Con la llegada del verano se hacen (más) evidentes algunos de los principales problemas estéticos de las españolas, entre los que se encuentran la celulitis y la grasa localizada, ya que afectan al 95% de las mujeres a partir de la pubertad. ¿Sus causas? Genéticas y alteraciones hormonales que nos llevan a acumular grasas y retener líquidos.
Así lo afirma el estudio “Somatoline Cosmetic Falsos Mitos sobre Celulitis y Grasa Localizada”, realizado por Somatoline Cosmetic a través de la consultora demográfica independiente MB Consultores. El estudio ha utilizado como muestra a 400 mujeres consumidoras/compradoras de productos anticelulíticos o reductores, de todo el territorio nacional, de edades comprendidas entre los 25 y los 56 años. De sus declaraciones se han revelado, entre otras, las siguientes conclusiones:
A pesar de la constada preocupación por su imagen corporal -de hecho, dos de las tres principales preocupaciones estéticas de las encuestadas son la celulitis y la grasa localizada (57,3% y 42,6%)-, la mayoría de las encuestadas no hace ningún tipo de ejercicio, seguido por aquellas que lo practicaban de forma esporádica.
La edad determina el tipo de preocupaciones estéticas. La celulitis y grasa localizada se convierten en una preocupación al cumplir los 25 años. Entre los 25 y 35 la mayor preocupación es la grasa localizada, mientras que, a partir de los 46, las arrugas son el principal quebradero de cabeza.
Aunque son preocupaciones capitales, la mayoría no sabe la diferencia entre grasa localizada y celulitis (36,5%) ni que la celulitis no es grasa localizada. Aunque sí reconocen que la celulitis es un problema que afecta a muchas mujeres, independientemente de la edad.
El método elegido por la mayoría para plantarle cara a ambas sería incrementar su gasto cosmético, siendo el ejercicio, la dieta o las operaciones quirúrgicas las siguientes opciones, pero ya desde lejos.
Por ello, no sorprende que el uso de un reductor o anticelulítico le haga sentirse más segura (78%), es decir, el uso de este tipo de cosmética corporal tiene un importante componente psicológico.
¿Qué podemos hacer para combatirlas? Algo de ejercicio, una dieta equilibrada, productos reductores o anticelulíticos de forma continuada, todo ello complementado con tratamientos en cabina específicos, que ayudarán mucho a su reducción o atenuación (dependiendo de cada caso) ya que, según afirman la mayoría de los especialistas, no existe una solución definitiva a este problema.