Crepúsculo, Lady Gaga, Los juegos del hambre, One Direction, Cincuenta sombras de Grey… No cabe duda de que estamos ante un momento en el que la industria del entretenimiento, ya sea musical, literaria o cinematográfica, se encuentra en pleno auge creando productos que, a la larga, acabarán convirtiéndose en lo que se denomina fenómenos fan. ¿Y qué es un fenómeno fan? Podría describirse como la capacidad que estos productos tienen de movilizar a miles y miles de jóvenes, sin importar su edad o sexo, mucho menos la distancia, el idioma o la condición sexual. El fenómeno fan es, valga la redundancia, un fenómeno social que surgió un poco en la sombra, pero que con el paso de los años ha acabado por despojarse de la etiqueta de friki para ser considerado algo guay.
Pero, ¿es el fenómeno fan algo propio de nuestros días o tiene sus raíces en el pasado? Lo único que tenemos que hacer para dar respuesta a esta pregunta es pararnos a pensar en las figuras de Elvis Presley, los Beatles y los Rolling Stones. Fueron ellos los verdaderos precursores del fenómeno fan tal y como lo conocemos hoy en día: kilométricas colas antes de entrar a los recintos de actuación, fans tan sobreexcitadas que llegaban incluso a sufrir colapsos o ataques al corazón, jóvenes que invertían sus pocos ahorros para intentar hacerse con una entrada, familias reunidas frente a la televisión para vibrar con una actuación de su grupo favorito…
La mayoría de estos patrones, hoy por hoy, siguen conservándose en las juventudes de nuestra sociedad. Aunque quizá la mayor diferencia con respecto a aquellos tiempos es que ahora el fenómeno fan se ha convertido en una especie de círculo exclusivo en el que no todo el mundo puede entrar, es decir, que las fans de One Direction tenderán a buscar a través de foros y otras plataformas interactivas a esas otras fans que comparten su misma devoción por el grupo británico que arrasa en todas las listas de éxitos, organizando quedadas y cantando juntas todas y cada una de sus canciones. Porque si en algo se diferencia el fenómeno fan de ahora con el de hace cuarenta años es en que la presencia de las redes sociales e internet ha fomentado que estos episodios fanáticos pierdan la colectividad de la que gozaban antes ya que, en cierta manera, abrazan a los jóvenes y los introducen en un círculo del que muchos se niegan a salir.