Aficionado perenne a la fotografía, Franklin Mata Piedra, artista plástico costarricense, es fiel visitante y admirador del paisaje natural de Costa Rica. Lo puedes encontrar días enteros trabajando, en su mayor amor, el arte. Ahí, en su estudio se le van las horas entre trazos y colores, luz y sombra, alegría y sueños.
Casado con Silvia Elena Watson, es padre de tres maravillosos jóvenes, Silvia, Gloriana y Diego, quienes saben disfrutar su quehacer artístico y son la razón mayor de su vida.
A Franklin lo puedes encontrar subiendo montañas, escalando cerros, aquí en Costa Rica, donde la naturaleza es un bien protegido y valioso.
A continuación, Franklin Mata ofrece una interesante entrevista a Wall Street International Magazine.
Señor Mata, ¿qué es para usted la vida? ¿Cuál es su filosofía?
Interesante pregunta y difícil en estos tiempos, pero si no fuera por mi pintura y mi bella familia y mi manera de vivir, esto no tendría sentido. Pero para saber entenderlo bien, solo con Dios podremos seguir, Él es nuestro guía. La vida es linda, es solo saber disfrutar esos momentos que te llegan, saber entender que las cosas bellas casi nunca se repiten. Todo tiene su día, la hora y el momento. Son colores que muy fácilmente se pueden desvanecer, no perdamos la oportunidad de disfrutarlos y saber sonreír.
¿Se puede desprender de la cosmovisión de un artista el tipo de arte que realiza?
El arte, en uno de sus aspectos y sus variaciones, constituye una manera, una vía de expresión de imágenes y formas con las que el artista, el hombre, puede representar y entender el mundo. Es por eso por lo que la pintura siempre ha sido objeto de meditación no solo estética, su forma y color, sino también, filosófica. También, por eso, es muy difícil separarnos de la cosmovisión, ya que ello representa una real imagen de nuestras creaciones; es un entorno de como percibimos nuestro mundo. Siendo cada artista un verdadero portavoz en sus creaciones de cómo ve y siente el mundo.
Su arte, su pintura, ¿qué características tiene? ¿Cómo lo definiría?
Me defino como un eterno admirador del surrealismo y seguidor del gran artista Salvador Dalí. Y bajo su influencia, jamás comparable, seguí sus colores, sus formas, su manera de ver el mundo, sus locas creaciones, tan bellas como únicas. Es de ahí, bajo su influencia como artista, que seguí mi camino para saber crear y definir un estilo; mi estilo propio, mis formas, mis líneas y mis colores. Puedo incursionar en diferentes temáticas, como es visto por los que siguen mi obra. Temas campesinos, propios de mi tierra, mi bello país Costa Rica, con temas referentes a la producción del café o bien temas y detalles de nuestras playas, pero jamás y nunca dejar de lado mi obra como tal, mi surrealismo; mi estilo envuelto en sus formas geométricas, muchas veces sintiendo una dimensión en sus formas, mi búsqueda de sujetos imaginarios, color y composición, mi manera de llevar al espectador mi obra. Además, como todo artista, conociendo y buscando formas de crear. Estoy en una etapa muy rica de ver, en el abstracto figurativo, una manera de expresar formaciones interesantes.
El surrealismo, que es una de sus corrientes en el arte, inició en el año 1924 en Francia. ¿Cómo ve el desarrollo del surrealismo en el mundo?
Inició en Paris, con el movimiento surrealista de André Bretón, quien llega a sentir que es el momento de crear un arte nuevo, diferente, bajo la inspiración del ser humano como tal; una búsqueda inquietante del sentir de los sueños y formas de ver la vida bajo la inspiración de los sujetos imaginarios, y entre más difícil y compleja sea la vida, la manera de vivir, de sentir, el artista seguirá creando bellas obras. Aunque el surrealismo tiene su óptica y su manera de percibirse, siempre será un reflejo de nuestro mundo y de sus variaciones políticas y culturales. Y mis respetos a los artistas de nuestra historia cultural que, de una u otra manera, por su color, imágenes y formas han ayudado a crear nuevos valores. Gracias a Salvador Dalí, André Bretón, Rene Magritte, Joan Miró, por citar algunos; mis respetos. Prácticamente el desarrollo del surrealismo se ve influenciado en todas las artes, como en la moda, en el cine, la poesía y la literatura. Es ahí donde vemos creaciones cada vez más fuertes, considerando el rol del nuevo mundo.
Sus pinturas, si bien son surrealistas, lo son en parte, porque tienen ciertos elementos que nos llevan a pensar en el arte figurativo… por ejemplo, las pinturas donde presenta bueyes y cuadros típicos costarricenses…
El surrealismo figurativo es un estilo muy propio, donde trato de representar mi obra, donde poco a poco voy creando una imagen, que me haga sentir creador de mis obras; de una obra muy mía. En la obra paisajista, lo que trato es de vivir mi entorno, como país, y parte de mi cultura.
¿Cuando usted pinta, se abstrae de la realidad, da rienda suelta al sentimiento al hacer su obra o es su trabajo más bien racional?
Totalmente me involucro en un sentimiento real, lleno de una historia sin contar y que, poco a poco, la voy desarrollando; una historia difícil de plasmar en un solo lienzo, una vida llena de sueños y aspiraciones lindas, de alegrías y fracasos, pero, feliz, y muy feliz de tener el don, pequeño o grande, pero ahí está listo para contar entre colores y formas. Mi obra, un sentimiento real de mis sueños, mi búsqueda de sujetos imaginarios.
Hay una cosa que me parece maravillosa que está ocurriendo en Costa Rica: estamos asistiendo a la unión de las artes, por ejemplo, la pintura, la música y la poesía; personas de estas disciplinas o artes están trabajando juntas. ¿Qué le parece a usted?
Me agrada mucho compartir con artistas en sus diferentes ramas; esto nos lleva, además de unificar las ideas y crear una obra en común, a compartir, a comunicarnos y saber entender la manera de expresión de cada uno; siendo esto algo que no es nuevo en mis creaciones, dado que ya he participado en uno de estos proyectos poéticos y musicales.
Señor Mata Piedra, ¿Cuál es el camino que llevan las artes plásticas en nuestro país? ¿Cuáles sus representantes más sobresalientes?
Estoy viendo y sintiendo un impulso muy grande en las artes de nuestra Costa Rica; a raíz de la pandemia, el arte nacional e internacional ha tomado mucha fuerza gracias a los promotores de arte que constantemente están mostrando de manera virtual, certámenes y exposiciones, y ayudando mucho a los jóvenes valores; mostrando obras y descubriendo grandes artistas. Considero que los representantes más sobresalientes en nuestro país, actualmente, son: Fernando Carballo, Miguel Hernández, Fausto Pacheco, Lola Fernández, Otto Apuy, Fabio Herrera, y otros más.
He visto su labor y lo que me llama la atención es la capacidad de trabajo suya. Usted casi que produce una obra al día…
No sé si se puede decir «una obra al día», esto lleva una preparación previa; muchas veces son sueños que traslado a bocetos, y voy creando formas y transfigurando, muchas veces por días para llegar a una sola idea; me pasa esto en todos los estilos que pinto. Además, amo pintar, amo producir y tengo mucha obra que voy mostrando constantemente en mis redes.
¿Cuál es la pintura que usted más ha amado en su vida?
A veces es muy difícil definir una como la mejor, dado que todas tienen un algo, ese algo que forma parte de tu historia; todas son como tus hijas, sin deseos de verlas partir, pero sucede. Son esas obras que llegan a ocupar un lugar muy especial en la sala de un coleccionista y es, justo ahí, donde toman un gran valor, porque están en el lugar que deben estar.
¿Podría contarnos detalles sobre su trayectoria, países donde ha realizado sus exposiciones, premios alcanzados en su labor de artista plástico?
Llevo una trayectoria llena de muchas obras, llena de mucha gente linda que ama mis obras, una trayectoria de méritos, tal vez no tan importante para muchos, pero para mí que he disfrutado mi trabajo, no tiene precio.
Uno de mis primeros logros, lo viví a la edad de catorce años, en el Colegio San Luis Gonzaga, con mi primera exposición de arte, donde llegué a vender una obra a la esposa de un expresidente de la República. Otro logro que alcancé en el Colegio fue que participé en varios certámenes de «Costa Rica Joven», donde gané el primer lugar en color, con el mérito de obtener una beca en una universidad privada.
He participado en ocho certámenes de arte en parques nacionales y en gran variedad de exposiciones, tanto colectivas como individuales. He realizado exposiciones en México, Panamá, Guatemala, Estados Unidos, Bratislava y España.
Obras mías están en colecciones privadas en Alemania, Francia, Bratislava, Italia, España, México, Panamá, y otros.
He recibido premios y mérito, publicaciones en revistas, periódicos, medios radiales y televisivos, a nivel nacional e internacional y, actualmente, en redes sociales.
Entregué una de mis obras a una de las finalistas en el Certamen de Miss Europa 2019.
Obtuve el primer lugar y publicación de la portada de una de mis obras en la Antología de Poetas y Escritores Alas Latinoamericanas, con poesía y arte latinoamericano. Gané el primer lugar en el certamen de obras sobre patrimonio histórico. Además, tengo publicaciones de mis obras en múltiples libros en Costa Rica. Y podría seguir enumerando, pues soy dueño de un amplio currículo.
Es así como nos despedimos de este magnífico y prometedor artista costarricense, en su estudio, donde entre obras, pinceles y colores, Franklin Mata Piedra expone su alma a aquel que llega, en una sola vista, a amar su arte.
Lo último que me contó fue que entre sus planes tiene escalar de nuevo próximamente el Cerro Chirripó, el más grande de Costa Rica, una de sus aficiones. De esta manera, asistimos al disfrute de la vida y obras de este magnífico artista costarricense.