Agradecer todos los días por lo afortunados que somos puede sonar trillado. Vivimos a prisa, sin tiempo para agradecer, meditar, reflexionar; y también nos enfrentamos a la problemática cotidiana que nos impide ver más allá de los problemas, se nos hace tarde, hay tráfico, el coche necesita repararse, hay que pagar la hipoteca, etc., Entonces no queda ya lugar para pensar en los problemas de los otros o en las pequeñitas cosas lindas que tenemos. Y estas cosas pequeñitas no son el amanecer, las estrellas y los arcoíris, me refiero a poder respirar, a poder ver, escuchar, a poder tener la libertad e independencia de levantarse y caminar a donde quieras.

Esas cosas, con las que a veces nacemos y damos por sentado que tenemos, son como un puente entre nuestra alma y nuestra vida productiva. Podemos contar con un alma noble interesada en ayudar a los demás, pero si no podemos caminar y salir de nuestra casa para ayudar a otro que vive enfrente, nuestra alma sufrirá y nos sentiremos incompletos o inútiles, y es entonces cuando debemos ir más allá de nuestras limitantes en pos de ser congruentes con nuestra alma e intenciones.

Cuando en una familia llega una grave situación médica, se logra conocer la esencia de la que estamos hechos, el nivel de fortaleza y la capacidad de solución con la que enfrentamos estas situaciones. Todos sabemos lo grave que es el cáncer, pero pocos nos detenemos a ver cómo esta enfermedad afecta a los que aman al enfermo, como se desmoronan ante el sufrimiento de los que más aman, pero cómo deben mantenerse fuertes, pues son el sostén de la casa y el apoyo del enfermo. Una enfermedad grave es una prueba sumamente difícil no sólo para el enfermo, sino para sus familias y para sus seres más cercanos. Es devastador ver la falta de apoyo de tus soportes, pero es divino sentir el apoyo de otros que no formaban parte del círculo cercano o que ni siquiera conocías.

Vivimos pensando que todos los días vamos a poder levantarnos e ir a trabajar y continuar con nuestros planes. Algunos se prevén con un buen seguro de gastos médicos, pero nadie está prevenido por si sus riñones fallan, o por si ocurre un accidente y de repente ya no vas a poder levantarte de la cama. Probablemente tengas ahorros y bienes, pero anímicamente nadie está preparado para un cambio tan radical. Pocos podemos imaginar qué sentiríamos si, a partir de la siguiente hora, dejáramos de ver y tuviéramos que empezar a mirar sólo el color negro.

Estas situaciones van a implicar una nueva forma de vida, ya sea durante muchos años más o sólo durante la siguiente semana. Aquí no se trata de vivir o morir, aquí se trata de aceptar y modificar tu estilo de vida mientras cuentes con tiempo y poder tener una digna calidad de vida a pesar de una condición incapacitante. A veces hay soluciones, para otras sólo habrá tratamientos que reduzcan los efectos de una enfermedad.

Y más allá de pedirte que te pongas en los zapatos del otro, me gustaría sencillamente que mires a tu familia y círculo de amigos, pues nadie está exento. Probablemente tú tengas una larga y sana vida, pero en alguna ocasión tendrás que lidiar con algún accidente o enfermedad de alguien a quién ames.

Me gusta pensar en un círculo grande de amigos. A veces alguien que no esperabas te dará un regalo asombroso de vida, así que cuanto más grande mi círculo, más personas maravillosas tendrán detalles para mí.

En base a esta forma de pensar, siento que lo que yo necesito lo puede tener una persona que ni me conoce, que está lejos de mí y que puede dármelo, pero si ella no piensa en ampliar su círculo de amigos compartiendo eso que ella tiene, no podremos llegar a ayudarnos, porque yo estaría sumamente agradecida de por vida con ella, así que serían sentimientos mutuos.

Cuando tú decides donar un órgano, estas dando un regalo genuino, es como un gesto divino, pues estás regalando algo con lo que naciste, algo que no te costó tenerlo, que sencillamente estaba ahí, y se lo estarás dando a alguien que probablemente no conozcas o que no llegarás nunca a conocer. Y no sólo estás beneficiando al enfermo, sino a todo su círculo de amigos y familiares que están muriendo un poco junto a él, y que probablemente sin tu ayuda, tendrían un largo y difícil proceso de duelo.

Así que, una buena forma de agradecer a la vida por todo lo que te ha dado podría ser compartir estos tesoros con los que naciste. Es una forma muy humana de trascender e ir más allá de tu tiempo de vida y de tus acciones. Es el acto más puro y sencillo de compartir.

Algunos datos acerca de la donación de órganos:

De acuerdo a la Cruz Roja Mexicana, estos son los órganos y tejidos que podemos donar:

• Por paro cardiaco se pueden donar tejidos como: hueso, piel, córneas, tendones, válvulas cardiacas, cartílago y vasos sanguíneos arteriales y venosos.
• Por muerte cerebral se pueden donar: corazón, pulmón, hígado, riñones, intestino, páncreas y los tejidos mencionados anteriormente.
• En vida se puede donar segmento de pulmón, de hígado, de páncreas e intestino; además de riñón y médula ósea.

¿Quiénes pueden ser donadores?

• En vida: personas entre 18 y 60 años, aunque han existido donadores de más de 60 años, que se encontraron en buen estado de salud y fueron aceptados. En este caso se debe tener un parentesco por consanguinidad, afinidad o civil.
• Después de la vida: se consideran a personas de entre 2 meses a 90 años de edad, claro que la donación va a depender de la valorización de los médicos si existen tejidos u órganos sanos. En el caso de los menores de edad, podrán donar tejidos músculo-esquelético y córnea, en tanto sea autorizado por los padres o tutores.

De acuerdo al Centro Nacional de Trasplantes en México, al día de hoy existen 19.336 personas esperando recibir un trasplante, de las cuáles:

• 11.504 personas esperan recibir un trasplante de riñón
• 7.362 personas esperan recibir un trasplante de cornea
• 406 personas esperan recibir un trasplante de higado
• 42 personas esperan recibir un trasplante de corazón
• 10 personas esperan recibir un trasplante de riñon-pancreas
• 8 personas esperan recibir un trasplante de pancreas
• 2 personas esperan recibir un trasplante de hígado-riñón
• 1 persona espera recibir un trasplante de pulmón
• 1 persona espera recibir un trasplante de corazón-pulmón

De acuerdo a la Fundación Comparte Vida:

• Donormo es el registro mexicano de donadores altruistas de médula ósea, cuyo fin es ofrecer la posibilidad de vivir a pacientes con leucemia u otras enfermedades de la sangre.
• Un trasplante de médula ósea es un procedimiento para reemplazar la médula ósea dañada o destruida por células madre de médula ósea sana. La médula ósea es el tejido graso y blando que se encuentra dentro de los huesos y las células madre son células inmaduras en la médula ósea que dan origen a todas las células sanguíneas.
• Bacecu es el banco donde las mamás donan las células del cordón umbilical (CU) de su bebé, inmediatamente después del parto. Estas células pueden salvar la vida de algún niño, joven o adulto con leucemia o alguna enfermedad de la sangre, ya que las células madre producen glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Ojala puedas tener la oportunidad de compartir y donar.

Te recomiendo la película La decisión más difícil, que retrata como el cáncer es un padecimiento familiar y no solo del que la padece, es una enfermedad que mata un poco de cada uno de los integrantes de la familia: https://www.youtube.com/watch?v=LXxAcdJJahE