grupo de policías del Faraón eran los llamados sa-per, que acompañaban a los recaudadores de impuestos, el famoso recuento del ganado.
Los emperadores romanos contaban con la guardia pretoriana, cuerpo militar que servía de escolta y protección. En el 27 a. C., época en la cual Augusto se convirtió en el primer gobernante del imperio, decidió que la guardia pretoriana era útil no solo en guerra sino también en política (es posible observar que la historia es cíclica).
En la época del feudalismo, el señor feudal se convierte en juez, administrador, cobrador de impuestos y líder militar de la comarca que controla. Era obligación del vasallo y del siervo cumplir con los deberes militares para la defensa del señor feudal y sus bienes.
En la URSS, los miembros del NKVD, el llamado Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos, durante 20 años sirvieron de policía secreta y personal para Joseph Stalin.
En Chile a partir del 11 de septiembre de 1973, la policía se pone al servicio de una dictadura cívico-militar que impone un modelo político, económico y social neoliberal creado en función de los intereses de la elite financiera.
Pensar en la actualidad en una reforma a Carabineros es una utopía. Es llegar a pensar que el ser humano es bueno por naturaleza, cuando en definitiva la naturaleza humana es, según el neurofilósofo de la Universidad de Oxford, el Dr. Nayef Al-Rodhan, egoísta, amoral y emocional.
Las fuerzas policiales se mueven según el Thumos griego, esa parte irascible o espirituosa que señala Platón en su obra la República, para referir a su división tripartita del alma, de la cual se desprenden tres tipos de hombres: Los filósofos, tipo de hombres que aman la sabiduría, son la parte intelectual o racional (Nous). Los guardianes de la ciudad, son la parte irascible o espirituosa (Thumos). Los comerciantes o hacedores de dinero, son la parte concupiscible o apetitiva (Epithumia*). Estos tres principios organizados jerárquicamente son el reflejo macrocósmico del alma: aquellos que aman la sabiduría; aquellos que aman la victoria; aquellos que aman el lucro.
Aquellos que aman el lucro, vale decir, los dueños de las finanzas —locales y mundiales—, motivados por su naturaleza egoísta, emocional y amoral, han financiado, controlado y manipulado durante toda la historia de la humanidad a los hombres que se mueven motivados por el afán de la victoria y que, por su naturaleza, se encuentran privados de la virtud propia del alma racional: la sabiduría o prudencia (sophia o phronesis).
Dominar las emociones de los hombres motivados por el Thumos es relativamente fácil, pues al carecer de la virtud del intelecto no pueden controlar otros dos aspectos como lo son las emociones y la empatía. De ahí que su actuar sea como el del cíclope Polifemo.
Suele decirse que se ingresa a las fuerzas policiales por tres motivos: Por vocación: Thumos. Por falta de recursos económicos para costearse estudios superiores, o para emprender un negocio propio. Por falta de capacidad neuronal para cursar estudios superiores de mayor complejidad intelectual. Este aspecto no debe ser tenido como peyorativo pues es sabido que la naturaleza no reparte por igual las capacidades intelectuales entre los hombres.
En cuanto a los estudios de mayor complejidad intelectual, obviamente deben de ser excluidos los cursos regalados y pagados por el Grupo Luksic en universidades de EE. UU. a un cierto grupo de militares chilenos.
Teniendo presentes estos tres motivos, se hace casi imposible pensar en una reforma efectiva e inteligente a Carabineros, ya que el Thumos y la falta de su virtud controladora Andreia, sumada a la falta de Sophrosiné, la virtud controladora de la Epithumia, impide reformar una institución que ha sido manoseada desde su fundación.
Para reformar una policía, cualquiera que fuese, se requiere de hombres motivados por Nous —los pensadores—, sin embargo y tristemente, estos han sido desplazados, discriminados, incomprendidos e inclusive perseguidos por una humanidad ciega, sorda y torpe, que se ha permitido ser gobernada por quintrales motivados por Epithumia.
De esta forma, la política, lejos de ser el arte de gobernar con justicia y equidad, se ha convertido en el arte de los hipócritas para vivir de la ignorancia de la gente, y así mientras exista una elite de quintrales hipócritas en el poder político, los guardianes de la ciudad (Thumos) seguirán siendo manipulados en su ignorancia por aquellos hombres de naturaleza concupiscible o apetitiva: Epithumia.
Las elites financieras que compran, controlan y manipulan el poder político y las policías a nivel mundial, no requieren de fuerza pensante, sino de fuerza bruta que actúe por instinto y sumisión; entre menos pensante sea una policía, mejor será para los quintrales detentadores del poder financiero.
Una buena, eficiente, eficaz y perfecta policía debe siempre y en todo momento ejecutar, jamás nunca pensar. Su accionar debe ser en función de estímulo-respuesta, propio del condicionamiento clásico demostrado por Iván Pávlov.
Empero lo anterior, no es menos cierto que existen ciertas policías a nivel mundial que progresivamente han ido incorporado en su genética institucional aspectos propios del alma racional, cultivando así virtudes controladoras tales como sophia o phronesis, caso chileno es el de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI).
Siguiendo el neologismo acuñado por Richard Dawkins en su obra El gen egoísta (1976), el actual meme de Carabineros, es decir, su unidad teórica de información cultural transmisible de un individuo a otro, de una generación a la siguiente, y de una mente a otra, hace que actualmente resulte una perfecta utopía el pensar en una reforma a Carabineros de Chile, sin pensar y tener presente la naturaleza e influencia de Thumos y Epithumia, y la falta de Nous, explicados en la República de Platón.
Lo cierto es que, dada la actual capacidad intelectual y moral de las fuerzas de Carabineros de Chile, se hace imposible una reforma institucional, pues en sus integrantes se hace del todo aplicable la máxima grabada en la Universidad de Salamanca: «Quod natura non dat, Salmantica non praestat».