El IETM organiza eventos varias veces al año, y casi cada mes. Pero los grandes eventos de este exponente de la industria cultural son dos. En el que tuve la oportunidad de participar para compartir la campaña crowdfunding del proyecto Meeting the Odyssey que organizaba tuvo lugar en Bergamo, Italia, una ciudad histórica italiana, a unos 40 minutos en tren de Milán.
Bergamo es espectacular. Con su ciudad baja y su ciudad alta, es una huella del pasado que, según la imaginación que tenga cada uno, muestra los rasgos de las disputas de las familias italianas casi en cada piedra de sus bonitos, coloridos y espléndidos edificios. Pero en Bergamo se mezcla toda esa historia con el mundo global. No deja de ser el rico norte italiano, teniendo recursos para ambicionar cualquier cosa, siempre con la atenta auditoria de las históricas familias italianas.
Uno se pudo haber encontrado un montón de cosas en el IETM Bergamo, cuyo punto neurálgico fué el museo storico de la ciudad alta. Había que pasar por este palacete antiguo para hacer networking, tumbados en un sofá poncho en el jardín plazoleta del edificio. Hizo un tiempo espléndido y rodeado de montañas, saliendo de las inmediaciones, a pesar de sus aires de cosmopolitismo europeo, sin abandonar el anonimato internacional, dándose una vuelta por Bergamo uno no deja nunca la sensación de estar en una zona rural, perdido en la montaña, aunque hablemos de una ciudad de mas de cien mil habitantes.
Claro está, era el tiempo y el lugar de promocionar el potente teatro italiano actual. Una amplia oferta de obras de teatro transcurrieron por toda la ciudad alta. Una pequeña ciudad vieja con un sinfin de auditorios y teatros de calado. Alguno incluso premiado por la Unión Europea. Cabe subrayar algunas de las actuaciones.
El Esplendor de la tortura ha sido una de las que quedará en mi memoria. Con referencias explícitas al clásico de Foucault Vigilar y castigar. La obra se dividía en cuatro piezas independientes, tituladas respectivamente, La pareja, El jugador, La cuidadora, y El vegano. La obra explora como a través de situaciones cotidianas de cinco personajes, estos pueden llegar a transmitir situaciones irritantes, que pueden llegar al extremo, haciéndose en definitiva torturadores.
La pareja con sus discusiones nada mas salir de la foto de postal y cuento tras la boda, hace de la obra una cruzada contra el "comieron perdices", o mas bien, una descripción de cómo esta se vuelve prisionera del sofá o de aquella imagen inicial de postal de boda. Por su parte, el jugador, que no tiene dinero, cuya única actividad que le queda es masturbarse en su cama pensando en glorias futboleras y, en definitiva, seguir su equipo el domingo como gran evasión. La imagen de su madre completa el collapse edípico, representada por una mujer ataviada de jornalera italiana, con una careta de bruja represora, sugiriendo el popular en los subconscientes masculinos de sentimiento de fracaso.
The caretaker, o la pieza de la cuidadora, nos muestra a un anciano en un asilo y una cuidadora que se encuentra limpiando el lugar. El anciano es representado como un viejo cascarrabias, rancio, racista y fascista. Una vieja gloria, el hombre que algún día quiso ser héroe de la nación italiana y que abraza el fascismo para defender los valores nacionales. Es él, el gran defensor de la nación, de la etnia, de la raza aria italiana y su pureza, y que a pesar de todo ese orgullo y ese ego le espera el mismo final que a la mayoría: un asilo, en donde tendrá suerte si encuentra asistencia para sus necesidades mas mundanas, muy lejos de esa gloria patria.
La historia confronta ese personaje, el anciano guardián de los valores mas rancios, con el de la joven cuidadora, una chica que sueña con una operación de pechos y un adosado a las afueras de la ciudad, y que representa la antítesis de la Italia pura. Al anciano que se mueve en circulo gracias a su taca-taca solo le queda como gloria y pasatiempos el intentar tocarle los pechos a la cuidadora. Después de todo, no deja de ser mas que un inofensivo anciano. Representando las dos figuras las antípodas de carácter, incluso generacional, y por ello, y juntos o en separado, otra suerte de torturadores.
Cierra la obra la figura del vegano, caricaturizado por un profesor que representa el saber científico como saber privilegiado, frente al de otros, como el del mundo obrero. Durante las cuatro piezas existe un personaje que se erige como el elemento de enlace. Se trata del verdugo, al que no se le ve la cara, ya que se encuentra cubierto por la capucha típica de su profesión. Es solo al final, en la última parte, la del vegano, cuando se descubre quien es. Y en esta parte el actor se quita la capucha para representar precisamente al vegano. En definitiva, y al hilo de la obra, un torturador mas, un torturador que tortura con su ética. Los obreros enfundados en un mono azul acabarán por secuestrarlo y atarlo con una cuerda inmovilizándolo, obligándole a comer comida rápida como salchichas u hamburguesas, bañándolo en kétchu y arrojándole huevos por todo el cuerpo.
En el IETM de Bergamo también pudimos descubrir otras perlas. Cerrando el IETM, se reservaba para el final Untitled de Alessandro Sciarroni. Un director de teatro emergente que va acarreando ya varios premios de teatro y de artes visuales alternativos. La obra sin duda es todo un lienzo contemporáneo, que comienza siendo monótona, haciendo un guiño a la propia vida, y más tarde a la cultura del esfuerzo. Muestra a unos malabaristas que van apareciendo de uno en uno haciendo ejercicios básicos con bolos y acompañados de un piano, al que una música electrónica melódica y melancólica le hace de ambiente. La música es uno de los componentes principales de la obra, ya que constituye en si misma el interrogante de todo lo que va a suceder, aunque por veces a uno le sugiere que es el ruido de la naturaleza. ¿Por veces la lluvia?
La interrogante es precisamente el cómo de unos movimientos tan simples y que gradualmente se van complejizando a medida que van apareciendo mas malabaristas, que repiten unas veces los mismos movimientos, pueden llegar a constituir tamaño cuadro.
Hacia la guinda del champán para aquella ciudad histórica, perdida en las montañas, que no reniega de ser pueblo, ya que los bergamascos asi lo quieren. Total, siempre les quedará traer a un IETM y convertirse durante algunos días en los mas cosmopolitas del mundo.