Venecia celebra sus 1600 años (421 – 2021) con una gran exposición en el lugar símbolo del poder y la gloria de la Serenísima como es el Palacio Ducal, en el corazón de la ciudad, la Plaza de San Marcos desde el próximo 4 de septiembre hasta el 25 de marzo 2022.
El mito de Venecia se sumerge en la leyenda de su fundación que coincide con la colocación de la primera piedra de la Iglesia el día de la Anunciación de la Virgen, una leyenda que llega hasta nuestros días a través de cronistas e historiadores venecianos que fueron mezclando las historias que se iban hilvanando en el transcurso de los siglos para engrandecer aún más el carácter extraordinario y el valor de Venecia.
Son más de 250 las obras maestras, antiguas manufacturas y documentos raros que ilustrarán los momentos, lugares y personajes que han marcado la historia de Venecia. Curioso e innovador el punto de vista de los curadores de esta exposición, ya que no se han detenido solo en los fastos, sino también en los innumerables momentos de crisis y posterior renovación, que han ido marcando la existencia de la ciudad en una especie de gran novela ilustrada, un verdadero y sugestivo viaje en el tiempo de diversos siglos.
Por medio de las obras maestras de estos artistas que han trabajado en Venecia en el arco de casi un milenio, entre ellos Carpaccio, Bellini, Tiziano, Veronese, Tiepolo, Rosalba Carriera, Guardi, Canaletto, hasta Canova, Hayez, Appiani, Pollock, Vedova, Tancredi, Santomaso se podrán descubrir las etapas fundamentales de la historia e identidad de la ciudad, que muchas veces ha tenido, no solo que redelinear su futuro sino, sobre todo, pensar en su destino.
Entre las obras maestras presentes se podrán admirar cuadros monumentales como el Leon de San Marcos de Vittore Carpaccio (de más de tres metros de largo), el Retrato de familia de Cesare Vecellio y el monumental retablo de Jacopo Palma el Joven, Virgen con el Niño en Gloria, San Marcos coronando Venecia flanqueado por la Fe; también refinados manuscritos miniados, dibujos, un importante vaso de la dinastía Yuan del siglo XVI, por citar solo algunas de las obras expuestas.
También forma parte de esta espectacular reseña, la décima musa que también quiere rendir homenaje a los 16 siglos de «la Serenísima», entre triunfos y dominios de tierra y mar, grandiosidad y belleza, sin olvidar sus vicisitudes como incendios derrotas militares, peste, pestilencia, hasta la representación de uno de los dramas antiguos y actuales de la ciudad: el Agua Alta, representada simbólicamente en dos fechas emblemáticas, 1966 y 2019 en la obra The Raft (La Balsa), del famoso video artista estadounidense Bill Viola.
La última sala es un verdadero llamado a reflexionar sobre el futuro de la ciudad y como salvaguardar su gran patrimonio histórico: una instalación presenta una Venecia que se advierte tras un telón de fondo líquido en cada fase de su existencia, desde donde parten las voces de numerosas personas, entre ellas intelectuales, técnicos, estudiantes, que se interrogan, reflexionan, se intercambian ideas y estímulos para guardar «más allá» el futuro de la ciudad.
La precedente exposición no es el único homenaje a los 1600 años de Venecia: a comienzos de septiembre en los monumentales salones «Selva-Lazzari », en el primer piso de las Galerías de la Academia se inaugura un recorrido inédito e innovador dedicado a la pintura de Venecia y de toda la región véneta de los siglos XVII y XVIII.
Se eligieron 63 obras hasta ahora nunca expuestas o que han sido restauradas especialmente para estas nuevas secciones. Entre las obras maestras restauradas, el Castigo de las serpientes de Tiepolo, una tela de más de 13 metros proveniente de la iglesia veneciana de los Santos Cosme y Damián; también la espléndida obra Descenso de la Cruz, del napolitano Luca Giordano, expuesta por primera vez en la colección permanente.
Asimismo, se podrá admirar Erminia e Vafrino descubren a Tancredi herido, de Gianantonio Guardi, la única de las 13 telas recuperadas por Italia del ciclo inspirado a la obra Jerusalén Liberada de Torcuato Tasso; la Parábola de las Vírgenes sabias y de las Vírgenes necias, de Padovanino, presentada por primera vez tal como fue realizada originariamente, es decir en el techo de la sala; Giuditta y Oloferne de la anticonformista y estupenda pintora veneciana, Giulia Lama, poco conocida como la mayor parte de las mujeres que se dedicaban a este arte.
La República Serenísima se derrumbó en 1797, pero Venecia sigue viva y muy consciente, no solo de su identidad, sino también de su frágil y, al mismo tiempo, potente unicidad, buscando continuamente un diálogo entre pasado y presente para caminar con seguridad hacia el futuro; lo que ha hecho desde hace 1600 años.