Un caso documentado de desastres en las interacciones ecológicas inducidas por el hombre en un ecosistema fue la matanza de gorriones molineros ordenada por el presidente Mao Zedong (1893-1976). La China como república popular socialista fue creada en 1949 por este gran conductor de masas. Luego de una década en el poder, la economía no daba señales de progreso y una de las ideas para avanzar fue el control de plagas.

Bajo el programa “Gran salto adelante”, China esperaba mejorar su economía movilizando a millones de personas de su población a través del trabajo en la industria pesada y la agricultura intensiva. Parte de la idea era el control de lo que se consideraban cuatro pestes que dañaban la salud y consumían los cultivos: ratas, moscas, mosquitos y gorriones.

Esta última “plaga”, los gorriones de árboles euroasiáticos (Passer montanus), se decía que consumía hasta 5 kilos de granos al año que le correspondían a cada persona. Las primeras especies señaladas como pestes tenían sentido sanitario lógico, sin embargo, las aves eran lo más visible y fácil de exterminar. Aparte llevaban una infundada mala fama.

Quizás algunas de esas erradas interpretaciones de la vida silvestre venían de estudios de inicios del siglo XX publicados de manera panfletaria por un biólogo norteamericano en los Boletines de Granjeros de los Estados Unidos entre 1910 y 1912 sobre los gorriones ingleses (P. domesticus). Realmente esta especie era un depredador voraz de cultivos agrícolas, sin embargo, hay que destacar que este gorrión europeo era una especie introducida en Nueva York para el año de 1851, especie que no tenía competidores en estas nuevas tierras y se había convertido en una peste invasora.

La persecución contra los gorriones se trasladó a Europa durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) donde el gobierno británico ordenó la matanza de estas aves pensando mejoraría las cosechas en esos tiempos difíciles. Afortunadamente esta campaña no fue atendida estrictamente, no obstante clubes de “mata gorriones” existieron tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos.

Regresando a la China de Mao, a pesar del vacío de conocimiento racional se procedió a la orden de exterminar a las poblaciones de este gorrión en todo el territorio nacional en el año 1958. La estrategia incluía a todo el pueblo de manera obedientemente fanatizada. Desde niños hasta los más ancianos, esas aves debían apedrearse, destruir los nidos e incluso hacer ruidos que alteraran a los gorriones en sus predios con cacerolas y ollas golpeadas. Se dice que los pájaros volaban desesperadamente hasta caer agotados. No hay una contabilización oficial, aunque se estima en millones los ejemplares muertos. Sí hay fotos de camiones llenos con estas aves. Mientras más gorriones matabas, mejor “héroe de la patria” eras.

Muchas aves se refugiaban en casas donde eran envenados o paleados, es famoso el caso de la embajada de Polonia en Pekín que los mantenía y negaba el acceso a los ejecutores. La respuesta de la gente fue someter a ruido continuo de tambores a la sede diplomática. Dos días después el personal sacó con palas todos los gorriones muertos.

Otra consigna de Mao era que la naturaleza era el enemigo a vencer. El presidente mostraba gran desdén por todo lo intelectual, occidental o científico; así que estudios al respecto no se realizarían. Simplemente el objetivo de acabar con aquella “plaga” seguiría en marcha. Consecuentemente, las interacciones ecológicas demostraron su inevitabilidad. Entre el año 1959 y 1960 los cultivos agrícolas fueron un fracaso mayor que en años precedentes.

En realidad, los gorriones sí comen granos silvestres y cultivados, pero otra parte de su dieta controla las plagas de los cultivos, particularmente los saltamontes gregarios tipo langosta como Schistocerca gregaria y otros ortópteros ácridos como la langosta asiática de bambú Ceracris kiangsu. Estos saltamontes sí consumen los cultivos de manera insaciable. Este razonamiento fue advertido por científicos de la Academia Nacional de Ciencias Estadounidense en 1960, pero esa opinión fue descartada de lleno por el gobierno chino. Así que la falta de gorriones multiplicó las langostas gregarias que arrasaron con la producción agrícola, causando entre otros errores económicos la hambruna china que duró hasta 1962. Más de 30 millones de chinos murieron según estimaciones confiables.

La especie Passer montanus en China pasó a ser un ave casi extinta para inicios de la década de los 1960. Es importante citar que la reducción poblacional también afectó a su primo europeo P. domesticus desde Italia hasta la India. No obstante, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) el estatus de ambos gorriones es “Poco preocupante”, pero se reconoce que sus poblaciones están en declive desde hace más de 50 años.

El gobierno asiático reconoció el error sin dar declaraciones formales, Mao solo dijo: “Olvídenlos”. Aparte cambiaron la cuarta peste de gorriones a las cucarachas. Sin embargo, sí se hicieron esfuerzos de repoblamiento ayudados secretamente por sus vecinos de la Unión Soviética. Nikita Kruschev envió 200 mil ejemplares vivos.

Desde el año 2001 el gorrión molinero es un ave protegida en China, le ley se hizo más estricta al año siguiente ya que la gente sigue cazándolos, más el efecto de los pesticidas han hecho que las poblaciones no muestren números de recuperación.

Referencias

Artículo en Wikipedia sobre el exterminio de gorriones en China.
BirdLife International. (2017). Passer montanus (amended version of 2017 assessment). The IUCN Red List of Threatened Species.
Burton, A. (2023). Suffering sparrows. Front. Ecol. Env.
Le Gall, M.; Overson R. and Cease A. (2019). A Global Review on Locusts (Orthoptera: Acrididae) and Their Interactions with Livestock Grazing Practices. Front. Ecol. Evol.