O tal vez sí, pero seguramente que a los trabajadores de la Casa Blanca les costará bastante encontrar huevos con la crisis que vive ahora mismo Estados Unidos. Trump le echa la culpa a Biden, pero él tampoco está haciendo nada distinto a lo que hizo el anterior inquilino de la Casa Blanca.
Estados Unidos combate desde 2022 un brote de gripe aviar, la enfermedad causada en las aves por el virus H5N1. La administración Biden decidió que era necesario sacrificar nos solo las aves infectadas con el virus, sino todas las que convivían con ellas en la misma granja y desinfectar por completo las granjas afectadas. Ese sacrificio masivo de aves ha llevado a una disminución sustancial de la producción de huevos en los Estados Unidos.
La demanda de huevos es bastante inflexible en térmicos económicos.
Desde que se detectó el brote, más de 130 millones de aves han muerto, según los datos de la Federación de la Oficina Agrícola Estadounidense, una asociación nacional de productores agrícolas. Cuando se sacrifican gallinas se tarda entre cinco y seis meses en que las nuevas gallinas sean productoras de huevos, por lo que hay un desabastecimiento importante en el país del norte de América.
La demanda de huevos es bastante inflexible en térmicos económicos. Que una demanda sea inflexible quiere decir que por más que la oferta se resienta (hay menos huevos disponibles para ser vendidos) la demanda no se reduce. Una demanda inflexible hace que el precio crezca y crezca sin control, llegando en algunos casos al desabastecimiento o restricciones en la cantidad de unidades que cada usuario puede adquirir.
El precio de los huevos en 2024 subió un 65% en Estados Unidos y hay supermercados que limitan el número de huevos que cada cliente puede comprar a dos docenas. Estas limitaciones son sobre todo para evitar el mercado negro, donde el precio podría llegar a más del doble que el precio actual, unos 5€ la docena.
Trump critica al gobierno de Biden por los sacrificios masivos de gallinas, pero su administración de momento no ha detenido esos sacrificios y el brote de gripe aviar está lejos de ser contenido. Los casos se siguen sucediendo y no hay una solución clara a la vista.
El actual presidente de USA parece estar más ocupado en amenazar con aranceles a los países del mundo que ve como enemigos y no se da cuenta de que los huevos son prohibitivos para muchos de sus conciudadanos. Parece que un día Trump no tendrá los huevos donde los quiere, a un precio razonable y sin restricciones. Es gracioso ver como la mayor potencia mundial no tiene huevos para abastecer sus propias necesidades.
Y no hay un plan claro a la vista. Algunos economistas dicen que el aumento exagerado del precio de los huevos es una de las razones por las que la inflación se está disparando en los Estados Unidos. Tal vez ayude que el precio del petróleo está bajando y compense esa subida de materias esenciales, pero tampoco es bueno para USA que baje el petróleo porque son productores y en Tejas no está muy bien visto que el crudo baje de los 80 USD el barril.
La crisis de los huevos puede que se le atragante a Trump si no sabe atajarla. Puede que los huevos que hoy no tiene en su mesa sean los que hagan que se empiece a fracturarse la potencia mundial. Quién lo sabe. Sería gracioso encontrar en los libros de historia del Siglo XXII que la caída del imperio de los Estados Unidos de América comenzó por culpa de unos huevos.
Si se trata de los seres humanos, hay señales preocupantes: una persona que murió en Louisiana a finales de 2024 por gripe aviar hizo saltar las alarmas. Era inusual porque el riesgo de contagio es muy limitado. La víctima estaba empleado en una granja de pollos, por lo que estaba muy expuesto al virus, tenía más de 65 años y problemas de salud. Los virus tienen la de probar. Se han detectado más casos y 70 personas se han infectado de H5N1 en EE UU.
El tiempo dirá. De momento solo puedo desearles mucha suerte a mis amigos de los Estados Unidos, sé que ellos no tienen la culpa de lo que les está pasando. Claro que se puede vivir sin huevos, aunque sería mejor poder importarlos de Méjico o algún otro país, pero al ritmo que va el patotero Trump parece que se va a quedar aislado dentro de los muros que está construyendo.
Un muro sirve para que no entren inmigrantes, pero también sirve para cercar a los que están dentro, creo que Trump y Musk no preveían que la tortilla tiene dos caras y siempre hay que darle la vuelta.
Me río solo mientras escribo, tortilla, la tortilla que Trump y sus amigos no se van a poder comer, porque ahora mismo, no tienen huevos.