Entre el 25 de abril y el 14 de mayo de este año tendrá lugar la 45ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires con Barcelona como ciudad invitada de honor.
Aun cuando estemos en los tiempos del libro digital y el mercado experimente un bajo interés por la literatura, las ferias internacionales del libro siguen siendo el punto de encuentro para los profesionales de este rubro. Latinoamérica pone en circulación no solamente su tradición literaria, sino también un vasto espectro de recursos que hacen del libro algo aún más atractivo.
Durante la última edición de la Feria Internacional del Libro de Fráncfort en Alemania — Frankfurter Buchmesse — tuvimos ocasión de entrevistar nuevamente a Oche Califa, ejecutivo de la Fundación El Libro, quien nos reveló detalles interesantes del evento editorial más grande de Argentina y más antiguo de Latinoamérica que este año celebra su edición número 45. Con él hablamos también de otros temas como: el libro digital y su efecto en los lectores, la inolvidable historieta Mafalda y su autor Quino, la legendaria revista Billiken, sus cartonistas y autores de historietas, la presencia de autores contemporáneos argentinos en otras ferias internacionales, y sobre las estrategias de impulso en la industria editorial argentina.
Bienvenido Oche, otro año más. ¿Cuáles son los elementos que sostienen a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, una de las más renombradas en Latinoamérica, y que tiene muchas cosas interesantes que no tienen por ejemplo la Feria del Libro de Guadalajara o la Feria del Libro de Bogotá?
Bueno, muchísimas gracias. Somos en principio dentro de todas esas ferias internacionales la más antigua: el año que viene (2019) cumplimos cuarenta y cinco años. Es una fundación, nosotros, quienes la organizamos, eso también es una característica distinta. Si bien la Fundación El Libro está constituída por la totalidad del sector, es decir; las cámaras editoriales, la federación de libreros, la federación de imprentas y la sociedad argentina de escritores, todo ello nos da una característica especial a la hora de organizar y proyectarnos.
Somos además la feria de una ciudad y de un país fuertemente cultural con lo cual también nos importa mucho ser una feria argentina a la vez de ser una feria latinoamericana e internacional. Vos preguntabas justamente de algunas cosas que hacemos singularmente y que tienen que ver con la organización. Nosotros no perdemos nunca de vista lo local. La feria tiene que ser un impulso de promoción para quienes trabajan todo el año con el libro. Entonces, por ejemplo tenemos algunas acciones distintivas de apoyo; nos interesa mucho sostener y ampliar la red de librerías que en la Argentina es muy importante. Son mil doscientas librerías en toda nuestra geografía, el setenta por ciento de las cuales son independientes, es decir, no pertenecen a cadenas. Estos negocios están todo el año con el libro y no unicamente los veinte días de nuestra feria.
¿Cuáles son las fases de la feria y qué beneficios tienen los expositores y el público?
Algunas de las opciones que tenemos son: los días de profesionales que son los primeros tres días. Esto ocurre con la feria ya instalada, pero es de interés sólo para el mundo profesional. Los libreros argentinos que compren durante los dias de feria tienen en el envío a su librería un descuento, pensemos que hay librerías a mil o mil quinientos kilómetros de distancia de Buenos Aires. La ayuda a los libreros argentinos es hasta 150 Kilos, a partir de los 150 kilos hay una tarifa bonificada. Esto también se replica para el librero extranjero, a quienes cubrimos los gastos hasta 50 kilos via courier a cualquier parte del mundo. Esto significa solucionar un problema de costos que en un país tan extenso como el nuestro juega un papel muy importante en su porcentaje de ganancia que al final tiene o no tiene. Ese programa de envío gratuito es muy exitoso, cada año crece tanto en lo local como en lo internacional y nos tiene muy satisfechos.
¿Hay alguna otra cooperación a favor de los libreros?
Hacemos en función de las librerías nacionales otra acción muy importante y es lo que llamamos el cheque libro. Cada persona que ingresa a la feria tiene con su entrada un cheque que hoy por hoy es el veinte por ciento de lo que cuesta un libro. Este bono sólo se puede canjear, después de terminada la feria, en las librerías. Es decir, no se puede aplicar durante los días de feria. El objetivo es llevar el público a la librería después del evento. Son todas estas cosas muy distintivas nuestras como somos además organizadores de otras ferias. Organizamos la Feria del Libro Infantil y Juvenil que tiene veintiocho ediciones, la Feria de Merlo (desde hace unos pocos años en el segundo cordón del Gran Buenos Aires), la Feria de Rosario y la Feria de La Plata, que es la Capital de la provincia de Buenos Aires. En la Feria de Merlo hemos puesto en práctica un cheque libro escolar que se puede aplicar inmediatamente dentro de la feria. En estas tres ferias los libreros locales tienen preferencia con tarifa reducida para la adjudicación de espacios, porque no podemos organizar una feria del libro y que los libreros locales nos estén mirando desde la vereda de enfrente.
¿Y ha dado resultados?
Sí, en La Plata tenemos 13 libreros expositores de 20 en total. Lo mismo nos ocurrió en Rosario. Para nosotros como fundación esto es una estrategia fundamental para fortalecer la venta del libro todo el año. Nos importa el libro no únicamente en nuestras ferias, sino también en toda la república y durante los 365 días del año.
Quería hacerte otra pregunta sobre una información que no se trasluce directamente. ¿Esto del cheque libro y del transporte es una subvención directa del Gobierno argentino, es una subvención de los elementos que sostienen a toda esta estructura de la feria o son simplemente empresas privadas que aportan a la cultura?
Los recursos del envío gratuito y del cheque libro salen del propio expositor que está pagando el metro cuadrado. Es decir, no lo está pagando el estado ni empresas externas, ni espónsores. Nosotros somos en un altísimo porcentaje una feria que la sostiene el propio sector. El Estado es un expositor y por lo tanto desde ese punto de vista sí está presente y tiene algunas acciones de colaboración, pero estas, las más significativas, son responsabilidad del mismo rubro.
Otro tema que hablamos ayer muy al vuelo fue el asunto de las ciudades invitadas de honor. Tienes una lista muy interesante de ciudades que ya han sido invitadas. Coméntanos un poco cómo fue el proceso en el 2018 con la ciudad invitada. Y como será el 2019, me comentabas que has regresado precisamente de Barcelona.
Sí, vengo de Barcelona donde hemos firmado el Memorándum de Entendimiento con el Ayuntamiento de la ciudad y con el Instituto Llull representante de la cultura catalana. El 2019 Barcelona será la ciudad invitada de honor. Es una gran alegría porque Barcelona es una gran ciudad cultural con una gran potencia y con una gran relación con Buenos Aires. Además con mucha simpatía por parte de los argentinos. Sabemos que los argentinos son los principales turistas y migrantes latinoamericanos que van a Barcelona. Tenemos una gran expectativa del papel que cumpla. El 2018 fue Montevideo la ciudad invitada, la capital de nuestro país inmediato, amigo, con una historia común, capital del Uruguay, cumplió un lindo papel. Y realmente cuando comenzamos a pensar en ciudades invitadas, creímos que sería muy bueno una alternancia entre América Latina y el resto del mundo. No siempre se puede cumplir eso, pero no dejamos de pensar que haya en el horizonte una ciudad latinoamericana y un destino o conocido o exótico. Podemos fortalecer una relación en el caso de Barcelona, como ciudad invitada, pero también podemos encontrar una ciudad con la cual no tenemos relación y esto es el puntapié inicial para generarlo. Así que las variantes son muchas.
Esto es muy interesante porque mientras el resto de ferias internacionales de libros en Latinoamérica está pensando en un país, vosotros tenéis digamos esta alternancia, como tuúdices. Al mismo tiempo la decisión de invitar a una ciudad es una tendencia, me parece, más europea que latinoamericana. ¿Cómo ha sido el resultado, habéis tenido antes países invitados de honor?
Nosotros empezamos hace relativamente poco con este tema. Empezamos con ciudad; la primera ciudad invitada fue Ámsterdam. Pensamos que hay países con más de una ciudad representativa como potencia cultural y/o editorial. Estados Unidos estuvo representada hace dos años por Los Ángeles, pero tienen otras ciudades que más tarde pueden ser invitadas de honor. Hemos tenido a Santiago de Compostela y ahora tendremos a Barcelona; ambas son de España. Y lo mismo si uno pensara en Italia u otros países. Focalizar en una ciudad da más posibiliades a futuro porque, si no, uno agota con un país una industria que a veces tiene potenciales en varias ciudades.
Exactamente se agota la decisión por un país en un año y no lo puedes repetir al cabo de cuatro o cinco. Otro tema que quedó pendiente fue el tema de los libros digitales. ¿Cuál es tu perspectiva, que piensan los lectores argentinos sobre el libro digital? ¿Crees que es una amenaza al papel como en Europa? ¿Se consume más digital que papel?
En principio creo que no hay que verlo como una amenaza. Ese fantasma hay que sacárselo definitivamente de la cabeza. Sí creo que el libro digital empieza a encontrar un nicho propio, menor al del papel, en el que hay lectores que alternan el e-reader con el libro físico. El caso argentino esta repitiendo conductas de Europa. Estados Unidos tiene mediciones estadísticas más altas. En Argentina está encontrando acogida. En cuanto al registro; el ISBN digital tiene entre un 15% y un 18%. En algunos casos los títulos aparecen en los dos formatos; digital y físico, pero el porcentaje permanece estacionario. El enigma son las ventas. Lo que ha aumentado es la venta de e-readers por la masificación del producto y su baja de precio. Creo que el libro digital cumple un buen papel en el mundo académico, estudiantil e infantil. Allí es donde se fortalecerán.
El año 2017 hubo aquí en el stand de Argentina en la Feria de Frankfurt un exposición temática sobre Mafalda. Este cómic ha salido en otros países en ediciones muy interesantes como la versión en minilibro que tuvo mucho éxito en la Filbo y en Guadalajara. A mí me impresionó muchísimo. Quisiéramos saber tu impresión, cómo es que renace este personaje de treinta o cuarenta años atrás. Un personaje típicamente argentino que nació de Quino, el autor, proveniente de una generación de dibujantes con quienes alcanzaste a trabajar. ¿Cómo se recibió esta reedición en el mercado?
Bueno, te voy a agregar otra curiosidad más, también se hizo una edición en Paraguay en idioma guaraní. Además, hace tiempo que está en chino, en muchísimos idiomas, desde hace ya décadas. Ha sido reeditado en formatos muy distintos. En Cuba se hicieron dibujos animados hace muchos años. Uno dice a primera vista, ¿por qué lee la gente hoy esto, por qué lo leen niños? Si uno sabe que Mafalda habla de Fidel Castro, Mao Tse Tung y de la guerra de Vietnam. Claro para las generaciones actuales es historia, para los niños es algo que ellos no reconocen. Sin embargo, en realidad el tema de Mafalda es el tema de la infancia, la familia, el grupo de amigos, la psicología de los distintos niños. El niño comerciante, el niño dudoso intelectual conflictuado. Mafalda es el raciocinio, Libertad es la pequeña niña inteligente y decidida y así todos ellos. Y esa vida de la escuela, en Argentina muy importante, es fundamental cuando se habla de la infancia. Otro elemento del cómic es la casa de la familia tipo de clase media; papá, mamá, el auto barato que es el Citroën. La vereda, la plaza donde se juega: esos son los temas. Pero también; la amistad, los enigmas propios de la infancia, cómo miran los niños a los adultos. Detrás de eso pasan todos esos nombres de políticos que mencioné antes, que no importa si uno sabe exactamente que quieren decir o no. Y yo creo que todo eso lo ha llevado a ser un clásico que todos los argentinos queremos muchísimo como queremos también a Quino al propio autor.
Sí, precisamente, hablabas hace un rato sobre Quino. Cuéntanos un poco cómo está, cómo lo va llevando. Yo lo ví hace unos cuatro o cinco años en una feria internacional con un auditorio totalmente lleno. ¿Cómo lleva Quino estos años en los que disfruta de su éxito?
Sí, justamente, Quino está en esos años. Ya no produce. Está muy anciano y siempre va acompañado porque está casi ciego. Yo lo vi en la Feria del Libro Infantil y Juvenil que nosotros organizamos, estaba firmando ejemplares. Siempre hay una fila muy larga de chicos esperando un autógrafo de él. Chicos que tienen un ejemplar de Mafalda a veces medio roto y muchas veces leído. Porque también pasa eso con el cómic; es un género que no sólo se lee, se relee. Y allí hay una diferencia fundamental con la novela. Uno lee una novela y la lee una vez. Pero este tipo de libros de historieta se lee muchas veces y además se comparte mucho. Así que Quino tiene todas las edades, todas las generaciones.
Otra cosa que quería preguntarte es sobre Oche Califa como autor y editor. Tú perteneces a una generación, no digamos pioneros, pero que continuaron aquello que comenzó con Billiken en la década de los treinta o antes y quisiera saber si tenéis contacto entre ustedes si están jubilados o no.
Es verdad. Argentina tuvo una industria pionera dedicada a niños. Esto esta ligado a la educación infantil masiva que tuvimos en Argentina y Uruguay. Eso hizo que hubiera algunos nombres muy importantes en la literatura dirigida a los niños. Yo integro una generación que empieza a fines de los 70 y comienzos de los 80. Precisamente la apertura democrática de 1983, después de la dictadura más sangrienta que tuvimos, hizo posible que apareciéramos.
Tú eres uno de los más jóvenes de esa última generación y que permanece activo, ¿verdad?
Sí, justamente comencé a publicar en la revista Billiken algunos cuentos y luego los libros. Sigo en esa actividad de autor. De hecho aquí en la exposición hay un libro mío como parte de una curaduría que se hizo. Los escritores de literatura infantil tenemos mucho vínculo entre nosotros. La Fundación El Libro organiza, como dije anteriormente, la Feria del Libro Infantil y Juvenil en tres sedes simultáneamente; Buenos Aires, La Plata y San Martín. Además, somos muy activos en la divulgación; visitamos rutinariamente muchas escuelas. Personalmente me encargo de eso y tengo entrevistas con los niños y maestros. Y lo que es importante decir; el sector más dinámico es precisamente el libro infantil y juvenil. Este dinamismo se ha manifestado en un crecimiento sostenido de publicaciones y en los últimos diez o quince años con la aparición de nuevas editoriales. Además, otras editoriales antiguas comenzaron a incluir en sus catálogos los títulos infantiles como nuevas colecciones.
Sabemos que han venido algunos autores con la delegación argentina. Los he visto muy rápidamente, pero me gustaría que nos comentes algo acerca de ellos. Me parece que están dando conferencias en las universidades igual que el año pasado.
Sí, eso lo hacen siempre. Es decir, hay un grupo de autores argentinos contemporáneos que vienen a través del Ministerio de Cultura. Ellos hacen algunas presentaciones aquí en la feria para conocer el recinto y los expositores y también visitan universidades. Este año se ha privilegiado una presencia exclusivamente femenina. Han venido cuatro autoras cuyos nombres y fotografías están promocionados en nuestro stand.
Para finalizar, podrías adelantarnos algunos nuevos proyectos que tendrá la Fundación El Libro. No únicamente en general, sino también para otros eventos en Argentina ó quizá para las presencias de la fundación en las ferias internacionales.
Nosotros en realidad salimos al exterior. Estamos aquí, en Fráncfort, vamos a Guadalajara, a veces vamos a algún otro lugar. Y eso tiene que ver con nuestra búsqueda de fortalecer el segmento internacional en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, tanto en lo comercial como en lo autoral. Es por ello que hacemos estas misiones. También potenciamos las nuevas ferias; Rosario, Merlo, La Plata, las campañas anuales de promoción del libro -con medios audiovisuales, vía pública, folletería- para el día del niño, día de la madre y navidad. Pronto agregaremos una gran campaña en asociación con el Concejo Publicitario Argentino que reúne a grandes empresas y a sus sub rubros de publicidad. Hay una gran expectativa y cuando regrese terminaremos el spot televisivo, que nos esta dando más trabajo. Con todo eso nos proyectaremos al 2019.
Muchísimas gracias por la información y sobre todo por tu tiempo.
Las gracias a ti.