Corría 1978 y comenzaba a enseriarme en mis estudios de agronomía. Para aquel momento, estaba involucrado 100% con insectos y trabajaba en un proyecto coordinado por mi tutor, Francisco Fernández Yépez (1923-1986). Con cierta frecuencia (no tanto como quería) salía a recolectar insectos a Rancho Grande, en el Parque Nacional Henri Pittier, Aragua, o al Parque Nacional Guatopo, entre los estados Miranda y Guárico, principalmente. Ese mismo año apareció Una guía de las aves de Venezuela de William H. Phelps Jr. (1902-1988) y Rodolphe Meyer de Schauensee (1901-1984). Un amigo me sugirió comprar el libro.
Al verme en Rancho Grande con el libro y unos binoculares baratos que poseía, otro amigo me sugirió que, para entender la avifauna del lugar, no debía limitarme a observar aves, sino tratar de entenderlas y estudiar su comportamiento y ecología. Me recomendó conseguir el trabajo «Las aves del Parque nacional Henri Pittier (Rancho Grande) y sus funciones ecológicas», aparecido en el Boletín de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales (SVCN) bajo la autoría de Ernst Schäfer (1910-1992) y William H. Phelps (1875-1965). Schäfer había fundado la Estación Biológica donde estábamos, pero este Phelps, … ¿sería el mismo del libro? Ciertamente no.
William H. Phelps, conocido entre sus amigos y asociados como «el viejo», hijo del abogado Dudley F. Phelps y Louise Lander Prince Phelps, nació en Nueva York. Estudiaría en la Academia Milton de Massachusetts hasta 1892 e, interesado en biología, iría a la Universidad de Harvard. Jean Nestares comenta:
In 1893, [William] … was admitted to Harvard to study biology. Amongst his favourite courses were geology and zoology, as he became interested in … “The origin of the Species.” … he organized several ornithological field trips around New England. He … went to Florida and Pennsylvania, where in the summer of 1895, he started a bird collection for W.E. Clyde Todd [1874-1969], [from] … Harvard University and ornithologist of the Carnegie Museum of Pittsburg. [William] … then discovered, his passion for research and birds.
Buscando tópico para su tesis de grado, su amigo Wirt Robinson (1864-1929), le sugirió hacerla en Venezuela, cuya Isla de Margarita había visitado en 1895. Su tutor, Frank Michler Chapman (1864-1945), reconocido ornitólogo estadounidense, estaría de acuerdo. Ambos le comentarían que Venezuela era un paraíso ornitológico desconocido. Al año siguiente se embarca el joven Phelps al país suramericano.
Llega a Puerto Cabello, para continuar a La Guayra y seguidamente a Cumaná. Estudiando la avifauna, se interna en el Cerro Turimiquire, recorre otros lugares de los estados Sucre y Monagas. Pasa un tiempo en San Antonio de Capayacuar, donde conoce a quien será su futura esposa, Alicia Elvira Tucker (1876-1929).
Regresa a Estados Unidos con las aves recolectadas en el Oriente de Venezuela. Obtiene su grado y publica su primer trabajo de investigación en el boletín The Auk, junto a Chapman, su tutor, «Birds observed on a collecting trip to Bermúdez, Venezuela. By William Henry Phelps. With critical notes and descriptions of two new species, by Frank Chapman».
Siendo estudiante se hizo miembro del Nuttal Ornithology Club y el American Ornithologists’ Union.
Al comenzar su estadía en Harvard fue parte del equipo de remo, pero como este deporte requería mucho de su tiempo pasó al equipo de atletismo. Igualmente, realizó labores sociales enseñando a jóvenes de escasos recursos en la Phillips Brooks House.
El ornitólogo estadounidense Robert Cushman Murphy (1887-1973) comentó que uno de los compañeros de clase de Phelps
… has paid him high tribute as the embodiment of strength, wit, adventuresomeness, and leadership based on the admiration and affection of his fellows.
Se gradúa summa cum laude y para 1897 está de vuelta en San Antonio de Capayacuar, con planes de casarse (lo cual hace en 1899) y obtener suficiente dinero para poder dedicarse a la investigación ornitológica (esta meta le tomaría unos 40 años). Establecida la joven pareja, sus hijos John Prince and William Henry Jr. «Billy», nacerían en el pueblo. Otros dos hijos, Luisa y Alberto, nacerían tiempo después.
En la región se molía el café a mano con el uso de un mortero. Lentamente se introduciría el molino y William vio la oportunidad para traer una maquinaria moderna para la molienda, alquilando sus servicios. Comenzarían sus ganancias, compraba café, lo molía y distribuía a las poblaciones vecinas. Para 1903 la familia se muda a la capital del país.
Desde Caracas, serviría como corresponsal del New York Herald y la Associated Press.
Eventualmente, importaría diversas maquinarias y productos. Se convertiría en distribuidor de las máquinas de coser Singer las de escribir Underwood y otros tipos de maquinarias.
Fundaría El Almacén Americano y para la década de 1920 otra de sus empresas, El Automóvil Universal, distribuye los vehículos marca Ford. Fundaría un sistema cooperativo de distribución de ganancias que favorecía a sus empleados quienes obtenían ganancias de sus ahorros invertidos en la empresa. Amasaría una pequeña fortuna y en 1930 funda la empresa 1 Broadcasting Caracas, primera emisora comercial de radio venezolana. Ésta se convertiría en Radio Caracas Radio para 1935. Con el tiempo, también fundaría la primera emisora comercial de televisión del país, Radio Caracas Televisión.
A pesar de sus actividades empresariales, ayudaría a promover el desarrollo del beisbol, hasta convertirse en el «deporte nacional» de Venezuela. Una de sus iniciativas muy celebradas fue la de la elección del ave nacional, en la cual ganaría el turpial (Icterus icterus), venciendo con creces al gallito de las rocas (Rupicola rupicola), su candidato.
Para 1937 se retira de los negocios y retorna a su primer amor, la ornitología. A mediados de año, Phelps le escribe a su antiguo tutor Frank Chapman, con quien mantuvo contacto por años y para entonces era curador en el Departamento de Ornitología del Museo Americano de Historia Natural (AMNH). Le pedía apoyo científico para realizar una expedición al Auyantepui, aun inexplorado. Phelps, a su vez apoyaría a la expedición con financiamiento y logística.
Curiosamente, ese mismo año el Auyantepui sería protagonista de una aventura sin igual. Jimmie Angel (1899-1956), su esposa Marie (1906-1987), Miguel Ángel Delgado y Gustavo «Cabuya» Heny (1903-1982) intentaron aterrizar en la cima de la montaña, pero las ruedas de la avioneta en que viajaban se rompieron y enterraron en el suelo cenagoso, se le daño un ala y se rompió la manguera del combustible. Al no poder salir volando, debieron caminar por 11 días hasta arribar a Guayaraca, su campamento base. Esta histórica aventura, junto a la expedición planificada por Phelps serían eventos que darían a conocer al mundo, no solo este interesante tepui, sino la enorme catarata descubierta por Jimmie en 1933 y que hoy conocemos como Salto Ángel.
Chapman había promocionado la realización de expediciones a las Guayanas desde 1912. Luego de estudiar material recolectado previamente en el Roraima y el Duida, en Venezuela, se percató que casi la mitad de los ejemplares faunísticos de ambos tepuyes estaban relacionados con especies de las zonas subtropical y templada de los Andes. Esto le inclinaba a pensar que el Auyantepui era una suerte de «conexión perdida» entre aquellos tepuyes. Recibida la misiva de Phelps, Chapman le contesta emocionado:
Your letter of June 9 is unique in my museum experience of forty-nine years. It is the kind of letter that a curator, when in a particularly happy and imaginative mood, might write to himself, the kind of a letter of which dreams both geographic and zoologic come true.
Chapman contacta inmediatamente a George Henry Hamilton (H.H.) Tate (1894-1953), quien dirigió la expedición al Cerro Duida en 1928-1929, y había recolectado ejemplares de flora y fauna en el Roraima y sus alrededores en 1925 y 1927-1928. Se le asigna al joven ornitólogo Ernest Thomas «Tom» Gilliard (1912-1965) organizar la expedición por parte del Museo.
Phelps, quien conocía las habilidades de Jimmie quería que fuera el piloto de la expedición, pero la pérdida de su avioneta sobre el Auyantepui lo impediría. Phelps «el viejo» y su hijo «Billy», también ornitólogo, graduado en la Universidad de Princeton, formarían parte de la compleja y legendaria expedición, en la que también estarían Tate, Gilliard, y otros investigadores del AMNH. Lograron recolectar 2.028 ejemplares de aves. Gracias al éxito de esta expedición, la directiva del AMNH nombrarían a Phelps como Benefactor de la Institución.
Finalizada la expedición, ya Phelps está incorporado de lleno al estudio de las aves de Venezuela. En calidad de delegado ad honorem del Gobierno venezolano, asiste al IX Congreso Internacional de Ornitología que se celebra en Rouen, Francia. En el evento establece con claridad ante ornitólogos de todo el mundo que las aves del tepuy Roraima, asignadas hasta ese momento a la fauna de la Guayana inglesa (hoy Guyana), eran de manera inequívoca especies de Venezuela. Dichos ejemplares y especies habían sido recolectadas en territorio venezolano al cual pertenecía el mencionado tepuy.
Para 1938, luego del envío de material recolectado en el Auyantepui, crea la Colección Ornitológica Phelps, comenzando así a construir un museo ornitológico, con una biblioteca especializada, que le permitirá, al igual que a investigadores del mundo entero, estudiar en detalle las aves venezolanas y su distribución en el país. Esta colección será referencia para investigadores de la fauna ornitológica de Venezuela. La Fundación William H. Phelps, ente jurídico que protege a la Colección, será creada en 1949.
Clemencia Rodner, de la Sociedad Conservacionista Audubon de Venezuela y Margarita Martínez de la Colección Ornitológica Phelps resumen magistralmente los años siguientes a esa primera expedición:
After Auyantepui followed, from 1939, expeditions to Apure, to the mountains of Perijá on the border with Colombia, and to several localities of Lara and the Andean states. In 1940, he visits the south of Zulia State and again the Andes from Táchira to Lara. The entire year of ‘41 is given over to the Andean states, exploring localities in Mérida, Barinas, Táchira and Zulia. In ’42, he extensively explores the region around Lake Valencia, and that very same year, makes two expeditions to the south, one to the Nuria Plateau, and the other to the Paragua River and the Cerro Tigre, to then close the year with a trip to Lara. In ‘43 he visits Aragua State, and later the region of the Cataniapo River in the State of Amazonas. In ‘44 he climbs Ptari-tepui. And in ‘45 he returns to the region of the Paragua River and the Cerro Guaiquinima, but he became ill and was obliged to remain below, unable to climb the enormous tepui. He was 70 years old. Many of these expeditions lasted three to four months.
Incansable, Phelps continuó explorando tepuyes, pero también otros ambientes, incluyendo las islas caribeñas. Invita a sus expediciones a ornitólogos reconocidos, pero también a investigadores en otras ramas. Contrata y entrena a varios jóvenes, quienes eventualmente se convertirán en ornitólogos reconocidos del país.
Encauzado en la recolección y estudio de aves, comienza a publicar. Llegó a publicar unos 70 trabajos científicos, muchos junto a su hijo «Billy», también incansable ornitólogo.
Sus trabajos, en conjunto, son pilar importante en el cual se asienta el estudio de la ornitología venezolana. Aunque son todos relevantes, existen algunos que pienso son clave en la historia ornitológica del país. Sin orden en importancia, el primero, de 1944, es su «Resumen de las colecciones ornitológicas hechas en Venezuela», riguroso y comprensivo trabajo publicado en el Boletín de la SVCN. Toma el trabajo de Eduardo Röhl, «Apuntes para la historia y la historiografía de la ornitología venezolana», publicado en 1932 por la SVCN.
Al momento de publicar Phelps su Resumen, la Colección Ornitológica Phelps está encaminada, es reconocida internacionalmente, y Phelps considera que es esencial identificar las colecciones y literatura que se habían generado en base a aves recolectadas y estudiadas de Venezuela. En el Resumen presenta las colectas hechas en el país, sus recolectores originales, las localidades visitadas, las nuevas especies descritas de cada colección, con nombre original y actualizado, en caso de haber cambiado taxonómicamente. Complementa la información con fotografías de muchos de los recolectores y mapas con localidades de recolecta.
El segundo trabajo, también relevante, es el que menciono al principio de esta nota y que escribió en 1954 sobre las aves del Parque Nacional Henri Pittier, junto a Schäfer, quien para el momento era el director de la estación Biológica y Museo de Rancho Grande, localizados en dicho Parque Nacional.
En un tercer trabajo, junto a Ernst Mayr (1904-2005), «The origin of the bird fauna of the south Venezuelan highlands», publicado en 1967 en el Boletín del AMNH, designa a «las aisladas montañas de cimas aplanadas del sur de Venezuela y sus adyacencias en las fronteras con Brasil y Guyana» como Pantepui.
Describió 239 taxones de aves en colaboración con Chapman (1 subespecie), Gilliard (1 especie y 23 subespecies), Jacques Berlioz (1891-1975) (1 subespecie), Alexander Wetmore (1886-1978) (5 subespecies), John T. Zimmer (1889-1957) (4 especies and 67 subespecies), y el resto con su hijo W.H. Phelps Jr., con quien también escribe un cuarto trabajo de suma importancia, la Lista de las aves de Venezuela con su distribución, en dos volúmenes, No-Passeriformes (1958) y Passeriforms (1950; 2da edición, revisada, 1963).
Phelps recibiría numerosos honores de parte de sus colegas e instituciones públicas o privadas: Medalla de Educación Pública (1939), Doctor honoris causa de la Universidad Central de Venezuela (1949), Miembro de Número de la Academia Venezolana de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (1953), Medalla Geoffrey St. Hilaire de la Societé Nationale d'Acclimatation de Francia (1954), Orden del Libertador (1955) y el premio Brewster de la American Ornithologists’ Union (1955).
Su labor filantrópica jamás cesó, Phelps donaría el edificio de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales en Caracas y una Biblioteca junto al financiamiento, a San Antonio de Capayacuar, entre otros.
William H. Phelps nos dejó el 8 de diciembre de 1965, su vida puede resumirse en dos palabras, según nos indican Rodner y Martínez: «industriosidad e integridad».
Every initiative he undertook in life, he undertook with enthusiasm, carried on with unflinching tenacity and order, and developed with the greatest decency, generosity, and pulchritude. … he built for Venezuela an ornithological legacy with no equal in any other Latin American country – Venezuelans are indebted to him for the fact that the largest and most important collection of Venezuelan birds is accessible to Venezuelan researchers and students, ... We also owe him the largest share of the wide knowledge that we have today about the species that occur in our country and their distribution.