La primavera es una estación fantástica para resurgir del frío invierno. Una oportunidad para despertar de nuestro letargo invernal, aumentar nuestro dinamismo y nuestra actividad corporal e intensificar nuestras emociones. Pero, ¿por qué a veces esto nos parece tan complicado y resulta ser una cuesta hacia arriba? Sencillamente es porque nuestro cuerpo debe adaptarse y hay que ayudarlo a hacer estos cambios más llevaderos para que nos aporten más energía.
Se calcula que una de cuatro personas siente astenia primaveral y les invade un cansancio inesperado, insomnio o un sueño poco reparador, nerviosismo, se sienten más apáticos, sin ganas de hacer nada, e incluso deprimidos psicológicamente. Esto se produce porque nuestro cuerpo está experimentando un cambio vital, pasamos de una etapa: el invierno, donde todo está adormecido, con poca actividad muscular, falta de sol, sobrealimentación, descenso de la liberación de serotonina, etcétera.
A partir de aquí, proponemos diez pautas y claves sencillas para ganar más energía en primavera y ser nuestra mejor versión.
La dieta es fundamental en primavera. Nos basaremos en una dieta más fresca y ligera, priorizando vegetales y frutas de temporadas, dejando a un lado las copiosas comidas invernales. Incluyendo algas en la dieta, ya que alcalinizan y depuran el organismo.
La no dieta o el ayuno. El ayuno nos ayuda a depurar nuestro organismo. No hace falta hacer grandes ayunos, con uno intermitente de 16-17 horas, es más que suficiente. Para los que están más acostumbrados al ayuno intermitente, sería recomendable que alargasen las horas y estuviesen por ejemplo 24 horas sin ingesta.
Hidratarse. Bebiendo mínimo un litro y medio de agua al día. El agua permite desintoxicar y depurar el organismo. Eso sí, es recomendable, beber el agua fuera de las comidas.
Dormir las horas necesarias. Hay que intentar dormir las horas necesarias, cada persona es un mundo y hay algunos que necesitan dormir más que otros, pero indiferentemente, un descanso reparador es primordial. Es necesario tener una buena higiene del sueño sin recurrir a sustancias artificiales. Para conseguirlo es importante irse a dormir siempre más o menos a la misma hora; no estar en contacto con aparatos electrónicos mínimo media hora antes de irse a la cama; evitar las cenas copiosas e intentar cenar dos horas antes de irse a dormir.
Practicar ejercicio físico. Igual de importante que el descanso, es el ejercicio físico y sobre todo en esta época del año. Es importante practicar un mínimo de 45 a 60 minutos de ejercicio al día, ya sea caminando, montando en bici, nadar, yoga… Es importantísimo moverse y mucho mejor si es al aire libre. Cuando se siente cansancio, hay que evitar los ejercicios que requieran más esfuerzo.
La vitamina D del sol. Es muy importante el contacto del sol en nuestra piel y aprovechar toda la energía que nos aporta. Estar en contacto con el sol mejora nuestro sistema inmune entre muchos otros beneficios. Así que ante la tentación de tumbarse en el sofá y permanecer sin hacer nada, es importante vencer la pereza, calzarse unas zapatillas y salir a tomar el aire y aprovechar la luz natural.
Tomar vitamina C. Podemos tomarla en suplementos o a través de los alimentos, pero si nos sentimos muy fatigados en esta época, es mejor, empezar tomando suplementos de vitamina C. Mi recomendación es tomarla liposomada, ya que la absorbe mejor el organismo. En cuanto a los alimentos que contienen altas dosis de vitamina C, se encuentran los limones, kiwis, fresas, tomates, pimiento, apio, entre otros.
Tomar duchas de agua fría. Empezar duchándose con agua caliente y finalmente acabar con agua fría, especialmente en los muslos y brazos. Es otra forma de desintoxicar y tonificar el cuerpo. Tiene grandes poderes terapéuticos para dolores y molestias musculares.
Automasaje. Importancia de masajearse con aceite o incluso pasarse un guante de crin, para mejorar la circulación. Los mejores aceites son los de almendra y sésamo que se pueden mezclar con algunas gotas de aceite esencial como el romero y la lavanda.
Mantener una actitud positiva. Parece muy obvia, pero es una acción que tenemos que conseguir siendo conscientes. Es importante buscar estímulos mentales que nos ayuden a combatir la pereza y nos estimulen y motiven. Al final, la vida es mejor vivirla si te sientes feliz y animado y sacas el lado positivo de las cosas.