Algo está cambiando en Madrid. Y a pesar de los convulsos últimos días electorales que ha vivido la capital, no nos referimos a sus líderes políticos, sino a cómo nos movemos los madrileños.
Da igual como sea Madrid, si rojo, azul o morado. Lo importante es que la ciudad nunca deja de moverse. Entre cafés literarios, terrazas asombrosas, ferias para todos los gustos, museos inolvidables, el vaivén de las calles y el ritmo de los bares, se ha colado un elemento que rompe el esquema pictórico del ocio y el sube y baja de las calles madrileñas. Sí señores: las bicis.
Se acabaron las excusas de las cuestas, del empedrado, de la falta de conciencia del tráfico de la urbe. Ya nada de eso importa. Madrid comienza a ir por fin sobre dos ruedas. Ya estamos más cerca de nuestros vecinos europeos.
El sistema se llama BiciMad. ¿Cómo funciona? En primer lugar habrás de regístrate como abonado anual (25€ al año y 50 céntimos por cada 30 minutos) o usuario ocasional (2€ la hora) con una tarjeta de crédito. Un sistema de colores te indicará qué bici está disponible y qué plazas están libres para dejarlas. Además, las bicis cuentan con un sistema de tecnología eléctrica que no solo hacen más sencilla su utilización, sino que también facilitan el pedaleo. No, si quieres no sudarás. La asistencia eléctrica puede ser baja, media o alta.
Por ahora, tan solo está en la zona más céntrica de Madrid. Pero poco a poco el éxito del sistema está extendiéndose a otros barrios de la capital. Se calcula que en julio de este año BiciMad contará con 165 estaciones y 2.028 bicicletas. La integración de las estaciones en el sistema será paulatina desde finales del mes de mayo.
El sistema aún no ha cumplido un año y ya se han subido a la bici cerca de 40.000 personas, a las que hay que sumar las 12.091 que han optado por la utilización de la tarjeta ocasional puesta en funcionamiento desde el mes de diciembre de 2014. En total, se han realizado más de un millón de viajes.
El perfil del usuario mayoritario (65%) tiene entre 26 y 45 años y las estaciones más demandas son la de Puerta del Sol (200 usos diarios), la plaza de la Cebada (156 usos diarios) y la de Santa Maria de la Cabeza (140 usos diarios).
El dato es claro, desde 2011 el uso de la bicicleta en Madrid se ha incrementado un 50 por ciento. ¿Siguen siendo las bicicletas para el verano o para nuestros amigos de Europa del norte? Hagan sus apuestas. De momento los más apocalípticos han tenido que cerrar sus piquitos de oro, porque todo el mundo está hablando de la nueva postal madrileña en la que poco a poco dejamos de ver madroños y empezamos a ver a nuestros vecinos sobre dos ruedas.