Isaiah Berlin fue un politólogo, filósofo e intelectual agnóstico y judío. Destacó sobre todo como historiador de las ideas, pero fue también profesor universitario y diplomático.
Nació en Riga, Letonia, el 6 de junio de 1909, en una familia acomodada cuando Letonia pertenecía al Imperio Ruso, en un parto que le dejó casi inutilizado el brazo izquierdo. En un sentido estricto, entonces, fue ruso y letón y más adelante ciudadano británico.
De niño aprendió ruso, letón y alemán, aunque su identificación literaria era sobre todo con el ruso. Pudo conocer personalmente a la gran poetisa rusa Ana Ajmátova y al gran novelista Boris Pasternak. Más tarde aprende el inglés en Inglaterra. Y llegó a hablar el francés, el alemán y el italiano. Sabía el hebreo, el latín y el griego antiguo.
Siendo un niño, en 1915 se trasladó a San Petersburgo, Rusia y allí vivió las revoluciones de Kerensky en febrero y de Lenin en octubre de 1917. Es posible que de esas experiencias nazca su animadversión a todo tipo de violencia, a las dictaduras de cualquier orientación, a los totalitarismos de diferentes signos. Y es posible que de tales vivencias de infancia haya nacido la motivación para su primer gran libro sobre Carlos Marx publicado en 1939.
En 1920, la familia de Isaiah huyendo del hambre regresó a Riga y allí en el tren fue víctima de insultos antisemitas que le enseñaron que no era ruso, ni letón, sino judío, una identidad que le marcó toda su vida. Aunque no fue religioso, siempre cumplió con las prácticas culturales de su pueblo.
Parece que no se sintió muy cómodo con el nuevo régimen marxista y leninista porque, en 1921, emigra a Inglaterra y se matricula en el Corpus Christi College de la Universidad de Oxford. En Oxford llega a ser profesor de Teoría Política y Social de 1957 a 1967. Fue el primer judío en ser becado en el All Souls College de Oxford.
En 1942, ya tenía la ciudadanía británica y, en medio de la Segunda Guerra Mundial, ingresó al servicio exterior como primer secretario de la embajada inglesa en Washington DC. Desde allí, escribe informes y análisis que son del agrado del primer ministro Winston Churchill. Después de su experiencia diplomática regresa a Oxford concentrándose en el estudio de la historia de las ideas políticas.
Viajó frecuentemente a Jerusalén. Pasa semestres enteros como profesor invitado de universidades norteamericanas, sobre todo en Harvard.
En 1956 se casó con Aline Halban, una aristocrática judía francesa.
Fue miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias desde 1957.
Es muy interesante conocer cómo define a Berlin el escritor e intelectual Mario Vargas Llosa:
La más sorprendente característica de este pensador es —a simple vista— la de carecer de un pensamiento propio. Impresión rigurosamente falsa, claro está.
Isaiah Berlín fue un demócrata y un liberal, uno de esos raros intelectuales tolerantes, capaces de reconocer que sus propias convicciones podían ser erradas y acertadas las de sus adversarios ideológicos.
Además de sabio y modesto fue un gran liberal.
El liberalismo de Berlin consistió, sobre todo, en el ejercicio de la tolerancia, en un permanente esfuerzo de comprensión del adversario ideológico (Vargas Llosa, M., 2018, pp. 235-279).
La obra de Berlin fue amplia pero muy dispersa en artículos, aunque se destacan los siguientes textos: Carlos Marx (1939), El erizo y la zorra (1953), Dos conceptos de libertad (1958), Cuatro ensayos sobre la libertad (1969), Conceptos y categorías (1978), Contra lo actual: Ensayo sobre la historia de las ideas (1979).
Es famosa su conferencia «Dos conceptos de libertad», distingue entre la libertad positiva, que es el afán del individuo de ser su propio amo, y la libertad negativa que consiste en la libertad del individuo para elegir cómo administrar su vida sin coacción de otros. Según Berlín ésta segunda es la libertad propia del pensamiento liberal.
Berlin fue presidente de la Academia Británica entre 1974 y 1978 y distinguido con el Premio Erasmus en 1983. También fue el Premio Jerusalén en 1979. Fue también Comendador de la Orden del Imperio Británico. Recibió Doctorados Honoris Causa y otros galardones en numerosas universidades tales como Yale, Johns Hopkins, Tel Aviv y Hebrea de Jerusalén.
Durante toda su vida no se interesó mucho en publicar o divulgar sus escritos y nunca escribió ni diarios ni una autobiografía.
Isaiah Berlin, uno de los grandes historiadores de las ideas políticas y pensadores del siglo XX, falleció en Oxford, Reino Unido, el 5 de noviembre de 1997.
Nota
Vargas Llosa, M. (2018). La llamada de la tribu. Madrid: Alfaguara.