Los propósitos de año nuevo son metas o promesas que hacemos durante las fiestas de Año Nuevo: queremos hacer preparaciones y organizarnos para sentir que el año que está por llegar será aún mejor que el que ya quedó atrás. A muchas personas se les hace difícil mantener y lograr sus propósitos, en ocasiones porque las listas que hacen están bastante fuera de la realidad en la que viven. Es un año nuevo, pero seguimos siendo las mismas personas, a menos que de verdad nos propongamos mejorar nuestra actitud y así todo lo demás vendrá más fácil, porque según enfrentamos las situaciones que nos depara el año nuevo es cuando podemos ver de verdad un cambio.
Esta claro que nadie nos conoce mejor que nosotros mismos y aunque queremos negarlo muchas veces, sabemos en qué podemos estar fallando, hacer una lista de las cosas que podemos mejorar o tratar simplemente de eliminar cosas que sobran en nuestra vida y que no nos aportan nada bueno o productivo.
Primero lo primero y eso es la salud. Sin la salud no hay nada: si no cuidamos nuestro cuerpo y mente no vamos a llegar muy lejos.
Hay que considerar si estamos alimentándonos bien, haciendo suficiente ejercicio, tomar agua, leer algo que nos guste, relajarnos, reír, hablar con amigos, tener tiempo para nuestras parejas, familiares, padres, hermanos, tomarnos una taza de té, saborear un chocolate sin culpas, sencillamente conseguir algo que nos nutra tanto nuestra salud mental como física. Saber que el trabajo es importante, pero que no debe ser lo que te defina. La salud engloba todo esto no solo lo que comemos es todo lo que somos y hacemos.
Pero está claro que el trabajo es parte de tu vida y que sin él no puedes pagar las cosas que necesitas, tampoco debemos dejarlo de lado. La cuestión es estar satisfechos con lo que hacemos y debemos preguntarnos: ¿puedo ser más exitoso y feliz en el trabajo, ser más organizado o dejar de postergar las cosas?
Considera maneras de hacer la diferencia en tu trabajo no sólo ser uno más, llegar y hacer lo suficiente, puedes hacer más, aportar ideas innovadoras, nuevas formas de hacer las cosas para ahorrar tiempo y así poder salir antes, con las horas que ganas podrás realizar otras actividades que te gustan. Buscar maneras en las que puedas marcar la diferencia en el mundo por medio del activismo, la concienciación o promoviendo una causa que te llame la atención.
Es verdad que con el nuevo año los buenos propósitos que todos nos hacemos y que rara vez conseguimos mantener a largo plazo son bastante comunes pero lo grandioso es que queremos ser mejores, queremos aprovechar el año y ese es un buen punto de partida, el saber que podemos mejorar como seres humanos y que podemos construirnos una vida mejor.
Deben tener en mente que muchas cosas no pueden ser alcanzadas y por eso no debemos caer en la frustración y la depresión. Para que esto no ocurra de ahora en adelante tus objetivos para este año deben ser realistas, medibles y que puedas ir completándolos en pequeñas fases para que sientas que estás haciendo progresos.
La vida está llena de sorpresas, cada día es distinto y debes mantener una actitud positiva, es una forma de sobrellevar los contratiempos inesperados más fácilmente. No vamos a cambiar el mundo en un año y quizás no haremos cambios sorprendentes en nuestras vidas, porque el año nuevo no es algo mágico que hace desaparecer lo malo o lo que nos sucede en el día a día, ese poder está en nosotros, en la manera en que vemos la vida, el animo al despertar por las mañanas, cómo tratamos a las personas y cómo nos cuidamos a nosotros mismos, permitirnos encontrar el amor y la felicidad en las pequeñas cosas que damos por sentado.
Porque la felicidad no es un sentimiento, es una decisión.