¿Quién no desearía con todas sus fuerzas trabajar en una película de Hollywood? ¿Estar cerca de las grandes estrellas? ¿Formar parte del equipo de una superproducción americana? Muchos incluso pagarían y más si sus protagonistas son Christian Bale (conocido por películas como Batman, El imperio del sol o American Psycho, entre muchas otras) y Oscar Isaac (que da vida a Poe Dameron en la última entrega de Star Wars).
Dos actores españoles, Aser García Rada y Quique Medina, han sido los afortunados de ver, actuar y estar muy cerca de estas dos superestrellas durante cuatro meses, el tiempo que duró el rodaje de The Promise, que se grabó en varios lugares de España. Fueron sus stand-ins. Una profesión nada frecuente dentro del cine español, traducida como “el doble de luces”.
Ser doble de luces en España es un trabajo prácticamente inexistente debido a los presupuestos que se manejan en la industria cinematográfica del país, pero esta figura se utiliza en las superproducciones americanas. Consiste en una persona con complexiones físicas muy parecidas a los actores, a los que se les viste, se les caracteriza y se les peina de forma muy similar. Es muy útil para el director de fotografía, ya que a la hora de preparar el plano, mientras los actores principales ensayan con el director, los stand-ins se colocan en la escena. Sirven para preparar los tiros de cámara, iluminar el plano, marcar posiciones y ultimar detalles, para que cuando lleguen las “estrellas” se limiten a hacer su papel.
“Siendo actor, es como ligarse una chica para que se vaya con otro”, afirma Quique Medina, el stand-in de Oscar Isaac en “The Promise”. Como actor considera que la experiencia “ha sido estupenda y fructífera, por trabajar en una superproducción y poder estar en primera línea viendo que este tipo de actores también se equivocan y esto les hace más humanos. Cuando todo está montado, cámaras, luces, marcas, etcétera, te dicen “thank you stand-ins” o “jumping the set” o si hay prisa “fuck off”, y ahí es cuando te da el bajón”, afirma. “Como actor te duele un poco y te deja con el mono de no ser tú el que interpretes esa escena”, dice Medina.
El trabajo del stand-in puede llegar a ser en muchos momentos realmente tedioso, de largas esperas, puedes pasarte un día entero sin hacer nada. Un ejercicio de paciencia. En escenarios pequeños, sueles convertirte más en un estorbo que realmente de ayuda, porque todo el mundo se mueve con material de arriba abajo… Ahí es cuando es mejor marchar y esperar a que alguien de dirección grite: “Second team”! comenta uno de los stand-ins.
Aunque, como todo, tiene su parte positiva y negativa, sobre todo si sus actores son optimistas y sienten que “realmente esa labor me ha cambiado la vida; siento que ha sido un antes y un después en mi carrera como actor”, como afirma el stand-in de Christian Bale y también actor Aser García Rada.
“Éste es un ejercicio privilegiado por poder presenciar la interpretación de grandes actores y ver trabajar a un equipo técnico tan preparado. Esas personas aman lo que hacen y han colocado el listón bien alto, lo que me ha hecho ser muy consciente del profesional que yo mismo quiero ser.”, dice. Respecto a Christian Bale, Aser (su stand-in en The Promise) comenta: “Me ha fascinado ver cómo se tomaba su tiempo y cómo, toma tras toma, iba transformando su interpretación sin quedarse anclado en una determinada forma de ejecutar la acción. Es un monstruo de la interpretación”
Ocurren momentos inesperados, para los stand-ins “como cuando te dicen que ese día estás de doble. Entonces, te caracterizan exactamente igual que al actor, pasando por peluquería, maquillaje y vestuario”. Ese día tienen la suerte de interpretar, aunque de ninguna de las maneras se les ve la cara.
Otra de los puntos a favor de ser stand-in es la cantidad de personas que conoces de todos los departamentos: “Lo bueno de esto es que como tienes mucho tiempo libre conoces a mucha gente”. “Al principio de la película no tenía controlados los tiempos, pero poco a poco te montas tu propia rutina: cuando dicen rolling ya sabes que puedes ir a hacer un tentempié al catering y estar un mínimo de quince minutos, hasta el próximo line up, comentan entre risas ambos intérpretes. Y concluyen que han vivido el privilegio de ser stand-ins de dos grandes actores a nivel mundial.