El hombre que se cela detrás de las huellas en la enigmática Sábana Santa adquiere una fisionomía total con sus heridas abiertas, cuya sangre dejó impregnado el sagrado lienzo con sus formas, el más importante objeto de devoción existente en el mundo.
Unas formas tridimensionales conseguidas tras 15 años de esmerada labor de investigaciones de la venerada sábana por parte del artista español Álvaro Blanco, y ahora exhibidas por primera vez en Italia, tras las etapas en Salamanca y Guadix (Granada), dentro de la exposición internacional The Mystery Man, comisariada por el mismo autor y montada por la sociedad ArtiSplendore, aportando una experiencia sumamente inmersiva.
La cita italiana se abre con diversos objetos centrados en Jesús de Nazaret, que adentran al visitante en la Pasión de Jesús, la historia de la Sábana Santa, su descubrimiento y los diversos análisis a los que ha estado sometida a lo largo de los años. Se ofrece también una sala inmersiva centrada en el desarrollo de la imagen de Jesús a través de los siglos, y una proyección de videomapping sobre una reproducción del Sagrado Lienzo. Se clausura la exposición con la presentación de la escultura tridimensional e hiperrealista, fiel a la imagen del hombre que se deja entrever en la Sábana Santa, fruto de una investigación histórica, científica, religiosa y artística, completada por Álvaro Blanco.
Estoy orgulloso de que Chioggia (Venecia), una localidad única en el mundo (aunque algo eclipsada por la universal ciudad de los canales), acoja una exposición también única en el mundo, una muestra internacional importantísima desde el punto de vista tanto artístico como científico. Por esto agradezco de corazón a todos los que han hecho posible que permanezca hasta el 7 de enero de 2024. Por eso, invito a todos a visitar esta increíble exposición, una ocasión única para dejarse envolver también emotivamente por el recorrido realizado por el autor y comisario Álvaro Blanco, que termina en la sala que expone este hombre misterioso. Una experiencia inmersiva que no se puede perder.
(Mauro Armelao, alcalde de Chioggia)
Mientras Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio de la Comunicación del Vaticano, añadió: «En ese cuerpo martirizado, lleno de sufrimiento, vemos reflejada la historia de tantos perseguidos de nuestro tiempo. Pero la misteriosa imagen de la Síndone ofrece también una luz de esperanza, es el icono del Sábado Santo y el preludio de una vida nueva».
De hecho, millones de fieles a lo largo de los siglos han querido observar personalmente la Síndone, custodiada en una vitrina de la Catedral de Turín, durante las diversas ostensiones públicas (la última se remonta al año 2010 que atrajo a dos millones y medio de visitantes). Y la verdad es que, ante ese lienzo de lino que deja adivinar la imagen de un hombre azotado, coronado con espinas, crucificado y herido por una lanza en el costado, es imposible dejar de emocionarse profundamente. Y ese sacrificado sigue despertando aún en la actualidad un gran interés entre los creyentes y los no creyentes...
Cabe recordar que las primeras fotos de la Sábana Santa inmortalizadas por Secondo Pia en 1898, dejaron entrever la imagen clara del hombre envuelto en ese lienzo abandonado en el Sepulcro, y si los estudios de la Nasa en 1976 demostraron que aquella figura se presentaba tridimensionalmente, ya se puede afirmar que este cuerpo y este rostro responden a la reconstrucción en tamaño natural de aquel hombre.
Y ahora gracias a la exposición distribuida en seis salas: se inicia con la primera centrada en la figura de Jesús de Nazaret, continúa con otra dedicada a su condena a muerte, con todas las armas utilizadas por los soldados romanos e incluso las monedas (reproducidas) de la recompensa a Judas por su traición, en total un recorrido de 600 m2 que prepara al visitante a la sorprendente presentación de El hombre misterioso, la escultura hiperrealista de látex y silicona que le da vida.
Mientras la tercera expone la aparición de la Sábana Santa, que según la tradición sería el lienzo con el que fue envuelto Jesús tras su descendimiento. Un espacio completo de imágenes que narran la historia del sagrado lienzo, objeto del interés y la atención de la ciencia de la que resulta aspectos inexplicables sobre la impregnación de esas huellas.
Por su parte, la cuarta recoge las diversas representaciones del rostro de Cristo en el arte, así como el trabajo científico y forense, a la base de la figuración de todo el cuerpo tridimensional. El quinto apartado, penúltimo en esta inmersión con 500 figuraciones de Cristo documentando la evolución de la iconografía de Jesús, prepara al epílogo, el encuentro con el hombre misterioso, reflejado en la Sábana Santa.
La figura del hombre recostado desnudo de 1,78 de altura y de 75 kilos de peso, es una escultura de látex y silicona, con pelo y cabellos naturales, que resulta fuera de cualquier movimiento artístico. Reproducidos los 250 golpes y los 150 latigazos recibidos con el «flagellum» de cuero con bolas de hierro en la extremidad; igualmente, entre la quinta y la sexta costilla se observa un corte de lanza que emanó sangre y agua, a causa de un edema pulmonar. Un detalle mencionado en los Evangelios, en la narración de la Pasión y muerte de Jesús de Nazaret; y las heridas en los pies y en las muñecas causadas por los clavos de la crucifixión. Ese hombre muestra un hombro dislocado, una pierna contraída por la ruptura de un tendón, la nariz desviada por los golpes en la cara y en la cabeza. Además, los cabellos se presentan despeinados y sucios con una mezcla de sangre y sudor. En fin, esta escultura reúne fielmente todas las condiciones según las huellas que el hombre envuelto en la Sábana Santa ha dejado en la enigmática reliquia. Esta exposición itinerante viajará por los cinco continentes, y probablemente para el Jubileo 2025 de Roma.
La Sindone (tela de lino), donada por Carlos II de Saboya, custodiada en la Catedral de Turín, visible solo durante la Ostensión, conjuga ciencia, misterio y fe, en cuyos restos se ha intentado encontrar una respuesta: en 1988 fue sometida a la prueba del carbonio-14 cuyo resultado confirmó que la Sábana Santa se remonta a época medieval (1260-1390), si bien aquel hombre misterioso sigue llegando al alma, emocionando a todos los corazones y desafiando a la ciencia.