¿Quién de nosotros no busca la paz y la armonía?
Y si buscamos paz y armonía, ¿por qué es? Porque carecemos de ello.
Cada día es un experimento de agitación, de irritación, de contradicciones que nos acompañan, de ruido, de sufrimiento. Todo ello no nos lo quedamos nosotros sino que, además, lo vamos compartiendo y haciendo extensible a los demás. Y así conseguimos, como si de un reto se tratara, terminar todos irritados mientras unos a otros nos vamos irritando más y más.
Escribo esta reflexión tras volver del campo, siempre mis campos. Volver de estar en contacto con lo natural, lo esencial, suele aportar sentido a lo que hago y al que llego siempre totalmente desorientado.
Vivir en paz y descubrir quiénes somos
Vivir en paz con nosotros y en paz con los demás parece un reto difícil de cumplir. Lo es.
¿Pero cómo podemos hacerlo?
Primero tendríamos que conocer la razón básica de nuestra agitación, la causa del sufrimiento que nos acompaña.
Todos, cada uno de nosotros, nos damos cuenta que nos sentimos alterados en cuanto generamos esos pensamientos negativos o contaminantes en nuestra mente. Así no podemos tener paz ni ser capaces de vivir en armonía.
El primer paso para encontrar esa paz es descubrir quiénes somos.
Descubrir quiénes somos, en realidad es nuestro mayor misterio. Nos asusta.
Si te encuentras mal, si estás en modo negativo, lo que verás en ti normalmente será una mierda. Verás todo lo malo que hay en ti, lo gilipollas que eres, las oportunidades que has perdido. En fin, te verás como una especie de ser miserable y monstruoso.
Por ello, aunque soy consciente de su complicación, cuando vivimos una situación que podría llamarse, o ser, adversa, debemos encender esa pequeña lucecita que todos llevamos dentro y preguntarnos el por qué de ello.
Preguntas necesarias para saber dónde está nuestra felicidad
¿Por qué estoy dónde estoy?
¿Qué he hecho para estar dónde estoy?
¿Qué no he hecho y debería haber hecho?
Nuestras respuestas siempre son caminos.
Huimos de hacernos preguntas. Nos aterra saber de nosotros.
No queremos ser responsables, preferimos culpar a los demás de nuestras desgracias, de nuestras situaciones.
No queremos ser líderes de nosotros mismos, preferimos que otros lo hagan por nosotros y así podremos seguir quejándonos.
¿Qué queremos?
¿Quién somos?
¿Queremos ser o hacer aquello que otros quieres que seamos o hagamos?
Y esto lo dice alguien que con 51 años todavía decide muchas cosas pensando en el qué opinan los demás.
¿Por qué no hacemos, de una puñetera vez, aquello que realmente nos hace felices?
Cuando hacemos cosas que no nos hacen felices, que nos sentimos obligados o forzados a hacerlo, por lo que sea, invertimos demasiada energía y lo único que puede provocarnos esto, entre otras cosas, es que no durmamos bien por las noches.
Sé humilde contigo.
Sé honesto contigo.
¿Qué quieres en tu vida?
¿Qué te frena no llegar ahí?
¿Cuáles son esos valores que te hacen Ser?
¿En los años que te queden, que siempre espero sean los más, qué experiencias quieres vivir?
¿Qué cargas debes ir quitando de tu mochila para seguir tu camino?
¿Qué quieres hacer con tu vida? Hazlo.
Sé muy sincero contigo. No te engañes.
La primera y principal mentira que existe en nuestras vidas es aquella que hacemos con nosotros mismos.
Cuando nos miramos al espejo y vemos que somos una mentira eso nos incomoda.
Cuando otros nos lo dicen o recuerdan, eso nos hace todavía más daño porque es entonces cuando nos damos cuenta de que no somos quienes realmente sabemos podríamos ser o quisiéramos ser.
Somos culpables de nosotros.
Somos fruto de nuestra propia mentira.
Nunca es tarde para vivir
Pero nunca es tarde. Nunca, aunque creamos que hemos llegado a una edad en la que ya no hay marcha atrás, es tarde.
Vivir es caminar con tu Verdad. Vivir es no dejarte llevar por los demás y ser honesto, primero, contigo. Vivir es escuchar tu corazón y taparte los oídos a aquellos que te dicen que no puede ser, que no se puede cambiar, que es imposible.
Vivir es perseguir aquello que te apasiona sin mirar atrás.
Vivir es seguir tu camino y no el que llevan los demás.
Dentro de ti están todas las respuestas. Dentro de ti están todas las verdades.
Relájate. Pregúntate. Escúchate.
Responde.
No te precipites. No hay ninguna prisa para hacer las cosas bien. Tal vez, hasta ahora, lo mal que lo hayas podido hacer ha sido por correr.
Últimamente ando, en un análisis profundo sobre la relación que existe entre lo que pensamos y lo que hacemos, lo que hacemos y lo que pensamos.
El funcionamiento de nuestras emociones, nuestros pensamientos, el cómo y por qué se crean, la repercusión que tienen en nuestras vidas y poder de nuestra mente sobre nosotros, es algo realmente fascinante.
Somos esas personas, únicos y capaces de determinar los pensamientos que queremos crear sobre nosotros.
Lo que percibimos no es la realidad, lo que percibimos es lo que nuestros pensamientos quieren que percibamos y de ahí nuestras acciones.
Por eso es tan importante que visualicemos claramente lo que queremos, que no dejemos que nadie intoxique nuestro camino.
Creer en nosotros, en ese poder que todos tenemos, en nuestras posibilidades.
Nuestros pensamientos y creencias influyen en nuestras vidas. Pueden manejar nuestra vida si no somos capaces de controlarlos.
Controla tu presente
Tu presente es lo que piensas y crees.
Si quieres cambiar tu presente tendrás que cambiar lo que piensas o crees hoy. Elige tus pensamientos. Sólo tú puedes hacerlo.
Nuestra mente es la única culpable de que no seamos felices.
Céntrate en ti.
Puedes cambiar tu vida si cambias tu manera de pensar.
Tú eres quien lleva las riendas de tu vida, nadie más. Con tus errores y tus aciertos.
Ante cualquier situación, decide tú. No dejes que nadie decida por ti.
Tú puedes.
¿Escribe qué puedes hacer hoy para tomar el control de tu vida desde este momento?
¿Qué puedes hacer hoy para acercarte allí donde quieres llegar?
¿Qué puedes hacer hoy para conseguir esa Paz Interior que anhelas y ser más feliz?
¿Qué quieres?
¿Qué deseas?
¿Qué esperas?
¿Dónde quieres ir?
¿Qué proyecto de vida quieres?
Buscando la transformación
No tengas prisa, no corras. A lo mejor ya has cometido demasiados errores en la vida como para cometer más. No hay por qué. Tómate el tiempo que necesites y decide.
Lo más importante que puedes tener en tu vida es tener un proyecto de vida.
Deja de hacer hoy lo que no quieres seguir haciendo.
Todos podemos cambiar, todos podemos hacer nuestra vida mejor, poco a poco. Todos podemos transformarnos.
Transfórmate.
La calidad de tu vida siempre será proporcional a la calidad de tus pensamientos y emociones.
Ni riqueza, ni poder, ni dinero, ni fama, ni el mejor trabajo del mundo, te aportan felicidad. La felicidad te la aporta tu interior.
La mente cambia según nuestros pensamientos.
No puedes estar constantemente en guerra contigo mismo.
Podemos caer mil veces en la misma piedra pero debemos, mil y una vez, creer en la segunda oportunidad.
Pensamientos. Pensar.
Toda oportunidad perdida termina por pasar factura.
¿Qué quiero?
¿A dónde voy?
Eternas preguntas que todos deberíamos tener clara la respuesta.
Simplemente sé tú
Soy de esas personas que piensan tanto la cosas, que dan una y mil vueltas, que estudian minuciosamente todo lo negativo por encima de lo positivo, que cuando me doy cuenta ha pasado la vida.
Tuve un tiempo en el que caminaba sin pensar en las consecuencias. Y así me fue.
Dejar de juzgar, dejar de etiquetar, dejar de comparar las cosas...
Todo es como es, ni es bueno ni es malo, simplemente es.
No te recrimines, no te exijas más.
Los pensamientos solo tienen la importancia que tú les otorgues.
Si no das poder a tus pensamientos comenzarás a manejar tu Ser.
Ábrete a recibir todo lo que surja y como surja. No pongas condicionantes.
Busca tu silencio. El silencio del Ser. Encuentra el el sentido de tu Ser y llegarás a controlar lo que piensas.
El silencio es pensamiento puro, en Paz.
Cada una de nuestras situaciones en la vida son reflejo de cómo actuamos a partir de nuestros pensamientos. Mientras no seamos capaces de cambiar esto, continuaremos en el error.
Por eso, no tengas prisa.
Para ser libre tienes que pensar con lucidez.
Deja de vivir desde el pensamiento y comienza a vivir desde tu interior, desde tu consciencia. La vida despierta no tiene que ver con todo lo que pensamos y que sabemos nos ha llevado al error.
¿Sabes qué es vivir en paz?
Búscalo.
Vive lo que eres, no lo que piensas debido a todas esas creencias que te han acompañado hasta aquí y que no te han dejado Ser.
Simplemente Sé Tú.