Más de 6 millones de espectadores de todo el mundo vieron en 2012 como un tsunami arrastraba a Naomi Watts en Lo Imposible. La película, dirigida por Juan Antonio Bayona y que narraba la historia verídica de una familia española que sufrió la catástrofe natural en 2004, fue rodada en parte en los estudios de Ciudad de la Luz, en Alicante, España. Unos estudios llamados a ser un referente internacional que convertiría al país en una potencia cinematográfica. Pero, como la gran ola que Watts veía llegar desde la playa, el proyecto ha acabado después de una década en un tsunami financiero. Y en su cierre definitivo.
El pasado 6 de febrero, el gobierno regional de la Generalitat Valenciana anunció que sacaba a subasta el complejo cinematográfico, inaugurado en 2005 y que cuenta con 300.000 metros cuadrados de platós, zonas de rodaje exteriores e incluso una escuela para futuros talentos. “Los mejores estudios del mundo”, como los definió el mismísimo Ridley Scott.
Pero los mejores estudios del mundo se encontraron el 3 de julio de 2014 con una herida imposible de sanar: ese día, el Tribunal General de la Unión Europea confirmaba que las ayudas públicas de 265 millones de euros concedidas por el Gobierno valenciano a los estudios cinematográficos eran ilegales por atentar contra la libre competencia y, por tanto, debían ser recuperadas. Varias denuncias por parte de empresas privadas del sector -una alemana y una inglesa- habían puesto el foco de Competencia sobre el centro alicantino, propiedad en su totalidad del gobierno regional. Pero la sombra de una pésima gestión por parte de los sucesivos directivos ya venía sobrevolando los platós desde hacía tiempo.
Las instalaciones están en desuso desde hace dos años y lo cierto es que el complejo nunca pareció despegar. Por sus platós -uno tan grande que cabe un Boeing- pasaron algunas superproducciones como 'Lo Imposible' y 'Asterix y Obelix en los Juegos Olímpicos', otros rodajes menores y mucho dinero público para hacer atractivos los estudios. Lejos de lo esperado. La sentencia europea y la imposibilidad de hacer frente a la devolución de los 265 millones han hecho el resto.
“¿Están locos? ¿Tienen el mejor estudio del mundo y no lo usan? No tiene ningún sentido. Podrían pagarlo si lo tuvieran en funcionamiento. No entiendo lo que pasa en España”, decía Ridley Scott en una entrevista a la revista cinematográfica Fotogramas. El director, por cierto, quiso rodar allí parte de 'Prometheus', pero eso también acabó en tsunami.
Una vez confirmada su salida a la venta, las ofertas por el complejo cinematográfico no se han hecho esperar. La más llamativa es la de otro director de renombre: Francis Ford Coppola. El grupo estadounidense CineMar Partners, vinculado con el director -que rodó en 2008 parte de 'Tetro' en Ciudad de la Luz-, ya ha anunciado su intención de pujar por todo el complejo y convertir los estudios en un centro de producción de cine digital. También pujará un conglomerado de grupos chinos, que pretende convertir la zona en un gran centro de ocio para sus compatriotas, incluyendo un parque temático en torno al cine.
Son solo dos de las muchas opciones que se abren para los grandes estudios españoles. Lejos quedan los días en que diez cámaras submarinas grababan en el gigantesco tanque acuático de Ciudad de la Luz la agonía de Naomi Watts, que le valió una nominación al Oscar. Lejos los cientos de alumnos de su escuela, las grandes ruedas de prensa, los festivales de cine y el futuro prometedor. Como muchas otras apuestas en la España de la última década, la gran ola de la crisis económica se ha llevado por delante también a Ciudad de la Luz.