La leyenda de la danza en América lleva el nombre de Alicia Alonso: coreógrafa, fundadora y primera bailarina absoluta del Ballet Nacional de Cuba, gracias a su dedicación y su prodigiosa trayectoria en la compañía y, especialmente, en el universo del baile. A lo largo de los años, audiencias de todo el mundo han podido admirar con fervor sus majestuosas creaciones.
Creo que a través de las artes en general, y en especial a través de la danza, el ballet, se da una belleza, un sentido de creatividad, un sueño.
(Alicia Alonso)
Esta artista nació en La Habana, Cuba, el 21 de diciembre de 1920. A sus nueve años de edad, en 1929, inició su aprendizaje artístico en la Sociedad Pro- Arte Musical de la capital.
Desde su juventud, Alicia padeció de un defecto visual que jamás la detuvo a la hora de perseguir su pasión. Era parcialmente ciega, por lo que antes de sus presentaciones se solía posicionar distintas luces en escena para que la guiaran al bailar.
Uno piensa: «¿Qué tengo que hacer ahora? Tengo que hacer algo mejor, yo tengo que superarme, yo tengo que hacer algo mejor, hacer algo bien…». Uno no ve lo que ha hecho, sino que uno se pone a mirar qué es lo que tiene que hacer, los pasos que tiene que seguir de ahora en adelante, no lo que hizo.
(Alicia Alonso)
Se hizo mundialmente famosa al desempeñar la sustitución del rol principal en Giselle, debido a que el protagónico debía ser interpretado por la bailarina Alicia Markova y ella no pudo bailar. Gracias a tan inesperado inconveniente, Alonso fue reconocida desde entonces por ejecutar el personaje de la inocente y traicionada pueblerina del American Ballet Theatre, donde tuvo la oportunidad de trabajar con coreógrafos como Michel Fokine y George Balanchine.
En 1948, se originó el Ballet Alicia Alonso – actual Ballet Nacional de Cuba – y comenzó su primera gira internacional, la cual recorrió Latinoamérica.
A nivel nacional, la compañía ha recibido innumerables reconocimientos, medallas, trofeos y títulos. Entre ellos destacan la Placa «Mujer destacada en el Arte» – Federación de Mujeres Cubanas –, la Orden «Héroe Nacional del Trabajo» – Comité Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba –, las Llaves de la Ciudad y Título de «Huésped Ilustre» – Asamblea Municipal del Poder Popular –, etc. Internacionalmente, se le han otorgado masivas distinciones: la «Medalla de Su Majestad Elizabeth II» – Gran Bretaña, 1953 –, el Emblema del Teatro Bolshoi – Unión Soviética, 1958 –, etc.
El Ballet Nacional de Cuba ha llevado todo su talento alrededor del mundo. De hecho, en el año 2008 presentó su versión de Giselle en las instalaciones del Teatro Teresa Carreño – Caracas, Venezuela – y durante el 2012 llevó a cabo su primera visita a Sudáfrica.
Mucho después de haber bailado por última vez y con su visión dañada, Alonso explicaba a los bailarines de su compañía los pasos, los gestos y el estilo adecuado para las coreografías, mostrándolos con sus dedos largos y estilizados. Alicia Alonso falleció en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas – CIMEQ – de La Habana, a las 11 de la mañana del jueves 17 de octubre de 2019, a la edad de 98 años. Sin embargo, la bailarina aún constituye y seguirá representando una muestra perfecta de la firmeza y la pasión que caracterizan al latinoamericano.
Cuando yo bailaba, yo daba felicidad, alegría y, sobre todo, pensaba que estaba dando vida, porque como yo la sentía, yo la entregaba.
(Alicia Alonso)