Con el mes de junio dando sus últimos coletazos, todo buen aficionado al ciclismo conoce bien y espera con ansia e ilusión lo que se le viene encima. Sí, estamos ya en ciernes de lo que será un nuevo Tour de Francia, y este año promete ser igual o más emocionante que en ediciones anteriores. Los Chris Foome, Alberto Contador, Nairo Quintana o Fabio Aru tendrán un recorrido con cierto perfil montañoso, ya que, a pesar de que este año habrá dos contrarrelojes, una de ellas será una cronoescalada, lo que limitará las opciones de los especialistas en esta disciplina y dará alas a los más puros escaladores.
Tras comenzar la batalla en tierras normandas y traernos aires y recuerdos de la II Guerra Mundial a través de la llegada en la misma playa de Utah, la ronda gala discurrirá por los territorios del oeste del país a través de largas y tranquilas etapas, hasta arribar, en pocos días, a los Pirineos. Allí, ya con el primer final en alto de Lac de Payolle, tras coronar el col d’Aspin, todo un clásico del Tour, empezará el combate entre los hombres fuertes de la clasificación general. La jornada del día siguiente, entre Pau y Bagnères de Luchon, transcurrirá entre puertos míticos de Francia, como son el Tourmalet, la Hourquette d’Ancizan, Val Louron-Azet o Peyresourde y nos recordará grandes gestas del pasado. Una etapa en Andorra con subidas a la Bonaigua, Cantó, Comella, Beixalís y Ordino Arcalís pondrá el punto final al primer tríptico montañoso de la carrera.
Posteriormente al día de descanso nos encontraremos con ese gran coloso que es el Mont Ventoux, una cima que no necesita presentación y que se basta de ella sola para marcar el devenir de la prueba. Los corredores importantes tienen señalada esta cumbre en rojo y con exclamaciones, ya que una victoria allí asegura un gran prestigio a quien la consigue. Tras este duro plato, la contrarreloj de Pont d’Arc, de 37 kilómetros, será el único momento en el que los grandes corredores contra el cronómetro tengan su oportunidad. Dos días más tarde, la jornada rompepiernas con final en Culoz y que tendrá en sus kilómetros definitivos dos duras cotas como son el Grand Colombier y Lacets du Grand Colombier. Un día muy interesante y que deparará alguna que otra sorpresa en la clasificación final del Tour de Francia.
La llegada a los Alpes dejará cuatro jornadas que, por si ya los corredores no tenían suficiente kilometraje en las piernas, este cuarteto les va a terminar de rematar las pocas fuerzas que les queden. El final inédito en Finhaut-Emosson con un encadenado terrible de 35 kilómetros entre dicha cima y la col de la Forclaz a las primeras de cambio, la cronoescalada a Megève el segundo día, la meta a los pies del Mont Blanc (Le Bettex) en la tercera fecha y una etapa decisiva en Morzine, tras coronar el siempre mítico y duro col de la Jeux Plane determinarán quién será el ganador del Tour de este año.
Los Campos Elíseos coronarán al héroe que supere una ronda gala que ha sido diseñada, sobre todo, pensando en los escaladores. ¿Será esta al fin la ocasión de Nairo Quintana? ¿Confirmará Chris Froome su reinado? ¿Volverá Alberto Contador por sus fueros? ¿Demostrará Fabio Aru sus grandes prestaciones en Francia? La respuesta, en pocos días.