¡Adiós verano! ¡Hola otoño! Pero, ¿lo decimos convencidos o realmente echamos de menos el bochorno de la canícula, el trasiego de maletas o… el olor del cloro de la piscina? Hay que reconocer que la época de verano es maravillosa por muchas razones. Pero no es menos cierto que el otoño trae consigo una serie de ventajas y de atractivos que, aunque ahora mismo parezcan difíciles de visualizar, he decidido listarlos para que podamos afrontar los próximos dos meses y medio con alegría y motivación.
- El veranillo de San Miguel. Hay que reconocer que, aunque suene a dicho popular un tanto trasnochado, nos aferramos a él como no queriendo abandonar un verano que, desgraciadamente, llegó a su fin el día 21 de septiembre. Pero está bien. Nos gusta disfrutar de los últimos coletazos del estío que resurgen alrededor del día 29 de septiembre (onomástica de San Miguel, de ahí su nombre) y que nos permiten, todavía, mantener las piernas al aire por un corto espacio de tiempo.
- El paisaje de hojas de colores de los árboles. El espectáculo visual del otoño es, sin duda, espectacular. Los árboles se convierten en un cuadro impresionista con colores llamativos y variados. Y cuando esas hojas caen al suelo, también es posible encontrar cierta diversión al lanzarnos sobre una mullida montaña de hojas o lanzándolas al aire. Así se libera el estrés, en serio. Es cien por cien recomendable la visita a alguno de los hayedos que hay por toda España. Los encontraremos, sobre todo, en el norte de la península como el de Selva de Irati o Urbasa en Navarra, el Saja-Besaya en Cantabria o Los Cameros en La Rioja. Pero también tenemos el precioso Hayedo de Montejo de la Sierra en Madrid, el de La Pedrosa en Segovia o el de Tejera Negra en Guadalajara.
- Es el mejor momento para comenzar nuevos proyectos. Está claro que los buenos propósitos se planifican al comienzo del año. Pero qué mejor momento para lanzarse a emprender nuevas ideas, a cambiar cosas negativas o para “resetearnos” tras un periodo de descanso. El 1 de enero es día de vacaciones y, para muchos, de resaca. Y una época un poco estresante e incluso melancólica. Es en otoño cuando el cerebro está más abierto a poder retomar temas o empezar nuevos retos.
- La ropa de otoño es calentita pero confortable. Aunque es más cómodo ir con un simple vestido o con unos pantalones cortos y una camiseta, lo cierto es que, en otoño, la ropa nos calienta sin tener que ir forrados de capas y parecer el muñeco de Michelín. Y empezamos a cubrirnos más al dormir (y a poder dormir sin sufrir el calor) y eso también da gusto y se agradece.
- Estamos ansiosos de quedar con amigos. Tras el verano la gente está eufórica y deseando quedar con amigos para compartir los mejores momentos de las vacaciones o, más bien, para ver caras nuevas y tomarse algo en una terraza. Como haciendo ver que todavía seguimos de vacaciones a pesar de que al día siguiente el despertador, desgraciadamente, suena para avisarnos de nuestras obligaciones laborales. Pero ¡bienvenidas sean esas quedadas!
- Es la vuelta al cole. Y las familias lo agradecen… ¡y mucho! Las vacaciones, para las familias, son demasiado largas y algunos niños acaban “asilvestrados”. Esto es bueno, porque disfrutan a lo grande, pero las rutinas también son maravillosas y los padres las agradecen. Desde hace algunos años, circulan fotos y vídeos en Internet, de padres saltando de alegría el primer día de colegio. Lo que no les gusta tanto son los gastos que esta vuelta acarrea…
- Dormimos una hora más. El cambio horario trae días más cortos… pero nos permite quedarnos bajo las sábanas un tiempo más largo.
- Hay nuevas series de televisión que llegan para engancharnos. Me encanta descubrir las novedades en series de ficción y encontrar una serie (o varias) que me mantengan pegada a la pantalla. Especialmente esos días más fríos en los que apetece una sesión de manta, sofá y serie. Algunas de las más esperadas son Luke Cage (Netflix), Timeless (Movistar Series Xtra), Crisis en Seis Escenas (Amazon Prime) o Divorce (HBO). Sin olvidarnos de que vuelven nuevas temporadas de series como Jane The Virgin (CW/Netflix/Movistar+) o Velvet (Antena 3). Para todos los gustos.
- Halloween. Sí, lo confieso. Me encanta Halloween y no entiendo que sus detractores utilicen el argumento de que no es más que una moda copiada de Estados Unidos. Pues es una moda divertida y creativa. Me resulta entretenido decorar la casa con falsas telarañas, recortar y vaciar una calabaza para introducirle una vela dentro o ver los disfraces y accesorios tan espectaculares que se venden desde ya en cualquier tienda de Internet. Mi favorita es Asos, en la que se puede encontrar desde collares luminosos asemejando un chorro de sangre a bailarinas con forma de gato negro (mi favorito).
- Simplemente porque el otoño no es el caluroso verano ni el helado invierno. Puede que el término medio esté, más bien, en la primavera, pero eso será objeto de otro artículo que tendrá que llegar más adelante. Mientras tanto… ¡Feliz otoño!