Paola Gaviria, más conocida como Powerpaola —autora de la novela gráfica Virus Tropical— y Santiago Caicedo —director de la adaptación cinematográfica— se conocieron hace más de diez años en Francia, durante una residencia artística. Su primer producto cinematográfico conjunta fue un corto llamado Uyuyui (2011), en el que participaron también Adriana García —esposa de Santiago y amiga de Paola, quien hizo la música—, Carolina Barrera —productora ejecutiva— y Enrique Lozano —coautor del guión del corto—. Este mismo equipo trabajó para dar vida a Virus Tropical, la cinta animada que narra la infancia y adolescencia de su autora en Quito, Ecuador, y en Cali, Colombia.
Tanto Paola como Santiago señalan que la novela y la película son dos piezas distintas, aunque una está basada en la otra; ambas requirieron un largo tiempo de trabajo. Powerpaola cuenta que adquirió el ritmo de trabajo requerido para hacer una obra larga en el blog Historietas Reales, para el cual debía cumplir con una página cada semana. Fue así que luego de varios años surgió Virus Tropical, una novela que habla desde la experiencia y el conocimiento propio, elemento clave para esta artista colombo-ecuatoriana. «Me parece ridículo hablar de Siria sin haber vivido allí», dice Powerpaola para explicar su punto.
La adaptación tardó cinco años. El primer paso para lograr esto era convertir las 75 páginas que componen la novela gráfica en un guión de X minutos en cine, que al final fueron 97, estuvo encabezado por Enrique Lozano. Vale señalar aquí que, si bien están claros los roles de cada uno en este equipo, se trata de un trabajo colaborativo en el que se consulta a los integrantes, porque, como lo explican Santiago y Paola, esta película es una experimentación artística que busca ofrecer una pieza audiovisual de calidad. Como muestra de lo anterior están los premios que ha obtenido Virus Tropical: el del público en el South by Southwest (SXSW), de Estados Unidos, y el mismo reconocimiento en la Competencia Internacional del 20 BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente).
Paola, directora de arte de la cinta, hizo más de cinco mil ilustraciones, para lo cual debió hacer memoria y recordar todos esos objetos que estuvieron en su niñez y su adolescencia: grabadoras, juguetes, muebles, etc. Fue un trabajo retrospectivo con el cual se pudieron crear los espacios que habitaron los personajes de la cinta, Paola y su familia, principalmente. Con esto, se realizó una animación vectorial, que permite dar movimiento sin dibujar cada cuadro.
Los actores que prestaron sus voces para esta cinta también colaboraron en la parte de animación, ya que las grabaciones de los diálogos no se redujeron a la lectura dramática ante un micrófono. Se recrearon las escenas para que el equipo de animación pudiera tomar rasgos y así darle más fuerza a cada uno de los personajes. También hay que señalar que Santiago decidió no conocer a la familia de Paola mientras estuvo trabajando en la cinta, ya que él no quería que esto interfiriera con el desarrollo de los personajes que ya se habían construido.
Para hacer la película, el equipo de trabajo requirió de dos becas económicas de Proimágenes Colombia, fondo mixto de promoción cinematográfica, y un crowdfunding que le permitió a los participantes aparecer en la película como extras. De hecho, la banda Malas Amistades, que hace parte de la banda sonora de la película, aparece en una escena interpretando su música.
Cada elemento incluído tiene su razón de ser. Por ejemplo, se buscaba que la animación fuera un tanto ‘sucia’ y que el final de la historia no se sintiera como un cierre clásico, como lo indica Santiago Caicedo. Ambas cosas se lograron, tanto fue así que algunos vieron estos dos elementos como defectos del largometraje. Sin embargo, los premios del público mostraron que la apuesta por la historia logra capturar a la audiencia; a su vez, la animación no se queda corta, puesto que Virus Tropical competirá en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, Francia, el más prestigioso en el mundo para el cine animado.
Virus Tropical, la primera adaptación colombiana de una novela gráfica, hace parte del nuevo universo cinematográfico que está surgiendo en el país y que intenta alejarse de los temas clásicos —guerra y narcotráfico— sin desconocer que estos hacen parte de la historia nacional; se les incluye de ser necesario pero no son el eje central. De esta manera se suma a películas como El abrazo de la serpiente (2015) de Ciro Guerra o Los nadie (2016) de Juan Sebastián Mesa, que revelan otros aspectos de Colombia.