En el marco de la celebración del 15° aniversario del museo, se presenta esta nueva exposición de la colección permanente, curada por la historiadora e investigadora Andrea Giunta y por Agustín Pérez Rubio, Director Artístico del museo. La exhibición es el resultado de un proyecto de investigación más amplio de más de dos años, que propone una historia viva de América Latina, expresada en acciones y experiencias. Una historia poscolonial que asume que el arte latinoamericano no debe entenderse tan sólo a partir de las denominaciones que propuso la historia del arte europeo, sino a partir de los nombres que los propios artistas formularon cuando crearon sus programas estéticos.
“Verboamérica es una exhibición performativa y temporal, y pone en evidencia la crisis de la linealidad y unicidad del tiempo histórico que ha tenido lugar durante la globalización”, explica Pérez Rubio en el catálogo que acompaña la exposición, donde destaca el famoso mapa de Joaquín Torres-García América invertida, que ya en la década de 1940 enseñaba una modificación de preeminencia geográfica y espacial de América, pero también temporal.
La exposición rompe el clásico recorrido cronológico e incluye 170 obras divididas en ocho núcleos temáticos, en los que conviven obras de diferentes períodos históricos y de una multiplicidad de formatos: pinturas, dibujos, fotografías, videos, libros, documentos históricos e instalaciones. Los núcleos son: En el principio; Mapas, geopolítica y poder; Ciudad, modernidad y abstracción; Ciudad letrada, ciudad violenta, ciudad imaginada; Trabajo, multitud y resistencia; Campo y periferia; Cuerpos, afectos y emancipación; y América indígena, América negra.
En palabras de Andrea Giunta: “Los términos clave de esta exposición provienen de la experiencia artística en América Latina: Antropofagia, Indigenismo, Negritud, Martín Fierro, Neoconcretismo, Madi, Perceptismo, Universalismo Constructivo, Muralismo. Provienen también de la experiencia latinoamericana de las ciudades, las ciudades reales, soñadas, utópicas; del trabajo, la explotación y la geopolítica; de los márgenes de la ciudad, los paisajes reales e imaginados, y de lo expulsado: la prostitución, la pobreza, los cuerpos insubordinados, descalzados del canon patriarcal que construyó tanto a la mujer como al hombre. Se trata, también, de la insurrección negra, indígena, campesina, del reclamo de la tierra. Volver visibles las poéticas de lo indomesticable, las formas de la emancipación estética”.