A mí me gusta Madrid por el ambiente, se oye decir con cierta frecuencia. Y aunque no se sabe exactamente lo que eso significa, hay que reconocer que es verdad. En sus cuatro siglos de vida capitalina, Madrid ha sido capital de muchas cosas. Capital de un imperio, capital de una nación, capital de la gloria, capital de la movida, capital europea de la cultura y hasta se la ha llamado la «capital del mundo». Pero nunca ha dejado de ser, si puede existir ese título, la capital del ambiente.

(Madrid. Luis Carandell. 1995)

Madrid, capital de España, Villa y Corte y, más que eso, tierra de acogida, de orígenes musulmanes que aquí se instalaron por la existencia de numerosos «viajes de agua» en el subsuelo. Tierra mestiza, ayuna de sentimientos nacionalistas, suma de identidades que la han ido poblando a través de los siglos. Ecléctica pues.

Haciendo historia

Primer nombre conocido, Mayrit

Su nombre musulmán, del que proviene el actual «Madrid». Fue Mayrit o Magerit, cuyo significado es «sitio de abundante agua», en referencia a la abundancia de ríos y viajes de agua existentes en la superficie y debajo de la zona originaria donde se asentaron los musulmanes que, aproximadamente corresponde, a lo que hoy conocemos como el Madrid de los Austrias, desde la Plaza del Alamillo hasta la Puerta del Sol.

La ciudad de los «gatos»

Según la leyenda, cuando Alfonso VI quería conquistar Mayrit, ante la muralla defensiva que rodeaba la ciudad, los castellanos de origen segoviano que querían tomar el enclave, la escalaron con la única ayuda de cuerdas y dagas. De ahí, al escalar en vertical, a los conquistadores se les comenzó a llamar gatos. Con el tiempo, se conoce como «gatos» a todos los madrileños de padres y abuelos también madrileños.

Evidentemente, al ser Madrid tierra de acogida y de inmigración, hoy apenas existen «gatos» auténticos.

San Isidro Merlo y Quintana

Labrador nacido en el Mayrit musulmán en 1082. Isidro trabajaba para su señor, Juan de Vargas, cuyo palacio puede verse en lo que hoy en el barrio de La Latina. Además de ser Isidro un gran devoto, se le asignaron varios milagros y se le atribuyen algunas curiosas leyendas, como que mientras rezaba, los ángeles trabajaban la tierra. Se dice que Isidro, de forma milagrosa, hizo manar varias fuentes, de ser esto verdad, en realidad nos encontramos quizás ante uno de los primeros zahorís madrileños. La devoción de los madrileños hizo que sea el patrón de la ciudad.

El oso y el madroño

El símbolo de Madrid es el oso y el madroño, pero ¿por qué? El oso siempre ha sido parte del escudo heráldico de la ciudad desde el siglo XIII, ya que era una especie común en los montes y bosques madrileños. También se cuenta que su origen puede ser por la «osa mayor» ya que es conocido que Madrid tenía, o eso se decía, uno de los cielos más bonitos —hoy evidentemente, no es así, debido am la contaminación—, desde donde se observaban todas las constelaciones, y, por tanto, la osa mayor. Curioso es, por ejemplo, que la bandera de lo que hoy es la Comunidad Autónoma de Madrid, tiene insertas precisamente siete estrellas, el número que compone la osa mayor.

El madroño se debe a su origen agrícola y al ser una especie que se daba en la zona. Están unidos como símbolo desde que el concejo de Madrid y la Iglesia llegaron a un acuerdo para repartirse «los pies de árbol y la caza» para la Villa de Madrid y «los terrenos de pasto», para el clero.

La imagen de la Almudena

Se cuenta que, ante la conquista de Madrid por los musulmanes, los madrileños de la época escondieron la imagen de la virgen tapiándola en la muralla. Pasaron dos siglos y Madrid fue reconquistada. Los madrileños de la época, al no saber exactamente dónde se ocultaba la virgen, organizaron procesiones pidiendo la aparición de la virgen.

Una leyenda cuenta que, una niña, de nombre Miriam, ofreció su vida para que la virgen apareciera. De tal forma que, una noche que los habitantes procesionaban por la Cuesta de la Vega, oyeron un estruendo y se resquebrajó una parte de la muralla, dejando al descubierto el escondite de la virgen. En ese momento, Miriam cayó muerta. La parte de la muralla donde apareció la virgen correspondía al granero musulmán, es decir, a la Al-Mudayna, de ahí el nombre de la virgen que hoy es la patrona de Madrid.

Madrid no es una ciudad

Habitualmente todos nos referimos a Madrid como ciudad, pero oficialmente es una villa, la Villa de Madrid, como recoge la Constitución. La razón es histórica, y es que simplemente no se llegó a cambiar desde 1202, así que se le ha quedado como título honorífico. De hecho, podemos decir sin temor a equivocarnos que, comparada con cualquier capital europea, es la que más se parece a un pueblo y la que más ambiente popular posee. Anecdóticamente, precisamente por esto, Miguel de Unamuno decía que Madrid era «un poblachón manchego».

Curiosidades

De los siete mares le llegan diariamente a Madrid millón y medio de kilos de pescado y marisco para satisfacer la fuerte vocación marinera, la marítima ansiedad de esta ciudad mesetaria. Las marisquerías, los restaurantes con acuarios de peces y crustáceos vivos, las tascas del marisco popular mantienen el ambiente portuario de Madrid.

(Madrid. Luis Carandell. 1995)

Tierra de pescado. Primer puerto de Europa

Aunque seguramente a mucha gente pueda sorprenderle, Madrid es el primer puerto de Europa y el segundo del mundo sólo por detrás del de Tsukiji en Tokio (Laura G. del Valle, ¿Es cierto que el mejor pescado se va para Madrid? La Voz de Galicia. 05/12/2022). ¿La razón? Diariamente llega pescado y marisco de todos los puertos y mares españoles y de fuera porque se paga más caro que en los puertos de origen. Eso hace que, en ocasiones, el marisco gallego o el pescado del cantábrico de más calidad, viaje a Madrid, se subaste y bien se venda en Madrid o vaya a cualquier otro destino de la península.

No quiere esto decir que el mejor pescado y marisco este en Madrid, evidentemente en los puertos de origen la calidad es también alta, pero en Madrid hay productos de todos los mares y orígenes. Cuando se come fuera de casa, en Madrid es apuesta segura pedir pescado antes que carne, ya que es más probable que sea de buena calidad.

Mayor esperanza de vida de Europa

Hasta el 2020, por el devastador efecto de la pandemia, la Comunidad de Madrid encabezaba el ranking regional con mayor esperanza de vida de Europa. Su esperanza de vida media era 85.5 años, lo que suponía 4.5 años más que el promedio de la Unión Europea. Aunque, como digo, tras el efecto de la covid, ha bajado en el ranking europeo, aunque sigue siendo la región española con mayor esperanza de vida.

El casticismo no existe

Es común pensar que existe una forma madrileña de hablar, esa forma engolada y chulesca que se hizo popular en el teatro y en la Zarzuela. Pues bien, ese acento es una ficción que nunca existió. Su origen se debe a que, el escritos Carlos Arniches, en sus sainetes se retrataba a los madrileños hablando de esa guisa cuando, en realidad, en Madrid nunca se ha hablado así.

El acento madrileño está más cercano a la falta de vocalización, a no acabar las palabras y a terminar con sonido «z» lo que acaba en «d», de ahí que sea común escuchar a un madrileño decir «Madriz». Cierto sí es que hay una jerga o vocabulario castizo del que, incluso, algunas palabras han sido popularmente aceptadas en el habla actual:

  • Cara: jeta
  • Nariz: napia
  • Lengua: húmeda
  • Dientes: piños
  • Pechos: limones
  • Boca: muy
  • Dedos: bastes
  • Pies: pinreles
  • Padre y madre: bato y bata
  • Suegra: contraria
  • Billete: cangrejo
  • Calzoncillos: gayumbos
  • Jefe: baranda
  • Calabozo: trena
  • Bueno: chipén, dabuten, fetén, guay, chachi, chachipén
  • Adiós: abur
  • Nada: nasti
  • Yo: menda
  • Chaqueta: chupa
  • Pantalones: alares
  • Parpusa: gorra
  • Pañuelo: safo
  • Chaleco: gabriel
  • Camisa: limpia
  • Camisa bordada: babosa
  • Zapatos: calcos
  • Capa española: pañosa
  • Reloj: peluco
  • Dormir: sobar
  • Cama: piltra
  • Casa: keli
  • Coche: buga
  • Taxi: tequi
  • Taberna: garito, tasca, tambarria, tabuco
  • Borrachera: baba, tajada, torrija, melopea

En Madrid no hay metecos

Eso dijo Ramón Gómez de la Serna. Los metecos eran los extranjeros en la antigua Grecia y tradicional es decir que en Madrid no hay gente de fuera, ya que es tierra de acogida, tanto que difícil es encontrar madrileños de padres madrileños. Siempre fue tierra de inmigración, de ahí que se diga que, a diferencia de otros lugares de España, no se pregunte «¿y usted, de donde es?» ya que todos los que están en Madrid, son madrileños.

El templo egipcio

Madrid tiene un edificio del antiguo Egipto que llegó a Madrid en agradecimiento por su ayuda en la construcción de la presa de Asuán en los años 60. Se trata del templo de Debod y puede admirarse cerca de la Plaza de España.

Una de las ciudades más arboladas del mundo

Casi imposible es encontrar en Madrid una calle que no tenga un solo árbol. Con una proporción de zonas verdes por habitante de 70 m2, cuando la media europea es de 20 m2. De ahí que sea un placer pasear por sus vías y plazas en muchas de las cuales aún hay palacios medievales y barrocos con innumerables leyendas.

La Cibeles guarda un secreto

La fuente de la Cibeles oculta un secreto a 35 metros de profundidad. Se trata de la cámara acorazada del Banco de España. Allí, antiguamente, se guardaba el oro en el que se apoyaba el valor del dinero en circulación. Hoy en día no hay oro, ya que no se utiliza como patrón de valor monetario.

Uno de los metros más grandes de Europa

La red subterránea de Metro de Madrid es la séptima más larga del mundo y la tercera de Europa, con un total de 326 estaciones, siendo la quinta de mundo con más estaciones y la segunda de Europa. Además, tiene una estación fantasma que hoy en día es museo, se trata de la antigua estación de Chamberí.

Caballo con la boca cerrada

El caballo de la estatua de Felipe III en la Plaza Mayor tiene la boca cerrada porque cuando se proclamó la II República, uno de sus seguidores puso un explosivo en la boca del caballo para acabar con la estatua. Cuando explotó, todo el mundo quedó sorprendido al ver pequeños huesos por el suelo. Eran de gorriones que se refugiaban en la boca del caballo, pero se acababan colando en el interior a través de un agujero sin poder salir. Cuando se reconstruyó, se le tapó la boca al caballo por el bien de las pequeñas aves.

La estatua del diablo

Madrid es de las pocas ciudades del mundo que tiene un monumento dedicado al diablo. Se trata de la «Fuente del Ángel Caído» que está en el parque de El Retiro. Está situado a una altitud de 666 metros sobre el nivel del mar, es decir, a la altura del número de Satanás.

La sangre licuada del santo

En el convento de la encarnación de Madrid se conserva una ampolla de la sangre de San Pantaleón, que llego a Madrid en 1611. Lógicamente, esa sangre esta solidificada. Pues bien, se dice que el 27 de julio de cada año se licua. De hecho, al anochecer del día anterior comienza la licuefacción que se mantiene hasta el fin del mencionado día 27.

Restos de la Guerra Civil

Madrid tiene varios restos y reminiscencias de la Guerra Civil, de hecho, fue la primera ciudad en ser bombardeada desde el aire. Algunos de esos restos son la casa bombardeada de Vallecas, fotografiada por Robert Capa y que hoy es un espacio cultural. En el Parque del Capricho existe un bunker de la guerra y tres en el Parque del Oeste.

Restos del Muro de Berlín

En Madrid hay tres bloques del muro de Berlín ya que, Berlín y Madrid son ciudades hermanadas y tras la caída del muro, se entregaron esos bloques que presiden la fuente del Parque de Berlín.

Reunión de hombres sin propósito ni objeto alguno

Típicas de Madrid son sus tertulias que son foros donde cultivar el placer de la conversación. Normas: intención de ser tertulia, tiempo y lugar fijos, participantes sentados alrededor de una mesa, la conversación debe ser general y sin «apartes». Lugares tradicionales donde se cultivaba la tertulia, en muchos de ellos hoy ya no las hay: Café del Príncipe, llamado el Parnasillo, Café del Solito, Café de Venecia, la Fontana de Oro, el Gato Negro, Fornos, Café de Madrid, Café Comercial, Café Gijón.

La ciudad de los museos

Poca gente sabe que Madrid cuenta con casi un centenar de museos de todo arte y disciplinas. Mención destacada merece el «triángulo del arte» que forman el Museo del Prado, la mayor pinacoteca del mundo con la mejor colección de pinturas barrocas que puede verse, el Museo Thyssen, la mayor colección privada de arte del mundo, y el Museo Reina Sofía de arte contemporáneo, con colecciones permanentes y temporales. De lunes a domingo cualquier museo puede ser visitado por madrileños y foráneos.

La capital del ambiente

A principios de los años 80 del siglo XX, tras el fin de la dictadura franquista, en Madrid surgió una explosión cultural única en Europa. Fue la llamada «movida» madrileña. Surgieron grupos musicales que, aunque no sólo eran de Madrid, fue en esta ciudad donde tuvieron el medio para manifestarse. Y no sólo fue música, también creadores cinematográficos (Fernando Colomo, Pedo Almodóvar…), pintores e ilustradores (Ceessepe, El Hortelano…), fotógrafos, (Ouka Lele, García Alix…). Se volvió un periodo de libertad creativa, contestataria con el periodo anterior, que ha tenido un impacto evidente con la cultura española de los años posteriores hasta hoy.

Cierto que muchos, segura y precisamente los más conocidos, mercantilizaron al extremo posteriormente esta explosión. Pero su impacto en la cultura española fue evidente. Quizá su máxima expresión se manifestó en el concierto gratuito que el ayuntamiento de Madrid, con Tierno Galván como alcalde, promovió en 1985 en el Paseo de Camoens madrileño con el grupo británico más importante del momento, The Smiths.

Ese ambiente se ha mantenido hasta hoy, por eso se dice que es «la capital que nunca duerme» siempre hay algo que hacer, cualquier día y a cualquier hora.

Un poco de gastronomía

Madrid cuenta con el restaurante más antiguo del mundo. «Sobrino de Botín» fue fundado en el año 1725 y es, de forma documentada, el más antiguo del mundo. Se encuentra en la calle Cuchilleros, junto a la Plaza Mayor, ocupando uno de los lados de lo que fue la muralla de Madrid y su foso (hoy cavas). Su especialidad es el cochinillo y el cordero asado.

Pero, si quieren probar el mejor cocido madrileño de la capital, deben ir al «Lhardy», fundado en 1839 por el suizo Emilio Huguenin, situado en la Carrera de San Jerónimo, muy cerca de la Puerta del Sol.

Si lo que quieren es desayunar unos churros, deben visitar, inexcusablemente, la chocolatería de San Gines, abierta casi 24 horas y donde tiene su origen el famoso «chocolate con churros» y donde hay largas colas casi a cualquier cosa para poder degustarlos.

Ya dijimos que, en caso de duda entre carne o pescado, en Madrid siempre deben elegir pescado. Pero si quieren tapear, esta es también la ciudad reconocida, junto con San Sebastián y Granada, como la capital del tapeo español.

Lógicamente, no se ha enumerado nada más que una pequeñísima muestra de lo que Madrid es y ofrece, de lo que pueden disfrutar en una ciudad que no tiene puertas y que acoge a todo tipo de personas, una ciudad sin clases, sin orígenes, sin prejuicios y que, de hecho, es la ciudad más visitada de España, de lejos le siguen otras joyas nacionales como Barcelona, Sevilla y Palma de Mallorca.

Madrid
Sólo hay un secreto, que me lleva hasta aquí
Que ha muerto el silencio en las calles de Madrid
Alma de Ceessepe, late muy dentro de ti
Piérdeme, la muerte será dulce, aquí en Madrid
Cuando los gamberros, tienen acceso a poder
Y cuando los dandys muestran su desfachatez
Cuando sus mujeres, se han negado a crecer
Cuando la locura ha vencido, a la vejez
Madrid
Llévame en tu coche, algún vicio por ahí
Búscame en las ondas alguien que hable para mí
Dile a Pepe Risi, que ya puede sonreír
Él mató el silencio en las calles de Madrid.

(En las calles de Madrid. Sabino Méndez. Loquillo y Trogloditas. «¿Dónde estabas tú en el 77?»)