La historia de los hombres es un instante entre dos pasos de un caminante.

(Franz Kafka)

¿Cuánto dura un instante? No hay una sola respuesta a esta interrogante, aunque todas incluyen a la brevedad como un elemento indispensable, lo cual nos deja en el mismo sitio porque la duración de lo breve también es relativa. Un instante comienza con un cambio repentino en el entorno o en una percepción a través de cualquiera de los sentidos, se desarrolla por un tiempo relativamente breve y finaliza cuando un nuevo instante asume el protagonismo.

Hay instantes brevísimos que apenas percibimos y se van sin dejar huella, como el ruido que nos perturba sin aparentes consecuencias o el pensamiento fugaz que desechamos. Otros suceden en cámara lenta, como la pirueta del bailarín que se queda suspendido en el aire o la pelota de baloncesto que se debate entre cobijarse o no en las redes. Algunos parecen eternos, como la espera ansiosa o la sensación de éxtasis que paraliza nuestros sentidos.

Algunos instantes son muy personales, íntimos mientras que otros son compartidos en pareja o por grupos locales, regionales e incluso universales. Nuestra memoria desecha la gran mayoría de los instantes, pero algunos de ellos quedan grabados con tinta indeleble. Solo basta recordar cuando nos preguntan: «¿Qué estabas haciendo cuando…?». Y de inmediato nos transportamos al instante que nos describen a continuación.

Al igual que podemos representar una imagen mediante una colección de puntos, podemos también representar el tiempo, o el transcurrir de nuestra vida que viene a ser lo mismo, como una colección de instantes. Los puntos en la imagen tienden a ser del mismo tamaño aunque de diferentes matices. Los instantes, por su parte, son caprichosos tanto en los matices como en su extensión. ¿Cuántos instantes caben en un minuto, en un día en una vida?

Nuestra existencia es tan corta o tan larga como cada individuo la perciba. Si la comparamos con el infinito, sin embargo, es apenas un minúsculo instante en el devenir del universo.

La vida es una sucesión de instantes. La mayoría pasan inadvertidos y otros nos afectan conscientemente, pero todos tienen el poder de cambiar el rumbo de nuestra existencia. Un sonido cualquiera puede sacarnos de concentración y cerrar el paso a una idea que estaba a punto de florecer o puede ser el detonante para abrirle paso a otra idea que estaba esperando por un estímulo. Si ahondamos en el concepto del efecto mariposa debemos concluir que el rumbo de nuestra existencia está determinado por cada instante que vivimos, los nuestros y los de toda la humanidad. Ni más, ni menos. Esto significa que el futuro del ser humano, como individuo y como colectivo, está condicionado por la suma de todos los instantes individuales.

Lo que llamamos intuición no es más que un instante en el que nuestra mente analiza nuestras experiencias y razona sin que nos demos cuenta, haciéndonos conscientes de una percepción que nos guía en nuestro proceder inmediato.

Muchos instantes tienen su origen en nuestro entorno, no tenemos ningún control sobre ellos y sin embargo nos afectan. Algunas personas reaccionan de forma instintiva y se dejan llevar por las emociones que les produce. Otras deciden seleccionar su respuesta y son capaces de manejar sus emociones. La calidad de vida, la propensión al éxito y a la felicidad, están condicionadas en gran medida por nuestra forma de reaccionar.

Otros instantes comienzan en nuestro interior: Un llamado, una señal, un pensamiento que se asoma, una idea que se nos ocurre de repente, un recuerdo que nos motiva. Algunas veces les cerramos la puerta en la cara a estos instantes y otras damos inicio a una sucesión de instantes que pueden tener un potencial inmenso. De nuevo, la decisión es personal.

Cada individuo podría elaborar una lista de los instantes que lo marcaron y no habría dos listas iguales. A continuación ofrecemos una pequeña colección de instantes, históricos o cotidianos, internos o externos, con potencial de cambiar el rumbo de una vida o de la humanidad.

El comienzo de todo

En un instante...

...una explosión que hoy continúa expandiendo su onda indetenible para unos o un acto divino para otros, transforman la nada, o el algo original, en materia, energía y tiempo. De esta forma comienza la sucesión de instantes que nos han traído a lo que hoy somos.

El milagro de la vida

En un instante...

...dos células se encuentran frente a frente después de sobrevivir a sus particulares odiseas y, en abierto desafío a las leyes de los números, hacen que uno más uno sea igual a un uno nuevo, original e irrepetible y en una sucesión de indetenibles instantes, un nuevo ser humano se va construyendo pieza a pieza.

...una señal indica que la hora ha llegado y da inicio a una serie de instantes que llevan al momento de ver la luz. El milagro de la vida, anunciado por el llanto liberador, se ha vuelto a consumar.

...un primer contacto físico enlaza dos corazones para toda la vida.

Nada fue igual

En un instante...

...un espécimen da un salto evolutivo y da inicio a la historia de la humanidad.

...un ser humano emite un sonido que es reconocido por un semejante y de esa forma da inicio al lenguaje hablado.

...el resultado de un acto humano, casual o deliberado, origina fuego, fenómeno antes reservado a la naturaleza.

...un objeto cualquiera es transformado en uno distinto que será usado para construir o destruir y allí nace la primera herramienta.

...unos símbolos son plasmados en una superficie y así se da inicio a la escritura.

...dos o más objetos son ensamblados en sinergia mediante un acto creativo y así nace la primera máquina.

...un objeto, original o transformado, es usado como arma para causar daño o despojar de la vida a otro ser viviente.

...una chispa de ingenio, unas hábiles manos y las herramientas a disposición hacen realidad la primera rueda.

...un creador imagina una melodía, una imagen en dos o tres dimensiones, un poema, un relato, un regalo cualquiera para los sentidos, una obra de arte, y el producto de ese acto creador, deleita y humaniza a todo aquel que se rinde a su hechizo particular.

...surge en la mente de un ser humano una imagen, una idea, un imposible, una solución que se hacía esquiva, aquel momento de inspiración que Arquímedes celebro con su mítico ¡eureka! y hoy llamamos insight. Todas las creaciones del ser humano han tenido su ¡eureka! particular. Gracias a estos maravillosos instantes, el desarrollo de nuestras capacidades se potencia con el uso cotidiano de los ordenadores, las telecomunicaciones, el Internet, los teléfonos inteligentes y una lista interminable de innovaciones y soluciones en todos los campos del quehacer humano que representan progreso y bienestar.

Todo no es de color rosa

En un instante…

...la naturaleza se rebela y con la fuerza destructiva del movimiento, del fuego, del viento o de las aguas nos coloca en nuestra verdadera dimensión de frágiles habitantes de un planeta que nos acoge.

...un individuo, revestido de poder, declara una guerra o una masacre y la población de uno o varios colectivos sufre sus graves consecuencias y se reduce de forma considerable o simplemente desaparece.

...un descuido, un error, un evento inesperado, da inicio a un accidente que puede resultar inocuo, catastrófico o cualquiera de sus matices.

...un organismo, antes inofensivo, asume de forma natural o manipulada la condición de virus y en una sucesión exponencial de instantes hace tanto daño como se lo permitimos.

Lo cotidiano

En un instante...

…un estímulo sensorial nos transporta al pasado y reproducimos la emoción original.

…surge una idea, un *insight, y optamos por cerrarle la puerta o dar paso a los instantes que tienen el potencial de hacernos crecer de forma espiritual, material o intelectual.

…decidimos proceder en lugar de postergar, o viceversa, y nunca sabremos qué hubiera pasado si la decisión hubiera sido distinta.

…ejercemos el poder que llevamos dentro para cambiar una emoción que nos detiene por otra que nos impulsa.

…continuamos en lugar de rendirnos y eso nos lleva a lograr lo que habíamos soñado.

…decidimos abrir una ventana y comunicarnos y así establecemos una relación de consecuencias impredecibles que nos habíamos negado.

…vencemos el temor que nos paraliza y encontramos que nuestro horizonte se amplía.

El final

En un instante...

...se nos va la vida.