Respecto al carácter de esta práctica artística, o performance, se presencia cuando el artista da lo mejor de sí mismo en un afanoso proceso de investigación autorreferencial y crecimiento individual o colectivo, ocurrido en un determinado lugar y tiempo. La finalidad de esta manifestación es poner a prueba al espectador, indagar su estado de conexión y conciencia del arte y, al conocerlo, provocarlo. Desde el 11 de noviembre al 4 de diciembre de 2020, se desarrolló este importante compendio de arte contemporáneo titulado: Continuo latido-americano de performance, participaron 24 países con más de 400 artistas del continente y sus diásporas europeas y estadounidenses. Costa Rica fue componente activo de esta confrontación, con una mesa de investigación, análisis y reflexión de los abordajes. Los eventos fueron presentados por Zoom y transmitidos por FB Live; están disponibles en el canal de YouTube.
La artista costarricense Elia Arce, miembro del equipo organizador, nos motiva a estar alerta a todo:
Durante la pandemia nos percatamos de que nos necesitamos unos a otros y las herramientas de la tecnología de la comunicación, como son las redes sociales y plataformas Zoom, Youtube, Stream, FB, Instagram, incorporaron sus matices al lenguaje de la performance. (Arce, E., Comunicación personal, por FB. 2020)
Este fue uno de los aprendizajes que nos dejó este «latido» regional. Entra en juego la actuación, la danza, el despertar del cuerpo comunicante, pero apela al corazón –latidos y emocionalidad– como también a la mente y por ende a la psyché. La mesa de investigación por Costa Rica inició con la presentación de dos curadores que esbozan los modos de esta práctica artística en el continente: el mexicano Pancho López —investiga el carácter actual en el continente— y Marga Sequeira —curadora y educadora. Además, participaron dos profesionales de las ramas del psicoanálisis: Cristina Retana y Cristin Sibaja. Trascendió —entre otros— la auto referencialidad por parte de LFQ y Lucía Madriz, refiriéndose al cuerpo como sujeto en su propio entorno. La naturaleza no es solo el origen ontológico del cuerpo, también es su identificación y conciencia en lo que respecta a la madre tierra —Pachamama— en la cosmovisión indígena originaria; es importante preservar para generaciones futuras.
Marga y Pancho sintetizan su importante actividad —en un tiempo de cuarentena como el que vivimos y el cual deja muchos aprendizajes— con estas palabras acerca del uso de las redes para documentar, archivar y mediar:
Nuestras fuentes y archivadores son en su mayoría virtuales: las redes sociales con sus álbumes de fotos, los eventos de Facebook, las publicaciones, etc., permiten encontrar mucha información, información específica, resolver alguna duda, contactar a la persona creadora, observar piezas gracias a los registros de foto y video, encontrar referencias a exposiciones, contextos, etc. De alguna forma, las redes sociales se convirtieron en archivos inconscientes que posibilitan crear archivos conscientes.
Pancho señala como de forma paralela, las actividades que nos encontramos realizando constante y cotidianamente desde la virtualidad, permiten también generar archivos automáticos de las ponencias, presentaciones, conversaciones, mediaciones, etc.
Pienso en estos archivos que construimos como resultado de mediar e investigar. ¿Por qué una mediación? Para mí la información que se comparte ha sido filtrada, muestra un enfoque, se acompaña de preguntas, indicaciones, contextualizaciones, y otras provocaciones que potencian establecer vínculos con otras cosas. Pancho y yo, construimos archivos porque sabemos que las memorias son necesarias. E intuimos, que quizás, hasta las memorias más descriptivas, son importantes. Son un primer paso, son el punto de partida para esas otras preguntas, esas otras investigaciones. Ya él y yo tenemos una lista de deseos para continuar con este juego: el ejercicio de recuperar la historia, contenerla, organizarla y darle forma. Pero por ahora nos conformamos con que se nos cumpla el de poder toparnos por un café y reír y conversar más. (Marga, S. Registro en video de la mesa, 2020).
Trascendencia de la mesa de trabajo
Cristina Retana deduce un importante matiz en su propuesta La sublevación-libertad: voluntad; nos compartió un fragmento de la entrevista de Sassine a Foucalt con una seguidilla de preguntas:
¿Qué conduce a la sublevación? pregunta que hago continuamente. Por ejemplo, Didi Huberman, historiador y crítico francés, que escribe sobre la sublevación, se pregunta, “¿Qué nos levanta? ¿Qué hace que se produzca un movimiento, de la naturaleza que sea: violento o de resistencia, de éxodo o de rebelión interior, político, social o cultural, incluyendo desde luego el artístico, para que, al margen de su éxito, quede registrado en los anales de la historia o, al menos, de una historia? Porque como dije anteriormente, después de una sublevación la historia ya no será la misma.
En la respuesta dada por Foucault a Sassine, dice que lo que conduce a una sublevación es la voluntad. Señala que la voluntad no es razón, ni es deseo, pero no es una decisión puramente irracional, tampoco vaciada de deseo, la voluntad es lo que fija para un sujeto su propia posición.
Cristin Sibaja, por su parte, presentó Retazos de Artaud (Cuerpo, Performance, Locura) y al referirse al poeta y actor francés comenta:
Existen fotos de sus puestas en escenas, con el Théâtre Alfred Jarry por lo que, un aspecto problemático de la investigación en la obra de Artaud tiene que ver con el hecho que podemos tener una idea más o menos lejana de cómo eran sus obras teatrales, apreciando su actuación personal en las películas de cine mudo. Por esta razón, fue que decidí acercarme a sus escritos para recorrer junto a él su llamada revolución corporal. Según Artaud para librarse de los tormentos de la vida, surge toda expresión auténtica, artística, aunque sea un suplicio que uno se inflige a sí mismo. En su mundo, donde el arte y la vida se funden inextricablemente aparecen sus escritos, sus poemas, sus dibujos, sus actuaciones destapando su sufrimiento mientras trata de curar su cuerpo y su alma.
Lucía Madriz, costarricense residente en Alemania, respecto a Cuerpo y Naturaleza, hace un llamado a la conservación del entorno, al concientizar como nuestros cuerpos sufren cuando la tierra esta enferma:
Sanos nosotros, sana la Tierra y al revés: sana la Tierra, buena la cosecha, buena el agua, buena la salud. Las luchas ecológicas no son algo separado de nuestro bienestar. Las luchas ecológicas son parte del bienestar humano porque como expliqué antes, nosotros somos parte del bioma. Así vemos que cuando contaminamos un río destruimos ecosistemas, destruimos comunidades y destruimos formas de vida. Entonces la causa ecológica es nuestra causa también, es la causa de los cuerpos juntos (comunidad), la causa del cuerpo humano como colectivo, siendo parte del bioma de la Tierra. No existe salud humana sin salud ambiental. Y esto lo vivimos todo el tiempo en nuestros países, oímos y vivimos catástrofes por extracción de minerales y petróleo, de contaminación y envenenamiento con agroquímicos y químicos de las aguas, ríos y mares, de desertificación e infertilidad de la tierra, y cómo esto pone en peligro las vidas y afecta a miles de comunidades.
Por su parte LFQ, identificado con la proposición de Madriz acerca del cuerpo como naturaleza, agregó:
En tiempos de pandemia como la que azota la actualidad en el 2020, concientizamos con mayor aplomo sobre sí mismos, observando nuestra condición humana delante de una naturaleza encabritada. Vivimos meses de contención, recato, hermetismo, descubriendo que tenemos un cuerpo para hacer, como expresó el poeta Antonio Machado: «camino al andar».
Para crear con nuestra humanidad necesitamos saber de sus latidos o jadeos, aprender de aquello que nos revela con distintos signos; conciencia de que somos materia y espíritu, lo cual impele a actuar, reflexionar, crear, hablar con el lenguaje —verbal y no verbal— de este estuche del alma que llamamos cuerpo. Quirós, 2020.
También se presentaron varias piezas de esta manifestación; motivan a repasar ideas y el pensamiento crítico contenido. Alexander Chaves Villalobos —uno de los coordinadores por el país en Continuo— presentó el video-performance titulado Desplazamiento del dolor 2020; presenta varios signos de contundencia para el sentido de lectura e interpretación. El siguiente es un artículo del Círculo de Críticos de Arte de Costa Rica en Ars Kriterion:
En primer instancia, está el mar y el oleaje, con su fuerza y sonoridad latente, la cual es sentida o percibida según sea nuestra experiencia de observador, en tanto activa el sí mismo, la auto contemplación, si alguna vez se estuvo metido en una jaula de hierro en el agua, lo cual se vuelve contingente de la propia memoria.
La noche fría y la luz de luna, contra el índigo profundo y oscuro del océano que motiva a pensar en un canto marino, de las criaturas que pueblan los fondos, de profusa sonoridad.
También se aprecia la caja carcelera, que parece una de aquellas utilizadas por los exploradores marinos cuando se sumergen en las mesetas oceánicas, y así protegerse de los tiburones.
Y, finalmente, cuenta el clarear del amanecer: Salir a flote, ver la luz de un nuevo día a pesar de las contingencias pasadas que llevaron al sujeto del performance a estar ahí estigmatizado por la incertidumbre, y nosotros como espectadores vivenciándolo.
Otra de las piezas apreciadas —para cerrar las puertas de este intersticio de la creatividad del Continuo Latido-americano de performance— fue Sórdito, de Gabriel Rodríguez.
Para conducir esta lectura y sus razonamientos, requiere analizar varios de los insumos que potencian el video, como el sonido, y en particular la canción que relata y suma al contenido. Pregunté al artista acerca de este signo, a lo que argumenta:
[…] el unipersonal es sobre un hombre con su necesidad y búsqueda de desfigurar y deconstruir su identidad, que se reconoce, por primera vez, desde su cuerpo, un cuerpo que ataca su mente y pensamientos de los cuales ha sido preso, se da cuenta que ha sido un cuerpo muy condicionado, regulado, oprimido. La canción remite a lo infantil desde la melodía y la letra, para hablar de un hombre que se va de su casa a vagar por el mundo. (Rodríguez, G. Comunicación personal).
Gabriel habla sobre la necesidad de descolonizar el cuerpo, nuestra humanidad adiestrada por la religión y las pretensiones neo-hegemónicas del eterno poder, pero también, sobre descolonizar los encajes de la familia y las conductas en la estructura social. Son hormas hechas de dura materia que nos hacen constantemente, como las piedras del muro de la vieja harinera ZGZ de Zaragoza. En sus intersticios se cuelan ahora los geniecillos del lugar e inspiración para los que ahí se forman y también se cuelan las vivencian el arte de estos tiempos tan contradictorios.
A manera de conclusión
Para cerrar con este «latido», me importa reflexionar sobre los aprendizajes que nos quedan, pero, sobre todo –como expresó Elia Arce– lo que nos hizo sentir que nos necesitamos unos a otros, que somos un cuerpo sensible a las palpitaciones de la colectividad y nos afectan a todos. Importan los «postéos» en las redes sociales, los comentarios de terceros, son una búsqueda de carácter colectiva que implica la investigación propia y del otro. Leyendo el chat de Continuo latido por WhatsApp, encontré una comunicación de Lucía Madriz desde Alemania a Marga Sequeira:
Sí, Marga, es cambiar el paradigma de individualismo; el viejo es soy, el que le ha seguido es somos (que es seguir pensando en opuestos) y lo que propongo es Soy + Somos..., podemos mantener nuestro ser/carácter, y apoyar a otros a ser también. Hacer llegar la sensibilidad, las ideas, las imágenes a todos, importa dejar de manejarse en el castillo kafkiano del arte y hacer llegar lo que hacemos a las multitudes, a la masa, a la red... Pienso en Cuba y lo que los artistas están haciendo allá…, igual con las crisis de la cultura en Costa Rica, necesitamos apoyarnos, ¡toca salir de la Torre de Marfil y conversar! (Madriz, L. Comunicación personal, 2020)