Cuando se habla de «hombres adelantados a su tiempo» nos viene a la mente nombres como Leonardo Da Vinci, Isaac Newton, Albert Einstein, y tantos otros. Sin embargo, existen algunos hombres que han sido claves en el avance de la ciencia, y, en muchos casos, son los «reales y verdaderos» creadores de las teorías, ideas, y/o postulaciones que han logrado desarrollar la ciencia desde tiempos remotos hasta nuestros días. Esta omisión no es casual. La ciencia está plagada de ejemplos. El caso de Roger Bošković es uno de ellos. Sus teorías, e ideas innovadoras son la fundamentación de muchas de las teorías más exitosas en la física contemporánea: desde la teoría atómica, pasando por la noción de campo, hasta llegar a la noción de espacio-tiempo en la relatividad de Einstein, las ideas y escritos de Bošković han sido claves en la generación de postulaciones que soportan las actuales teorías científicas.
Pero, ¿quién fue Roger Bošković? Y, además, ¿por qué se desconocen sus méritos? Para responder tales inquietudes es conveniente comenzar conociendo un poco la trayectoria de Roger Bošković.
Bošković nació en Dubrovnik (antigua Ragusa), Croacia, el 18 de mayo de 1711. Hijo de un prominente mercader herzegovino, Nikola Bošković, y de una mujer proveniente de una familia de Bérgamo (Italia) llamada Paola Bettera. Era el séptimo de los ocho hijos del matrimonio Bošković. Después de recibir lecciones privadas, prosiguió sus estudios en el Colegio Romano, y, en 1725, a sus 14 años, entra a estudiar en el noviciado S. Andrea delle Fratte de la orden de los jesuitas en Roma.
Tempranamente mostró su interés por las ciencias. Así, en el año 1736 publica varias obras acerca de las manchas solares, y, en ese mismo año, consigue también realizar observaciones del tránsito de Mercurio por el disco solar. Diez años más tarde, en 1746 calcula la órbita de un cometa. En 1744 se ordena como sacerdote y miembro pleno de la Compañía de Jesús.
En 1758 publica su máxima obra Philosophiae Naturalis Theoria redacta ad unicam legem virium in natura existentium que contiene su teoría atómica y sus postulaciones acerca de la noción de fuerza como derivada del principio de impenetrabilidad de los cuerpos; es justamente esta teoría que tendrá vital importancia en el desarrollo posterior de la física contemporánea y que influirá en las teorías de Michael Faraday, y, más tarde, en las postulaciones relativistas de Einstein.
A partir del año 1767, Bošković convivirá entre la genialidad de sus postulaciones científicas y un temperamento que se hacía cada vez más complejo. Es incomprendido en su época y ello responde a lo adelantada de sus ideas con respecto a su tiempo histórico. Sus colegas, incapaces de vislumbrar el carácter visionario de Bošković, le critican de manera feroz y brutal. A esta situación se suma su estado de salud: las úlceras que padece Bošković en sus piernas y de las cuales no existe una cura efectiva. Todos estos elementos contribuyeron a desencadenar en Bošković una personalidad emocional y mentalmente frágil.
El 21 de julio de 1773, el papa franciscano Clemente XIV suprime la Compañía de Jesús con el breve Dominus ac Redemptor (El Señor nuestro redentor) debido a presiones de las Casas de los Borbones, situación que obliga a Bošković a abandonar los hábitos y huir a París donde consigue la ciudadanía francesa al tiempo que es nombrado director de la Óptica militar de la marina real. Durante su estancia en Francia, continua con sus trabajos científicos (inventa el telescopio acromático y el micrómetro), sin embargo, sus críticos continúan acechándolo. Bošković sucumbe a las críticas e inicia a enviar respuestas a sus detractores de manera impulsiva e incontrolada. Estas circunstancias, sumadas al ostracismo al que fue sometido, desmejoran su salud mental y emocional con consecuencias en 1786 cuando intenta suicidarse. Finalmente, un año después, en 1787, Bošković muere en Monza (Italia).
La genialidad de Bošković puede encontrarse en la teoría relativista de Einstein a través de la concepción geométrica del espacio y del tiempo y la concepción unificadora de «espacio-tiempo», la postulación de protones y neutrones en la composición de la estructura del átomo de Werner Heisenberg, la noción de campo de Michael Faraday y otras tantas, sin embargo, su visión lejana era demasiado profunda para el contexto histórico que le tocó vivir.
No profundizaré en los detalles sociológicos de la vida de Bošković, sino que, más bien, me dedicaré a describir su extraordinaria contribución en la generación de una de las teorías más hermosas de la física: la relatividad general. Creo que Bošković estaría de acuerdo conmigo, sí, en lugar de exponer los detalles de su vida, se difunda la maravillosa visión de sus postulaciones y la influencia que ejerce, aún hoy día, en la física contemporánea. Es, al menos de manera tímida pero honesta, un reconocimiento a su genio e intelecto.
Bošković y el avance de la física
Bošković creó una teoría de fuerzas que busca sintetizar la mecánica de Newton y la dinámica metafísica de Leibniz. En su obra Theoria philosophiae naturalis1 expone el concepto de fuerza como alternancia entre atracción y repulsión según la distancia entre los puntos materiales, la composición de la materia por puntos de fuerza indivisibles y sin dimensión y las concepciones de espacio y tiempo bajo un enfoque relativista y relacional dando cuenta de una cosmovisión compleja y cargada de conceptos metafísicos que por momentos resulta anticiparse a muchas concepciones y problemas de la física contemporánea.
Al contrastar las ideas de Bošković con las teorías físicas actuales salen a la luz interrogantes que hacen, a mi criterio, la figura de Bošković interesante. Así por ejemplo confrontar la noción de fuerza de Bošković y la teoría de campos, nos conduce a pensar en la filosofía boscoviana como punto de partida de Faraday para postular su teoría. Esto nos lleva a otra cuestión ¿qué diferencia las ideas boscovianas de otras teorías de la época? Al comparar las ideas de Bošković con las ideas de Newton y Leibniz, encontramos una visión interesante y distinta con referencia a nociones fundamentales en física (espacio, tiempo, materia y fuerza) que nos lleva a postular un posible cambio de paradigma dado por la filosofía boscoviana a través de su teoría de fuerzas.
Desde este punto de vista, se puede encontrar en las postulaciones del Theoria Pholosophiae Natural Redacta ad Unicam Legem Virium in Natura Existentium2 de Bošković: a) la teoría de fuerzas centrales como cambio de paradigma en física (bajo la visión boscoviana de nociones de espacio, tiempo y materia) en contraste con las teorías de la época; b) la influencia de la noción de fuerza, como concepto central para la explicación del cosmos, en la teoría de campos de Faraday, y c) cómo las ideas de Bošković acerca de espacio y tiempo como conceptos secundarios y de naturaleza geométrica (solución boscoviana al problema de acción a distancia) crean un precedente para la consideración del continuo espaciotemporal sostenido por la teoría relativista.
Veamos esto con un poco más de detalle.
Bošković expone su teoría de fuerzas en su Theoria Pholosophiae Natural Redacta ad Unicam Legem Virium in Natura Existentium, pero, y a diferencia de sus coetáneos, Bošković no se decanta por cosmovisiones newtonianas o leibnizianas. Su visión va enmarcada en profundizar aspectos geométricos de nociones espacio, tiempo y materia que le conducen a sostener el carácter secundario de estos conceptos. Para Bošković la fuerza es la noción primigenia que explica el cosmos. He aquí un punto interesante que debemos resaltar del pensamiento de Bošković: considerar la fuerza como concepto protagónico (al contrario de espacio y tiempo sostenido en la época) permite evidenciar el giro epistemológico de la filosofía boscoviana mostrando, además, su influencia en la física actual. Es la perspectiva de Bošković la que funda las bases para la postulación posterior de la teoría de campos3.
A partir de experimentos eléctricos, Michael Faraday encuentra en el electrón ese punto material boscoviano (modo real de la existencia) al que hace referencia la teoría de fuerzas de Bošković4. De esta manera la unidad, tanto en la fuerza como en los componentes últimos de la materia, la inextensión de los puntos materiales (que llevan a una concepción de masa radicalmente distinta a la newtoniana) así como fuerza como toda causa de movimiento son, en definitiva, los puntos coincidentes entre Faraday y Bošković5. Todo esto unido al vacío que Bošković deja en el concepto de fuerza tanto en lo que es como en su forma de actuar, señalan a Faraday el camino a seguir para madurar la teoría de campo6. He aquí una muestra de la influencia de Bošković en la física actual. De esta manera, a través de la teoría de campos podemos dar cuenta del viraje epistemológico dado por las ideas boscovianas. A pesar de lo anterior no existen hasta el momento estudios, dentro del marco de la filosofía de la ciencia, que den cuenta de este giro epistemológico dado por las ideas de Bošković.
Ahora bien, no solo en la naturaleza eléctrica se muestra la influencia de la filosofía boscoviana. La visión geométrica que defiende Bošković en relación a sus puntos materiales, componentes de la materia, y sus nociones espacio y tiempo lo acercan a Einstein7. Unido a la teoría de fuerzas y a la constitución de la materia, la filosofía de Bošković ofrece una amplia discusión acerca de espacio y tiempo mostrando en ella aspectos próximos a los planteamientos actuales. Podemos decir que, para Bošković, espacio y tiempo surgen como relaciones entre propiedades locales de las partículas y sus leyes de interacción8. De esta manera, la partícula material (modos reales de la existencia) y sus interacciones (teoría de fuerzas) establecen una relación de distancias e intervalos con los que Einstein pasa a postular el espacio-tiempo geométrico. Aunque a la fecha no existe ningún estudio que nos permita evidenciar sí Einstein conocía la filosofía de Bošković resulta interesante ver como la influencia de Bošković está, de una forma implícita, en la teoría relativista.
Otra evidencia acerca de la importancia e influencia de Bošković en física, es el problema de la acción a distancia de Newton. El intento de Bošković en dar respuesta al problema le lleva a sostener interesantes postulaciones dentro de su teoría de fuerzas. Una de estas postulaciones es el carácter secundario de espacio y tiempo, generados por las relaciones de distancia que se establecen a través de las interacciones entre las partículas, entendidas –éstas y sus interacciones– como primarias y punto de partida. Estas ideas, confrontadas con la visión relativista de Einstein, permite mostrar la presencia tácita de la influencia boscoviana en una de nuestras mejores –y más bellas– teorías en fisca.
Sin duda la figura de Bošković ha enriquecido la ciencia actual y es justo otorgarle el debido reconocimiento. No solo a través del «bautizo» de calles y/o avenidas, museos, o estatuas. No es allí donde se le rinde homenaje a un científico y filósofo. Es a través de la divulgación y estudio de sus ideas (e historia) en universidades, escuelas, institutos, etc., donde reside el más sentido y justo reconocimiento a quien dedicó su vida al estudio e investigación. Hoy día, la figura de Bošković es poco conocida entre los jóvenes investigadores, académicos, universitarios, estudiantes de ciencias, etc., y esto solo muestra que a Bošković aún no se le ha dado debidamente el lugar que merece dentro de la historia de la ciencia y la filosofía.
Notas
1 Boscovich, R., Theoria Pholosophiae Naturales Redacta ad Unicam Legem Virium in Natura Existentium, (1763), Open Court, London, 1922.
2 Boscovich, R., Theoria Pholosophiae Naturales Redacta ad Unicam Legem Virium in Natura Existentium, (1763), Open Court, London, 1922.
3 Tucci, P., Concluding remarks. Faraday on Boscovich, en: Memorie della Supplementi, vol. 23, 93, 2013.
4 Berkson, W., Fields of Force: The Development of a World View from Faraday to Einstein, vol. II., Routledge, London, 1974.
5 Fuertes, J.F., López, J., Roger Boscovich: ¿precursor de la teoría de campos?, en: Theoria: An International Journal for Theory, History and Foundations of Science, vol. 7, N° 16/18, 1992, pp. 687-701.
6 Faraday, M., Lectures on the forces on Matter and their relations to each other, Floating Press, New York, 2009.
7 Fuertes, J.F., López, J., Roger Boscovich: ¿precursor de la teoría de campos?, en: Theoria: An International Journal for Theory, History and Foundations of Science, vol. 7, N° 16/18, 1992, pp. 687-701.
8 Fuertes, J.F., López, J., El espacio y el tiempo en la Teoría de la Filosofía Natural de Roger Boscovich, en: Arbor, CLVI, 616, abril, 1997, pp. 57-76.