Preciados recuerdos
A pesar del velo difuso que despliega el paso del tiempo, aún recuerdo vívidamente recorrer las encantadoras calles de Braunau am Inn, en la hermosa Austria. Después de unos días recorriendo Passau -en Alemania- nos pasamos a Innsbruck, capital tirolesa, solo para disfrutar de su magnífica arquitectura, de la hospitalidad en la taberna del Águila de Oro y de la majestuosa vista de los bellos Alpes austríacos.
Pero pronto decidimos buscar un lugar con temperaturas más amigables. Las tímidas nevadas de cambio de estación nos sorprendieron con ropas livianas y apresuramos el trote hasta alcanzar Braunau, esta pequeña ciudad fronteriza ubicada a unos 120 kilómetros de Múnich, la capital bávara.
Como viajera medio despistada junto a mi trotamundos esposo, aún saboreo el deleite de vagar a lo largo de sus adorables callejuelas y disfrutar del clima más amable, con tibias y soleadas tardes primaverales. Extrañamente, me parece haber tardado algo de tiempo en caer en cuenta que estábamos en la ciudad donde nació Adolf Hitler. Algo en el hardware de mi cerebro, lleno de vivencias y anécdotas, me anunció con un click inesperado esta situación. Quizás, mi afición a la historia universal o los cursos electivos que por agrado tomé en la universidad en Chile, mi país de origen.
Evidentemente no se encuentran letreros, monumentos o placa conmemorativa alguna ensalzando este hecho, no es situación para vanagloriarse. Más bien percibimos algo de recelo en sus habitantes, que no se atreven a tocar el asunto. Oscuro el tema, infame y perverso el personaje.
Los hechos
El 2015 se cumplieron 70 años de la muerte de Hitler. Su libro Mi lucha quedará bajo dominio público a partir del próximo 31 de diciembre, fecha en que caducan los derechos de autor. El racista y pseudocientífico texto es de hecho best-seller en Amazon y ya se anuncia que el 2016 será reeditado en Alemania.
El prestigioso Instituto de Historia Contemporánea de Múnich lanzará una inédita edición comentada del libro, lleno de referencias históricas y anotaciones. Esta nueva versión debiera llegar a las librerías en enero del próximo año. Tendrá unas dos mil páginas y se venderá en dos tomos, todo gracias al acuerdo alcanzado entre el Instituto y las autoridades bávaras.
El tema ya ha generado una postura alerta de historiadores e investigadores a nivel mundial, quienes cuestionan los “fines didácticos e históricos” que se argumentan para esta reedición. Hay acuerdo en que la figura de este siniestro personaje de la historia genera rechazo, pero también devoción en los movimientos neo-nazis que aún apoyan y difunden las ideas de superioridad de la raza aria. La participación y cierta representatividad política, especialmente en Europa, les mantiene vigentes.
Odioso best-seller
A lo largo de este año, la comunidad internacional rememoró varias fechas asociadas a la cesación de la Segunda Guerra Mundial, el mayor y más cruento conflicto bélico de la historia. Los ejércitos de más de 70 países se enfrentaron por aire, mar y tierra con un devastador saldo de 60 millones de muertos, la mayoría de ellos civiles. Ciudades arrasadas, economías en ruinas y el inicio de la Guerra Fría fueron parte del triste legado que perduró por años.
El 2015 se conmemoraron 70 años del término del conflicto, mismo número para la muerte de Hitler y 90 años desde que los primeros tomos de Mein Kampf (Mi lucha), de relucientes tapas rojas, aparecieran en la vida pública. El texto está considerado como un verdadero panfleto de ideas antisemitas, una “combinación de elementos autobiográficos de Hitler con la ideología política del nacionalsocialismo”. El best-seller, que arrastra la triste reputación de ser quizás el libro más aborrecido de la historia, escribe este nuevo capítulo: dominio público y una reedición que seguramente traerá nuevos bríos al volumen, repuntando con seguridad en el nivel de ventas y el interés mediático.
En Chile, hasta el momento, ninguna editorial ha reconocido abiertamente algún interés por hacerlo resurgir, si bien tanto las connotadas Feria Chilena del Libro y la Librería Antártica, lo venden.
Antes de su suicidio, consignado por la historia el 30 de abril de 1945, se estima que Hitler había obtenido una suma increíble por las ventas del libro, equivalente a varios millones de euros en la actualidad. De imagen pública austera, pero amante del dinero y del poder que éste entrega, el texto le permitió amasar una enorme fortuna, progresar en la escala social y disponer de suculentas sumas para comprar la lealtad de políticos y empresarios.
Sin embargo, con su muerte y la verdad del genocidio abriéndose paso por el mundo, sus derechos de autoría quedaron en manos del Estado de Baviera. Así, fueron prohibidas todas las reimpresiones y reediciones del texto, pero quienes quisieron comprar ediciones antiguas y relegadas al mercado negro o virtual, igualmente podían hacerlo.
Inspiración tras las rejas
Hitler pasó 264 días detrás de los barrotes. En 1924, en la pequeña ciudad de Landsberg, en Baviera -sur de Alemania- el prisionero plasmaba la furia de sus extremistas ideas en inspiradas líneas. Había sido condenado a cinco años tras el fallido Golpe de Múnich del año anterior. El “Putsch de la Cervecería”, por el lugar donde se reunían, fue el intento de golpe de Estado del 8 y 9 de noviembre de 1923. Orquestado por miembros del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, les valió a Hitler y a Rudolf Hess ser procesados y condenados a prisión.
Adolf Hitler, de 35 años, principal orador y propagandista del partido, considerado por muchos como un “correcto” soldado, fue posteriormente absuelto y liberado como parte de una amnistía masiva hacia prisioneros políticos.
Alcanzó a cumplir solo nueve meses de su condena, no sin antes reposar sus ideas y dictarlas a su compañero de celda, el militar y aliado nazi Hess, quien hilvanó sus palabras hasta copar 400 páginas.
Hitler quería que su manifiesto se titulara Cuatro años y medio de lucha contra las mentiras, estupidez y cobardía, pero Max Amann, coordinador de las publicaciones del partido, lo convenció de reducirlo a Mein Kampf, Mi lucha.
La primera edición, concluida por Hitler tras su liberación, apareció el 18 de julio de 1925. Costaba doce reichsmark, unos tres dólares. En 1928, con la aparición de su segunda edición, las ventas cayeron al menos hasta la mitad. Luego vino la Gran Depresión y, con ella, el ascenso de la popularidad del tomo que logró esparcirse por Alemania. Con el lanzamiento de una edición de bajo costo en 1930, las cifras se dispararon, lo mismo con la ascensión de Hitler al poder en 1933, cuando su obra solía ser obsequiada por toda Alemania como regalo de bodas o para los estudiantes que se graduaban.
Se estima que hasta 1945 se habían distribuido en Alemania diez millones de ejemplares del libro, que ya había sido traducido a dieciséis idiomas. Se convirtió así en el título más comprado después de la Biblia.
Opiniones
Recojo aquí un par de opiniones al respecto. El vocero del Foro Judío para la Democracia y el Antisemitismo en Berlín, Levi Salomon dice: “..estoy absolutamente en contra de la publicación de Mi lucha, aunque sea con anotaciones académicas. ¿Puedes hacerle anotaciones al Demonio?”, pregunta.
Una opinión diferente tiene el profesor Christian Hartmann, miembro de la Sociedad Germano-Israelita y del Instituto de Historia Contemporánea de Múnich, el organismo que reeditará Mi lucha. “No hay que sobreestimar el peligro que pudiera representar el libro. Mi lucha es, en muchos sentidos, el producto de una específica situación histórica y muchas de sus referencias ya no se entienden fuera de ese contexto”, sostiene en una entrevista para la publicación británica The Jewish Chronicle, el periódico judío más antiguo del mundo.
“Mi lucha es un libro cuyo valor hoy es más histórico y antropológico que ideológico”, asegura la periodista chilena Marcela Escobar, editora de Ediciones B.
Para Jorge Baradit, representante del Freak Power (movimiento renovador de las letras chilenas y autor de la interesante Historia secreta de Chile) el interés radica, primero, en su autor y luego, en el morbo de sus lectores. De hecho cataloga al volumen como un fetiche. “Así como la Biblia es el libro más vendido y quizás el menos leído, Mi lucha toma el carácter de libro objeto, de evangelio para un grupo de personas”.
Reflexiones
Se desconoce aún si este intento por reactualizar el texto tendrá éxito. Inicialmente se estima que su precio oscilaría entre 100 y 150 euros por cada tomo.
Gracias a un párrafo del Código Penal Alemán, que prohíbe la difusión y venta de parafernalia nazi y documentos que inciten al odio racial, ninguna editorial del país podrá imprimir nuevos ejemplares, pero en la práctica esa medida no tiene vigencia a causa de las nuevas tecnologías. En internet el libro se lee gratis y en varios idiomas.
A fin de cuentas, resulta algo absurdo observar que la publicación se transforme en foco de atención nuevamente, después de la sentencia que convirtió a Mi lucha en un texto maldito y al gobierno bávaro en el responsable de impedir que la obra del dictador fuera reeditada en Alemania, en lo que representa uno de los capítulos más obscuros y lúgubres en la historia de la humanidad.
No sé si todavía se puede ver, si existe aún, pero frente a la casa que ocupó Hitler, en aquella hermosa Braunau, vimos un memorial inscrito en un trozo de roca traído del campo de concentración de Mauthausen, que funcionó en la cercana Linz. En él recuerdo haber leído algo así como: "Nunca más fascismo. La advertencia son millones de muertos".