Romanos, edad feudal, plebeyos, aristócratas, revolución industrial, guerras civiles y mundiales, etc. Un largo listado de hitos históricos que han cambiado el curso de la vida y, por lo tanto, el porvenir de esas personas. Ante esta situación, uno mismo se pregunta por su pasado y de dónde viene y qué suerte y vida tuvieron sus antepasados.
Un punto de partida para hacer un árbol genealógico que, a más de uno, alguna sorpresa le traerá. Una experiencia única y divertida que, además, le permitirá conocerse mejor a si mismo.
Partiendo de uno mismo, los descendientes son tarea fácil: hijos y nietos en un abrir y cerrar de ojos estarán ubicados en su sitio correcto. Un inicio sin complicación alguna e, incluso, divertida.
El problema empieza a surgir en el momento de reconstruir la familia con los ascendentes. Los más próximos, padres y abuelos, seguramente los habrás conocido y te acordaras de ellos. Así que este viaje por tus antepasados no debe ser de gran complejidad; en caso de quedarse atascado, siempre se puede tener algún familiar a quien preguntar para resolver las dudas.
A medida que una va tirando generaciones para atrás, la cosa se complica por momento. De entrada, poca información, por no decir ninguna, te podrán proporcionar las personas con vida de estos familiares. Es el momento de recurrir a los archivos de los ayuntamientos y de la iglesia.
Con la última partida de nacimiento que tengas claro, y la información que en ella se te proporciona, podrás dar un pasito más; bueno, como mínimo saber en qué localidad seguir con tu particular investigación. Con mucha suerte, el día que te decides a ir al ayuntamiento o iglesia no os pueden atender y os darán cita para otro día; en otras ocasiones se deberá insistir, ya que se irán pasando la pelota de uno al otro o no tendrán tiempo para perder un par de minutos con vosotros y escucharos.
Los pasos por estos antepasados no será fácil, algunas veces los documentos no existirán ya que se habrán quemado en algún incendio, la letras del documento es inteligible, etc. Sin embargo, con paciencia, mucha paciencia, se podrá reconstruir esos paso e ir llenando el árbol genealógico.
En esta investigación podrás seguir el recorrido que han efectuado tus antepasados y los principales lugares dónde han vivido, los oficios o profesiones que han tenido... Sin duda, la ocasión perfecta para entender alguna de sus aficiones o por qué siente la devoción por alguna profesión.
Yo ya he empezado a descubrir de dónde vengo… ¿y tú?