La palabra vino proviene del latín vinum, que significa bebida. Esta se realiza únicamente con la fermentación del líquido que se extrae del zumo de la uva. Para su preparación, se toman en cuenta las condiciones climáticas, tipo de suelo, agua, mano de obra, entre otros aspectos.
De seguro, muchos han probado una copa de vino blanco, tinto, rosado, generoso o espumoso en su casa, bares e incluso en restaurantes. Su sabor suave o fuerte puede hacer que muchos comensales los prefieran o no.
Francia es el país con mayor producción de vino en todo el mundo, al año produce alrededor de 45 millones de hectolitros, seguido de Italia, España y Estados Unidos. Asimismo, el lugar donde se ha registrado el mayor consumo es el Vaticano; sus habitantes ingieren alrededor de 74 litros al año. Otros países mayormente consumidores son Francia, Italia, Estados Unidos y China.
Para conocer más curiosidades sobre la bebida en cuestión, te invito a que continúes leyendo este artículo.
¿Con cuántas uvas se prepara una botella de vino?
Para preparar una botella de vino de 75cc, es necesario usar de tres a cuatro racimos de uva, cada uno de ellos tiene un peso aproximado de 250 gramos; esto indica que en total se necesita un kilo de uvas por cada botella.
¿Dónde está la bodega más grande?
La bodega de vino más grande se encuentra en Moldavia, un país conocido como el paraíso del vino, con el nombre de Milestii Mici, fue creada en 1969. Dentro de sus instalaciones, se encuentran guardadas un millón y medio de botellas. Por si fuera poco, en 2005 se llevó el record Guinness como la colección de vinos más grande del mundo.
Es importante resaltar que las bebidas producidas en Moldavia son exportadas a diferentes países como Japón, Holanda, Chipre, Taiwán, Dinamarca, Finlandia, entre otros. Para su conservación, se encuentran a una temperatura de 12 a 14 grados y una humedad que oscila entre el 85% a 95%. Año tras año, esta bodega recibe más de 20.000 visitantes.
¿Vino de color naranja?
Por lo general, el vino es blanco, tinto o rosado; el color depende del tipo y estados de la uva. Si alguna vez, has visto un vino de color naranja, debes saber que nada tiene que ver con esa fruta, ni siquiera tiene ese sabor.
Esta clase de vino toma tal tonalidad debido a la unión con ciertos pigmentos ubicados en los hollejos de la uva durante el proceso de maceración.
Perfecto para la memoria
El vino aporta diferentes beneficios a la salud, uno de ellos es que ayuda a mejorar la memoria, esto sucede porque cuenta con resveratrol, un compuesto ubicado dentro de la piel de las uvas rojas.
En este sentido, el Texas A&M Health Science Center College of Medicine concluyó que este antioxidante ayuda a prevenir daños de la memoria vinculados con la edad, así como también el estado de ánimo durante la vejez. De esta forma, se demuestra que, si esta bebida se consume de manera responsable, tendrás una mejor memoria.
¿Vino de hielo?
Al norte de la ciudad alemana de Baviera, se prepara un vino con uvas congeladas, estas tienen un alto contenido en azúcar; para contrarrestarlo, se utilizan sabores ácidos altamente concentrados a base de fruta para que no resulte tan empalagoso. Su color va de un dorado pálido hasta ámbar cuando van envejeciendo.
Los expertos en la materia recomiendan que mientras más jóvenes se consuman, mejor será su sabor. De igual forma, se debe ingerir a temperaturas de 10 o 12 grados centígrados, no pueden estar 100% congelados. Lo ideal es que sea consumido como postre o incluso en compañía de los quesos roquefort y cabrales.
¿La música mejora su sabor?
El vino y la música parecen ir de la mano; un estudio del profesor de psicología de la Universidad de Heriot Watt en Edimburgo, Adrián North, demostró que la música hace que cambie la forma en que se perciben sus olores y sabores.
Para realizar dicho análisis, North colocó diferentes géneros musicales con el fin de que los participantes pudieran describir tanto los aromas como los sabores de las bebidas. Como resultado, la descripción de las mismas también coincidía con las características de la canción que escuchaban.
Entonces, se concluyó que, con los géneros pesados como el rock, puede combinarse una copa de un vino de sabor fuerte como los Cabernet Sauvignon; por el contrario, aquellos con sabor suave como los Syrah pueden tomarse acompañados de baladas o ritmos mas tranquilos.
Por su parte, el profesor de psicología de la Universidad de Oxford, Charles Spence también realizó sus respectivos estudios y concluyó que las personas que escuchan música mientras toman una copa de vino pueden aumentar su satisfacción en un 15%.
Además, en el estudio también se descubrió que cuando las melodías son lentas, los sabores del vino se quedarán por más tiempo en el paladar; en el caso contrario, estos desaparecerán más rápido. De igual forma, mientras más gusto tengas por la música que escuchas, más sabroso te sabrá el vino, esto debido a que la vibración mejora la calidad de dicha bebida.
Beber vino con moderación puede convertirse en uno de los mejores placeres de la vida. Cuéntanos: ¿Te gusta el vino? ¿Cuál es tu favorito?