Posiblemente la mayoría de las personas que lean esto están experimentando la cuarentena. En mi caso, ya estoy en mi segunda semana de estar trabajando desde casa y sin salir. El encierro no lo llevo tan mal, pero después de dos semanas ya se empieza a sentir.
Quiero compartirles algunos tips que he aplicado y que me han servido para estar medianamente tranquila al adaptarme a esta nueva rutina que todavía no sabemos cuánto más durará.
No trabajes en pijama. Yo sé que la idea de trabajar desde la comodidad de la cama y en pijamas suena muy tentadora, pero créanme que no es lo ideal. Lo mejor es mandar la señal a tu cerebro de que tienes que empezar el día y cumplir con responsabilidades. Tampoco tienes que vestirte como si fueras a la oficina, pero trata de ponerle onda y que ese outfit te sirva de motivación para trabajar a pleno rendimiento.
Ármate una rutina. El estar en casa no significa que tengas que estar en tu casa y poner todo en pausa, busca maneras de adaptar tu rutina anterior a la situación actual, respeta tus horarios de comida y los horarios de trabajo.
Mantente activo. Hacer ejercicio es clave para controlar los niveles de estrés y ansiedad generados por el trabajo y la situación actual. Actualmente existen muchas plataformas que han habilitados sus contenidos de manera gratuita, busca el que mejor se adapte a tus gustos y capacidades, ya sea hacer ejercicios de peso, cardio, yoga o incluso meditación.
Aprovecha el estar en casa para conectar con tu familia y amigos. Ya sea que estés en un mismo lugar con ellos o separados, este es un buen momento para llamarlos, ser creativos y buscar esos momentos para darse compañía. Hay que agradecer que estamos en el año 2020 y que tenemos acceso a la tecnología, usémosla para otras cosas que no sean solo mirar Instagram y TikTok.
Termina esas cosas que has dejado a medio hacer. Todo eso que nos da pereza terminar, que nos distraemos y dejamos de lado, ahora es el momento perfecto para terminarlas, no tienes excusa.
Ponte en modo Marie Kondo. Es tu oportunidad de hacer esa limpieza que llevas postergando y sacar de tu armario todo eso que no usas y te resistes a regalar o donar.
Aprende algo nuevo. Ya sea un idioma nuevo, algo que te sirva para tu trabajo o simplemente algo que tienes ganas de aprender desde hace tiempo y no has podido.
Tratemos de aprovechar este tiempo en cosas que disfrutamos y que nos dan paz, para que cuando pase, haya sido, al menos un tiempo aprovechado. Quédense en casa y cuídense mucho.