En 2016 celebraremos el 150 aniversario de Alicia en el País de las Maravillas, historia por todo el mundo conocida. Hay muchas teorías sobre por qué se escribió, pero poca gente conoce la verdadera historia que hay detrás de esta obra.
Charles Dodgson, más conocido por Lewis Carroll (1832-1898) era un profesor de matemáticas del Christ Church College, un conocido colegio de Oxford. Uno de los amigos que Carroll tenía en el centro era el decano, Henry Liddell. El decano tenía tres hijas, Lorina, Edith, y Alice, y el autor adoraba inventarse historias para las pequeñas. Una tarde de verano de 1862, mientras paseaban en barca por el Támesis, Carroll contó una de sus historias, historia que fascinó a las niñas, por lo fantasiosa y exótica que era. La historia gustó especialmente a una de las hijas del decano, a Alice, ya que la protagonista se llamaba como ella, y le pidió a Carroll que la escribiera. Fue así como nació Alicia en el país de las Maravillas.
Este histórico relato tiene muchos guiños a la sociedad victoriana de aquella época. Las hermanas Liddell se ven reflejadas en los personajes del Loro y el Aguilucho, e incluso el propio Carroll tiene su hueco en la historia: el Dodo. La Reina de Corazones seguramente estuviera inspirada en la propia reina Victoria, que visitó el Christ Church College en 1860 con gran revuelo por parte de las hermanas Liddell.
Carroll se decidió a escribir la historia, y dos años más tarde regalaba a la pequeña Alicia un manuscrito con la historia e ilustraciones hechas por él. Este primer libro se llamó “Las aventuras subterráneas de Alicia”, y fue entregado a los amigos íntimos del autor, que al leer la obra la encontraron tan encantadora que le convencieron para que buscase un editor.
Mientras se producía esa búsqueda, Carroll deliberaba entre publicar el libro con sus ilustraciones o contratar a alguien. Finalmente contó con los dibujos de sir John Tenniel, un ilustrador londinense que reproducía todo lo que veía con memoria fotográfica y que aceptó encantado el encargo. Muchas de las ilustraciones siguen la línea de las originales de Carroll.
Macmillan & Co. fue la primera editorial que apostó por Alicia en el País de las Maravillas. En 1863, Lewis Carroll inició el proceso para publicar el libro, interesándose por todo y detallando pormenorizadamente el resultado final que buscaba.
En aquella época, la publicación de un libro era un asunto muy técnico y lento. Había que colocar las letras una por una en la plancha, para imprimir página por página. Las ilustraciones también tenían su dificultad: se debían hacer grabados en madera y luego sacar el molde metálico para su impresión.
La primera tirada de Alicia en el país de las Maravillas no salió a la luz: el ilustrador, Tenniel, no estaba conforme con la calidad de las ilustraciones, por lo que se acudió a otra imprenta para sacar la segunda edición.
Esta edición tuvo el éxito esperado entre la crítica y el público, y se convirtió en un éxito de ventas. Entre 1865 y 1911 se imprimieron alrededor de 700.000 ejemplares de Alicia.
Pronto el libro conoció otros idiomas: en 1869 Macmillan publicó las primeras traducciones al francés y al alemán, y en 1872 vio la luz en italiano.
Hoy en día, Alicia en el país de las Maravillas es una joya de la literatura que sigue fascinando tanto a pequeños como a mayores.