Nací en Chile, la supuesta copia feliz del Edén. Bueno, en ocasiones es bueno soñar.
Mi biografía es simple pues pienso que la vida humana es demasiada compleja, misteriosa, bella y apasionante para encerrarla en unas cuantas líneas muchas veces inspiradas por el ego.
Comencé buscando en lo complejo la simpleza de la vida. Mi vida universitaria me llevó del dogma a la razón, descubriendo que mi pasión en la vida estaba en la filosofía y en el libre pensamiento.
Me mueve un interés profundo por el estudio y la comprensión de la naturaleza humana. En tal búsqueda me inspira la vida y filosofía de Bertrand Russell, particularmente en su poema Para lo que he vivido, el cual identifico con mi filosofía de vida: «Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad».
Soy de pensamiento agnóstico pues de ser ateo caería en el dogma y el dogma conduce al oscurantismo de la razón.
Ante el camino de la vida y sus opciones entre víctima y aprendiz, elegí el camino de aprendiz.
Una vez leí palabras de gran sabiduría, que hoy dejo a quién visite estas líneas: «Todas las cosas son transitorias, la vida humana es frágil, y los hombres trascendemos en nuestras obras y en el recuerdo de nuestras virtudes».