Desde que se iniciara en octubre de 2023 la respuesta del gobierno en funciones de Israel contra el violento ataque de Hamas, la población mundial ha asistido a un constante sufrimiento de la población gazatí. Bajo el legítimo argumento de la defensa propia, los mandatarios de un gobierno de emergencia (dado que las urnas no les habían dado la confianza suficiente para hacerse con el gobierno), estos personajes decidieron aprovechar la coyuntura para cumplir con un plan que estaba en espera desde hacía más de dos décadas.
Benjamín Netanyahu y su gobierno aprovecharon la coyuntura y desplegaron todo el odio que tenían dentro. Eso no debería ser una sorpresa, porque para los que siguen a su partido y a los aliados de este es algo que se esperaba, en cierto modo. La sorpresa es que lleven más de nueve meses de genocidio ante la mirada estupefacta de millones de personas en todo el mundo.
Somos cómplices
Hace no mucho me dijeron que una cadena de supermercados y de distribución con central en Europa apoyaba al gobierno de Netanyahu y no me lo creí. Llamaban a hacer boicot a esta cadena francesa con supermercados en todo el mundo. Empecé a investigar y vi que sí, que desde el año 2022 tiene vínculos claros con la ocupación ilegal de Cisjordania y que este mismo 2024 ha arrendado locales de venta en España a un grupo inversor Israelita.
Es así como me he propuesto buscar qué empresas a las que compramos víveres y bienes de uso son las que apoyan directa o indirectamente el genocidio en Gaza.
Es un acto pequeño, pero si todos actuamos y nos movemos generaremos el cambio, o al menos no nos sentiremos atados a una situación que no manejamos y que repudiamos completamente.
No me gustan los toros y no voy a la plaza de toros, cada vez que puedo escribo un artículo antitaurino, y sólo estoy defendiendo que no se extienda el maltrato animal, mucho más debería hacer para evitar o tratar de oponerme a un genocidio que parece que no se detendrá hasta que el ilegítimo gobierno xenófobo de Israel haya acabado con los legítimos habitantes de esa tierra hasta 1948.
Estados Unidos primero y Europa como aliado son los mayores cómplices de más de 40 mil muertes. Un goteo constante de treinta a cincuenta asesinados cada día, entre ellos miles de niños. Hay intereses geopolíticos detrás. Hay en Israel 6.8 millones de judíos y en estados unidos otros 5.7 millones… ¿Están todos de acuerdo con este genocidio? Son pocos los que no se callan, pero deberíamos unirnos con ellos y luchar para que este gobierno de Netanyahu se de cuenta de que no todo vale.
Hay momentos en la historia en los que el silencio lo abarca todo. La guerra fría fue uno de esos y ahora mismo estamos en una versión, bajo mi humilde punto de vista, muy amplificada de esa guerra fría. Los BRICS juegan a desestabilizar al imperio, sugieren ideas sobre los conflictos armados de Ucrania y Gaza, pero no se mojan porque su objetivo es desestabilizar al enemigo. Estados Unidos y Europa juegan a callar con Israel y hacen justo lo contrario con Ucrania, porque están opuestos con la R de los BRICS y mientras ellos juegan ese juego perverso, nosotros somos cómplices del silencio asesino.
La esperanza es lo último que se pierde
Es extraño, pero parece que une más el fútbol que el sentido de humanidad. Dos futbolistas dicen a sus compatriotas que no voten a la extrema derecha y el efecto es casi el mismo que si se unen varios partidos políticos. Tengo la esperanza de que no haga falta que los deportistas opinen en contra de Netanyahu, aunque será bienvenido si lo hacen. Hay personalidades como Dua Lipa que ya lo están haciendo, eso debería motivarnos y reaccionar, actuar en contra del genocidio. La equidistancia con los extremismos y el silencio son complicidad.
Ojalá podamos acabar con esto ya y no se vuelva a repetir, ojalá el pueblo palestino recupere sus derechos.