Al mal tiempo, buena música

Ya está bien de tanta queja: que si está lloviendo mucho esta primavera, que si no tengo tiempo para nada… Al mal tiempo buena cara y un poco de ritmo, amigos. Porque la música tiene la capacidad de cambiar nuestro estado de ánimo, algo que todos sabemos bien pero no solemos usar en nuestro propio beneficio.

Muchas más funciones tienen las composiciones de notas utilizadas en estudios e investigaciones que hoy día revierten en titulaciones académicas; tales como la musicoterapia, a través de la cual se ofrece soporte al individuo mejorando y amplificando su capacidad de comunicación, eliminando barreras y contribuyendo a las dinámicas que combaten patologías.

Numerosas formas de expresión se han sucedido a lo largo de la historia a través de la música, siendo igualmente de gran ayuda para alzar la voz de numerosos colectivos tradicionalmente en desventaja. Véase el caso de las mujeres y sus armas de expresión en las canciones de los sesenta. Porque Respect, de Aretha Franklin, es algo más que ritmo para mover las caderas.

La música mueve masas y consigue cambiar el rumbo de los acontecimientos, cambiar comportamientos introduciendo cambios en la sociedad favoreciendo el progreso y, por qué no decirlo, modas que pueden llegar a ser incomprensibles y un tanto cómicas.

En estas líneas no pretendo más que aportar ideas con nombre y apellido para que ustedes mismos se animen a confeccionar una lista de canciones. Éxitos de ayer y hoy que hagan, por ejemplo, levantarse con energía a aquel que le cuesta despegarse de la cama tras la tercera alarma, aquel que tiene un mal día por estrés o malas noticias o aquellos que necesitan quemar hiperactividad para dormir como un bebé por la noche.

A continuación incluyo algunas de las canciones más citadas en listas de reproducción para levantar el ánimo. Todo positividad.