El año 1985 fue sumamente importante para mí. Nació mi hija mayor, Daniela Carolina, y, pocos meses después, disertaba sobre ciertas avispas parasíticas ante un jurado de cuatro expertos, cumpliendo los requisitos para que la Universidad de Georgia, en Athens, me otorgara el MSc en entomología. Ese año, esta, la primera universidad pública de la nación, cumplía 200 años de fundada. Los títulos otorgados a quienes nos graduamos ese año fueron impresos en papel cebolla, e impresos en latín, a la usanza de los primeros otorgados en dicha casa de estudios.
Ese mismo año, tuve la suerte de ver por vez primera algunas excelentes reproducciones de láminas de insectos pintadas por el naturalista John Abbot (1751-1840/41). Ya hacía un par de años que venía escuchando sobre el naturalista y había podido ver algunos libros mostrando reproducciones de aves por él pintadas.
¿A qué viene todo esto? Desde hace algunos meses, he estado pensando en curiosas coincidencias. Desde el 2019, Junto con tres amigos hemos estado enfocados en elaborar un manuscrito sobre el naturalista martiniqueño, Théophile Raymond (18??-1922). Discutimos y presentamos varias láminas inéditas elaboradas por él entre fines del siglo XIX y comienzos del XX. Raymond fue quien primero intentó elaborar un libro sobre insectos de Venezuela, especialmente mariposas y polillas; fundó la segunda sociedad de ciencias naturales del país, publicó trabajos sobre diversos tópicos científicos, pero es aun virtualmente desconocido. Abbot también. Aunque conocido en ciertos círculos naturalistas de su época y de quien se ha escrito con relativa profusión en las últimas décadas, ha permanecido casi «escondido» del público general.
John Abbot nació en la parroquia de San Jorge, al oeste de Londres, el 31 de mayo de 1751. Aunque el propio John, en nota autobiográfica, indica que nació el 1 de junio. Fue el segundo hijo del abogado John Abbot y de Ann Clousinger, quienes habían perdido a su primogénito. Luego de John, nacerían dos niñas, Elizabeth y Charlotte, y otro varón, Thomas. La familia contaba con buenos medios económicos y el joven fue educado en casa. Sus padres disponían de una muy completa biblioteca y poseían varias obras de arte pintadas por excelentes pintores de la época y la región. Tales obras, escritas y pictóricas, estimularon la curiosidad del joven, quien desarrolló una temprana afición por la lectura, el dibujo y la pintura.
Igualmente, el joven desarrolló un inusitado interés por los insectos. Comenzó a recolectarlos, a criarlos, sin conocimiento entomológico. Recolectando insectos, conoció a un tal «Sr. Van Dest» [posiblemente el pintor holandés Adriaen Van Diest (1656-1704)] «pintor de flores», quien le invitó a ver su colección de insectos, regalándole algunos y mostrándole el tipo de malla que debía usar para recolectarlos. Abbott combina así sus dos pasiones tempranas, según Ronald Wilkinson:
Abbot's earliest surviving entomological watercolours were executed in 1766. Although they are not as detailed and highly finished as his work of only a year later… they reveal … that in the spring and summer of 1766 he was taking Lepidoptera with a net … He captured a number of butterflies... The 1766 drawings include common moths and beetles, a study of tipulids… and various aquatic insects, as well as spiders and phalangids… his methods and observations were becoming more sophisticated… He may have been rearing Lepidoptera successfully from larvae; he had obtained a second net for collecting in ponds and streams; he was searching for insects on plants and in dung; and he noticed that one of his beetles… was "much infested with small brown Ticks [mites]".
El joven también conoció a dos importantes naturalistas británicos, el entomólogo Dru Drury (1724-1803) y el ornitólogo George Edwards (1694-1773). Contactaría con Henry Smeathman (1750-1787), naturalista muy reconocido. Las habilidades de Abbot como ilustrador de insectos en sus diversos estados de desarrollo, además de sus plantas hospederas, se iban perfeccionando. Para 1772, cumplidos sus 21 años, Abbot ya había desarrollado grandes habilidades como ilustrador y llevaba años estudiando la metamorfosis de numerosos insectos. El libro de Robert Beverly de 1705, The history and present State of Virginia in four parts, lo motiva a emigrar hacia el nuevo mundo. Así lo confiesa en su inconclusa autobiografía:
In the beginning of the year 1773, I was determined to come to America, but what part to choose was the only matter to determine on. … I had met with a hist of Virginia painted in such glowing Colours, & the Voyage there being much shorter, I determined on Virginia.
Reconocidas sus habilidades como naturalista, entomólogo y pintor, apenas se supo que el joven viajaría a Norteamérica, la Royal Society, Dru Drury y el botánico Thomas Martyn (1735 – 1825) lo comisionaron a recolectar ejemplares en el nuevo mundo. Arribó a Virginia en septiembre. Se alojó en la propiedad de Parke y Mary Goodall, en el condado Hanover, a unos cuantos kilómetros río arriba de la desembocadura del río James. Abbot conoció a la pareja en el barco que los trajo desde Inglaterra.
Vivió con ellos dos años, realizando un estudio geológico de la región. Además de recolectar, pintó unas 570 especies diferentes de insectos, principalmente mariposas y polillas. Perfeccionó sus técnicas de montaje y envío, sujetando los ejemplares con alfileres, rellenándolos con algodón para crear una apariencia realista antes de colocarlos en una caja de madera forrada de corcho, en cuyo fondo falso colocaba sus ilustraciones. Este método de embalaje y envío protegía y ocultaba las ilustraciones, evitando así la inspección aduanal y los consiguientes impuestos.
El año siguiente a su llegada, Abbot se sintió algo desilusionado por no haber encontrado la cantidad de insectos que había imaginado. Igualmente, de tres colecciones de insectos enviadas a Londres, solo una llegó a salvo. Uno de los lotes de insectos se perdió cuando la nave que lo llevaba naufragó cerca de las costas inglesas. Igualmente, un segundo envío se perdió durante una tormenta que hundió al bote que lo llevaba a la nave que lo llevaría a Europa.
Abbot conoció a William, primo de Parke, quien había vivido en Georgia y recordaba con afecto sus tiempos en la región, deseando regresar. El entusiasmo de William motivó a Abbot, quien decidió mudarse a Georgia. Otra de las razones que motivó tal decisión, fue el comienzo de la Guerra Revolucionaria (1775-1783). Abbot dependía de sus conexiones británicas para su sustento. En Virginia operaban numerosas actividades revolucionarias, mientras que Georgia era ligeramente neutral.
Junto con William, su esposa y un joven ayudante, salieron de Virginia en diciembre de 1775, en medio de una creciente tensión entre Inglaterra y las colonias estadounidenses. Una vez en Georgia, se estableció en Brier Creek, en la parroquia de San Jorge, hoy el condado Burke, a poco menos de 50 kilómetros al sur de Augusta. En esta zona, los familiares de la esposa de William, apellidados Moore, poseían tierras, e invitaron al grupo a quedarse en su casa, mientras William construía la suya en terrenos adyacentes. Abbot permaneció con los Goodall por algún tiempo, compró luego unos terrenos y se casó con Sarah Warren en 1779. De dicha unión nacería John Abbot Jr.
Desde sus días en Virginia y ahora en Georgia, Abbot se dedicó a recolectar ejemplares diversos de fauna y pintaba láminas de aves, insectos, arañas y plantas. Elsa Allen, en su biografía sobre el naturalista indica que:
Abbot appears to have been wholly devoted to his work without the thought of making more than a most modest living through the sale of his drawings and specimens. Most of his materials went through the hands of his dealer in London, John Francillon...
Abbot's bird and insect specimens and drawings were sold to the principal collectors and fanciers of Europe… he received but a pittance for his work; even the most detailed and accurate drawings of insects brought him only six pence.
Abbot permaneció en Georgia hasta su muerte. Junto con su esposa e hijo, vivieron al norte de Brier Creek, dedicados a la agricultura de subsistencia. Trabajó como maestro en la escuela del pueblo. En 1806, se mudaron al condado Chatham y, luego de la muerte de su esposa en 1817, partió al condado Bulloch. Abbot exploró buena parte del estado, anotando lo que observaba de manera meticulosa. En el puerto de Savannah enviaba y recibía su correspondencia, comisiones y los materiales utilizados en su trabajo. Naturalistas europeos y norteamericanos lo mantenían constantemente ocupado con sus demandas.
Su hijo se convirtió en abogado, dedicándose al comercio, incluyendo esclavos. Fue llevado a la cárcel en 1819 debido a una deuda. Se piensa que su padre pagó la misma, afectando sus finanzas tremendamente. John Abbot Jr. murió en 1826. El naturalista se mudó a una cabaña en los terrenos de su amigo, William McElveen, desde donde continuaría recolectando ejemplares localmente hasta su muerte a fines de 1940 o comienzos de 1941.
Abbot nunca publicó sus notas, apuntes y observaciones, aunque si suministró sus ilustraciones a varios autores. El único libro que lleva su nombre es The Natural History of the Rarer Lepidopterous Insects of Georgia, cuyo primer autor es James Edward Smith (1759-1828), cofundador de la Sociedad Linneana de Londres. Este libro, hoy una rareza, presenta 104 acuarelas pintadas por Abbot. La mayoría del manuscrito está basado en las anotaciones de Abbot.
Las láminas de Abbot no solo son hermosas y agradables a la vista, sino que son también científicamente precisas. Sus imágenes de aves son tan o mejor conocidas que las de los insectos y fueron realizadas mucho antes que las de Alexander Wilson (1766-1813) o las de John James Audubon (1785-1851).
De acuerdo con Hank Wayne Leibee, las ilustraciones de Abbot aparecen en libros y artículos tales como Histoire generale et iconographic des lepidopteres et des chenilles de I'Ameriqule Septentrionale (1833) de Jean Baptiste Boisduval (1799-1879); Zoological illustrations (1820-1821) de William Swainson (1789-1855); Edward Doubleday (1810-1849) publicó sus trabajos usando láminas de Abbot en The Entomologist (1840). Charles Athanase Walckenaer (1771-1852), describe varias especies de arañas en su Histoire naturelle des insectes: Apteres (1847), usando láminas de Abbot.
Thomas Martyn (1735-1825) en Psyche (1797), ilustró insectos recolectados por Abbot. Johann Christian Fabricius (1745-1808) y Jacob Hübner (1761-1826) publicaron descripciones de insectos basados en ejemplares preparados por Abbot.
I was now settled in Georgia… I might now take leave of my notes, but as the first years of my living in Georgia contains much more of Adventure… When I am again settled, I will continue… with the many curious Anecdotes of the Times… if I had the Genius of a Scot or Bulwar, to colour some parts highly… it might make and amusing Novel…
John Abbot, el naturalista con un inusitado interés por los insectos, fue enterrado en una tumba anónima en el cementerio de la familia McElveen. En 1957, un cenotafio, incluyendo una placa de bronce con su autorretrato fue erigido en el lugar.
Notas
Allen, E. G. (1957). John Abbot. Pioneer Naturalist of Georgia. The Georgia Historical Quarterly. 41(2): 143-157.
Calhoun, J. V. (2013). Remarks about the life and death of John Abbot (1751-c.1840). Southern Lepidopterists’ News. 35(1): 44-52.
Calhoun, J. V. y Johnston, D. W. (2010). John Abbot, the English Naturalist-Artist, in Virginia. Banisteria. 35: 3-10.
Ewan, J. (1985). The Natural History of John Abbot: Influences and some questions. Bartonia. 51: 37-45.
Gilbert, P. (1998). John Abbot. Birds, Butterflies and other Wonders. Londres: Merrell Holberton Publishers and The Natural History Museum.
Leibee, H. W. (2003). John Abbot of Georgia (1751-1840). A pioneering naturalist in America. Southern Lepidopterist’s News. 25(4): 108-117.
Wilkinson, R. S. (1984). John Abbot’s London years. Entomologist’s record. 96: 110-123.