«La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida».
(Miguel de Cervantes)
La asociación Hablamos Español el pasado 16 de septiembre convocó una manifestación en Barcelona bajo el lema Contra la imposición lingüística y el adoctrinamiento: libertad.
Los Mossos impidieron que llegasen a la plaza de de Sant Jaume, donde la asociación Hablamos Español tenía previsto un discurso para incidir en que la lengua y la educación es la llave del problema. Pero la plaza de Sant Jaume estaba tomada por una concentración ilegal de los CDR, y ustedes se preguntarán qué son los CDR. Son los Comités de Defensa de la República, y hay casi doscientos en toda Cataluña.
Finalmente se encontraron, a pesar de todos los cambios en el recorrido, y se dio una situación lamentable. Junts per Cataluña se unió al grupo de separatistas radicales, todos indignados porque aseguraban que la manifestación de Hablamos Español era una provocación, así que tuvieron que hacer «un cordón sanitario contra el fascismo».
Esa misma semana, en plena Diada, el ministro socialista, el ingeniero aeronáutico, sí, el señor Borrell, declaraba su desacuerdo en mantener a los lideres independentistas en prisión. En una entrevista con la BBC, el jefe de la diplomacia española aseguró: «Yo, personalmente, hubiera preferido que el juez considerase otras medidas de precaución que no fuesen la prisión incondicional, pero hay que respetar su independencia».
Menos mal, es lo que nos faltaba: que los jueces también perdiesen su independencia. Al señor Borrell le iría mejor en la aeronáutica, muchos se lo agradecerían. Da miedo ver como el PSOE está cada vez más integrado en la defensa de los independentistas.
A los que hablan español en Cataluña se les llama fascistas y a los jueces se le «reprimen» sus sentencias ante un medio de comunicación internacional, y lo hace nuestro ministro de Exteriores.
Habrá que recordar a Borrell que los líderes independentistas están en prisión porque hace un año llamaron a miles de personas a la rebelión contra el Estado; una fiesta inhumana que salió en las portadas de medio mundo, donde hubo destrozos de bienes públicos, cientos de detenidos y heridos; habrá que recordarle que invitan a diario a los catalanes a la secesión... también podemos reformar el código penal para que a los lideres independentistas, incitadores de una violencia extrema, los mandemos a un balneario.
Claro está que si en casa te educan pensando que España no es tu país, poca pluma para escribir y poca libertad para elegir nos queda. Algunos de los libros de texto de la ESO, Primaria y Bachillerato utilizados en los centros educativos de Cataluña, van directamente en contra de los derechos, libertades y deberes fundamentales recogidos en la Constitución Española. Varios de estos libros aleccionan sobre la nación de Cataluña e incitan a la separación.
Conclusión demoledora, el nivel de adoctrinamiento y sectarismo a los que ha llegado la Educación en Cataluña, todo puede leerse en el Informe que la Alta Inspección del Estado entregó en febrero a Mariano Rajoy. En este documento se demuestra los abusos doctrinales y la falta de neutralidad denunciada por familias. Ahora el Gobierno socialista nos cuenta que la cuestión de los manuales de texto no es la prioridad.
Los libros de texto y el adoctrinamiento en las escuelas, la lengua catalana impuesta en la enseñanza, la manipulación de los medios como TV3, los Mossos cargando contra inocentes, los lazos amarillos y el teatro victimista ante la UE, la violencia de los Comités de Defensa de la República, las declaraciones de los socialistas mintiendo sobre la catadura moral y social del problema, el infierno que están viviendo los catalanes no independentistas… todo esto se lo debemos al señor Pujol y al gobierno de Aznar desde 1996 a 2004. Muchas generaciones de escolares han crecido odiando la idea de España.
Cada vez más españoles creen que a estas alturas centralizar la enseñanza y recuperar la lengua de Cervantes para Cataluña no sería una locura, ni una agresión a los conocimientos de los catalanes. Recuperar la libertad de que los niños aprendan castellano y catalán. La libertad es una aventura por la que España merece existir.
Hablando de educación y del futuro de nuestro país... ¿alguien cree que me interesa la educación de Sánchez y su tesis?