Las famosas cabinas rojas de Londres van a dejar de ser un sólo elemento decorativo como lo son desde hace unos años. Con la intención de actualizar estos teléfonos públicos, la compañía BT, que es dueña de la mayoría de ellos, se ha asociado con el equipo LinkNYC de Nueva York para ofrecer wifi gratis. La primera de ellas, instalada a lo largo de Camden High Street en Londres, ofrece wifi público, llamadas telefónicas gratuitas, carga USB, mapas, direcciones y otra información local como las previsiones meteorológicas, las actualizaciones del servicio de metro y los mensajes comunitarios.
Estos “kioskos” de Londres son, igual que en Nueva York, financiados por los ingresos publicitarios. Las cajas telefónicas de próxima generación del Reino Unido incluyen sensores de contaminación de temperatura, tráfico, aire y ruido. La ciudad de Nueva York alberga ahora casi 900 cabinas gratuitas de gigabits y se espera que se instalen más en los próximos años. Londres ha comenzando con solo un puñado de gabinetes en una calle importante, pero se espera que muchos más se levanten alrededor de la capital y en otras grandes ciudades británicas antes de que termine el año.
La verdad es que las cabinas telefónicas rojas o kioskos, como las llaman, es de los iconos culturales más destacados de la ciudad londinense, junto a los autobuses de dos pisos rojos, el Big Ben o el Puente de Londres. Es casi una obligación para cualquier turista hacerse la típica foto, aunque en los últimos años la mayoría están muy mal conservadas y muchas de ellas desprenden un olor muy desagradable.
En 1924 el London Metropolitan Boroughs decidió convocar un concurso para realizar el diseño de un nuevo kiosko de teléfonos en la que participaron varios arquitectos. El modelo ganador fue el diseñado por Sir Giles Gilbert Scott (1880-1960), quien se basó en la tumba del arquitecto neoclásico Sir John Soane, que él mismo había diseñado.
A partir de aquí se han ido sucediendo diversos diseños desde 1923 hasta el último que se realizó en 1980. Sucesivamente se le han ido llamando como K1, K2, K3… así hasta 10 modelos (K es la abreviatura de kiosko). El primero de ellos, el K1, creado en 1920 se le distinguía por tener los colores blanco y rojo. El modelo más llamativo y que más se popularizó fue el K6, el cual también fue diseñado por Scott. Lo realizó con motivo del 25 Aniversario del reinado de George V, y aunque fue aceptado, el rey nunca lo llegó a ver ya que murió antes de concluir su diseño.
¿Y por qué son rojas? Pues la decisión del color corporativo provino de la propia compañía de Correos y por marcar un color vistoso que fuera identificable allá donde estuvieran colocadas.