¿Qué es el amor? Para mí, es ser fiel a una decisión a pesar de todo y a pesar de todos. Es sumar y no restar. Es el conjunto de esfuerzos que hacen que todo cuadre y tenga un sitio especial en el mundo. Es un equilibrio que se funda en el respeto.
Pero veo que mi definición no cuadra del todo con la sociedad en la que vivo y eso me intriga. ¿Por qué? Porque veo que el concepto está mal interpretado.
Me sorprende que muchas relaciones sentimentales se basen en el sexo y no en la confianza y el respeto. Veo un “amor” conflictivo disfrazado de lujuria. ¿Por qué? Porque el único momento en el que no pelean es cuando están en la cama. Saliendo de ella el infierno se desata.
Me entristece ver cómo un sentimiento tan limpio se ensucia con la avaricia. Muchas mujeres hacen competencias para ver quién recibe el anillo más grande. Se les olvida que se casan por amor y no por una piedra.
Me asombra cómo la infidelidad es una opción viable porque las relaciones, hoy en día, son desechables. Cuando el enamoramiento se desmaquilla y muestra la naturalidad de una relación, se descartan.
Inconforme con la situación y en la intimidad de la terapia, intenté ir más allá y llegué al tema de las relaciones conflictivas y de las justificaciones.
Después de analizarlo, hoy tengo ganas de romper con las creencias que muchos han adoptado por cobardía o por comodidad. Tengo que ser sincera. Cuando una persona no está en equilibrio, tiende a irse a los extremos y en el amor es igual.
Hablemos de los extremos. No estoy libre de pecado y por eso no tiraré la piedra. Pero debo admitir que me hacen mucho ruido las peleas de pareja que veo o escucho. Me sorprende la gran falta de respeto que encuentro en ellas y la cobarde justificación que hay detrás. Se quejan de una situación que es insoportable pero, aun así, no quieren o no pueden abandonarla: “Nos peleamos todo el tiempo porque somos muy diferentes, pero es normal, los polos opuestos se atraen.”
Bueno, pues esto es lo que tengo que escribir al respecto.
La persona que esté contigo no es del todo diferente a ti. Si es una persona conflictiva y problemática es porque tú eres así. Estás siguiendo patrones que te atan a tus problemas. La pareja es sólo el reflejo de uno mismo. Por eso el alcohólico busca al alcohólico, para compadecer en el vicio. Hasta que no estés bien contigo, tus parejas y tus relaciones serán conflictivas, es decir, serán el reflejo de lo que tú eres.
Para finalizar, no creo que el amor sea tan perfecto como Hollywood lo vende, ni tan complicado como el escritor Federico Moccia y las telenovelas lo muestran. El problema es que idealizamos demasiado y perdemos contacto con la realidad. Pero, sobre todo, el mayor problema que veo es que no hay amor ni respeto propio.
Seamos sinceros cuando nos miremos en el espejo. Hay mucho más allá que sólo un reflejo y nuestras relaciones son el claro ejemplo de ello.