Hay dudas sobre su fecha y lugar de nacimiento. Los expertos se inclinan a creer que nació en la Gran República de Génova, Italia, en octubre de 1451. Los españoles dicen que tal vez nació en un lugar de la Corona de Aragón y que era hijo bastardo del príncipe de Viana. Las fechas de nacimiento también varían entre 1436 y 1440, en Génova. Su padre fue Doménico Colombo quien era un tejedor y/o tabernero genovés; su madre era Susana Fontanarrosa. Tuvo cuatro hermanos. Se dice que jamás se expresó bien en italiano y que usaba un español como un idioma aprendido salpicado de extranjerismos. Eso se debió a que salió muy niño de Italia y viajó en buques portugueses y españoles.
Su juventud y estudios no son claros, no se explica cómo un hijo de una familia pobre adquirió los conocimientos náuticos (aritmética, geometría y cartografía) que él poseía y el nivel cultural que mostraba de adulto, de tipo científico, humanístico y de idiomas, incluyendo el latín. Al parecer, estudió como cualquier niño y a partir de los 10 años aprendió dibujo y latín; desde entonces le encantaba la navegación y la brújula, la cual pudo manejar de joven. En realidad, fue un autodidacta.
Se dice que pudo predecir un eclipse lunar en su cuarto viaje. Y, además, Humboldt confirma que Colón descubrió la variación magnética, o más bien el cambio de la variación en el océano Atlántico.
Su primer viaje fue antes de los 15 años y, desde entonces, no dejó de navegar por el Mediterráneo, las islas de Madeira, las Canarias, Cabo Verde, Guinea, etc. Viajó durante 23 años, adquirió así experiencia antes de ir a Portugal a proponerle al rey que le financiara un viaje a las Indias por occidente, el mar Atlántico. Una idea revolucionaria, rechazada por no concordar los ayudantes del rey con la idea de Colón. Los marinos portugueses con experiencia lo creían vanidoso, pero otros en cambio opinaban, no sin razón, que era un visionario y un estudioso del mar, que ya sabía que la Tierra era redonda; al parecer tenía cierta información que le apoyaba, entre ella del sabio Toscanelli, algo que también tenían los portugueses. Colón sostenía que podría alcanzarse el lejano oriente (conocido en esos tiempos como «las Indias», navegando hacia el oeste por el océano Atlántico.
Cuando cumplió 40 años y como no logró ayuda en Portugal, se fue entonces a pedir ayuda a los reyes de España, tardando 6 meses en convencerlos. Él realizó cuatro viajes empleando más de 30 barcos.
En el primero representaba a los reyes católicos de Castilla y Aragón, este fue el del descubrimiento y solamente llevo tres naves. Contó, aparte de la ayuda proporcionada por los reyes, con el apoyo económico y de marinería de Francisco Alonso Pinzón y sus hermanos que fletaron y viajaron en las carabelas la Niña y la Pinta mientras que Colón lo hizo en el tercer navío La Santa María.
Salió el 3 de agosto 1492 y, el 12 de octubre, después de cruzar el Océano Atlántico, llegó a tierra de una isla llamada Guanahani que bautizaron como San Salvador en las Bahamas. Descubrió luego a Cuba y a Santo Domingo (Haití). Desde el principio e incluso aún después estuvo en el error de creer que estaba cerca de las Indias de Asia.
Este descubrimiento constituyó un encuentro entre dos mundos y dos culturas; la europea y la india de América con sus costumbres ancestrales, choque con profundas repercusiones en especial para los indios, pues los europeos impusieron un dominio absoluto, religioso, político, militar, cultural sobre los locales.
Se ha dicho que los vikingos ya anteriormente en el siglo X, después de colonizar Groenlandia, habían descubierto Terranova al norte de América, pero no está bien documentado.
Al regresar a España después de este primer viaje llevaban: oro, frutas y especies, así como 10 indios de las islas. Fue recibido en la corte y tratado por los reyes como un par de ellos, así como por toda la población que lo admiraba y ahora sí todos creían en él.
Para el segundo viaje en 1493 —este era ya de colonización— llevó 17 buques y 1500 personas, llegaron a unas islas que denominaron Dominica, Guadalupe, San Juan (Puerto Rico) y luego volvió a Haití, donde fundó la primera ciudad española, La Isabela.
En el tercer viaje, llevó 6 buques y llegó finalmente a tierra continental (sin saberlo) frente a la isla Trinidad en la desembocadura del Orinoco. Como administrador de La Española, fue acusado por los propios españoles de haber diezmado al pueblo indio al repartirlo entre los colonos y venderlos como esclavos. Algunos historiadores niegan esto. El asunto es que llegó a Santo Domingo, donde tuvo muchos problemas y alzamientos achacados a su mal trato a los indios y a los propios españoles, pues lo tildaban de mal administrador, por eso los reyes enviaron a Francisco de Bobadilla a poner orden, sin embargo, este no lo escuchó, sino que lo destituyó y lo envió encadenado a España.
Los reyes al llegar a España ordenaron de inmediato liberarlo y reponerle sus derechos de almirante, virrey y gobernador de las Indias Occidentales al servicio de la corona de Castilla. Y, además, le ayudaron para un cuarto viaje con cuatro barcos y, el 14 de agosto de 1502, llegó a las costas de la actual Honduras y en los meses siguientes, a las de Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Regresó a Jamaica y, habiendo perdido sus naves por mal tiempo, fue posteriormente recogido por otro buque y llevado nuevamente a España. Después de este viaje finalmente fue maltratado por los reyes y nobles. Según Colón porque creyeron todas las mentiras que se decían de él y nunca le reconocieron como virrey de América, con derecho a sus tierras en ese lugar, únicamente le dejaron el título de almirante.
Se le critica su obsesión por encontrar oro, por lo que sacrificó a muchos nativos y españoles y maltrató a todos; de hecho, él inició un mercado de esclavos de indios para España. Se convirtió así en el primer esclavista de América.
Según él mismo relata, inicialmente tuvo cuidado paternal con los indios, pero luego surgieron enfrentamientos con ellos e incluso con españoles, lo que le cambió el carácter y su modo de ser y se volvió agresivo. El oro al parecer se lo pedían los reyes para cubrir sus gastos por eso les envió 500 indios para ser vendidos como esclavos.
Debemos recordar que la esclavitud surgió hace más de 4000 mil años, ya el Código de Hammurabi redactado por uno de los primeros reyes del imperio sumerio, la citaba y hasta daban ciertos derechos a los esclavos. Se vio en los imperios babilónicos, en Egipto, Grecia y Roma y siguientes civilizaciones, incluyendo el Imperio Británico, Holanda, Portugal, etc. De hecho, la esclavitud surgió según relata Aristóteles porque los pueblos en la antigüedad y en constantes guerras entre ellos, se dieron cuenta de que era mejor aprovechar a los enemigos vencidos como mano de obra en lugar de ejecutarlos En Europa, ya en el año 1501, los mercaderes de Portugal llevaron esclavos negros de África a Brasil y España igual a Uruguay, estos eran esclavos del África subsahariana. Aun en el siglo XXI, al parecer hay trata de esclavos en Sudan, la República Centroafricana, Eritrea y otros países.
Colón, murió abandonado en Castilla a los 70 años e inicialmente fue enterrado en un convento de franciscanos en Valladolid, de ahí, luego sus restos fueron pasados a Sevilla y, posteriormente, la viuda de su hijo Diego solicitó llevar los restos de su esposo y los de Colón a Santo Domingo en 1536. Posteriormente, hay confusión sobre que su cadáver fue primero llevado a la catedral de La Habana y de ahí regresado a Sevilla. Sin embargo, posteriormente en la Catedral de Santo Domingo apareció una caja donde se señalaba que ahí estaban sus restos. Desde entonces, los españoles dicen que está enterrado en la catedral de Sevilla y los dominicanos en su país, ya que los restos que se habían llevado antes eran de otra persona. No existe un retrato fidedigno de su figura. En el Museo Metropolitano de Nueva York, hay un retrato al óleo del pintor Sebastiano del Piombo con una leyenda que dice «ligur Colombo”.
Notas
Aristóteles. (1968). Obras Filosóficas. Clásicos Jackson. México: W. M. Jackson Inc. Vol. III.
Ballesteros, Fernández. A. (2007). «Los enigmas de Colón». Revista Medicina Balear. Abril. Vol. 22: 1; 9-21.
Colón, H. (2006). Historia del Almirante. Barcelona, España: Editorial Planeta.
Enseñat de Villalonga, A. (2006). El Cristóbal Colón histórico. Valladolid, España: Ed. Ayuntamiento de Valladolid.
Eslava, J. (1995). El Enigma de Colón y los descubrimientos de América. Barcelona, España: Editorial Planeta.
Humboldt, A. (1946). Cristóbal Colón y el descubrimiento de América. Buenos Aires, Argentina: Ed. Centro Difusor del Libro.
Madariaga, S. (2005). Vida del muy magnífico señor don Cristóbal Colón. Madrid, España: Editorial Espasa-Calpe.