Nace en Bayona, Francia, el 30 de junio de 1801. Legislador, escritor y economista liberal francés. Fue un gran divulgador de las ideas de la libertad. Conocido como el Cobden francés por sus ideas a favor del libre comercio y la paz.
De padre comerciante. Pierde a su madre en 1808 y a su padre dos años después, siendo criado por sus abuelos paternos. En 1818 abandona la escuela y empieza a trabajar en el negocio de la familia, lo cual le permite conocer directamente los mecanismos de funcionamiento del mercado.
Ya mayor se dedica con gran interés a los estudios de la economía. Especialmente lee la obra de Richard Cobden (1804-1865), empresario textil y político inglés, portavoz de la Escuela de Manchester. Cobden fue diputado en la Cámara de los Comunes desde 1841, dedicándose a la propaganda del libre comercio, al cual veía como la base de las relaciones internacionales de paz.
Bastiat defendió y divulgó en Francia las ideas de Cobden escribiendo en diarios y revistas. Llegó a ser Secretario General de una Asociación de libre comercio en París.
En 1848 y en 1849 es elegido congresista de Landas. En el parlamento defiende y promueve los derechos individuales y el libre comercio. Durante la revolución de 1848 se opuso a los socialistas como Louis Blanc y Pierre-Joseph Proudhon. Fue editor del Diario librecambista.
Fue miembro de la Asamblea Constituyente y Legislativa y en 1850 publica Las armonías económicas, en la que expone su doctrina crítica de los proteccionistas y socialistas. Promueve el libre intercambio de bienes y servicios y exalta el sistema de libre competencia. Considera que el libre mercado es fuente de armonía económica entre los individuos y afirma que el gobierno debe proteger las vidas, las libertades y las propiedades de los ciudadanos.
La Ley es considerada su obra maestra. En ella explica el papel del Derecho en la sociedad y lo que denomina la expoliación legal.
Allí afirma que:
Cada uno de nosotros ha recibido ciertamente de la naturaleza, de Dios, el derecho de defender su personalidad, su libertad y su propiedad ya que son esos los tres elementos esenciales requeridos para conservar la vida, elementos que se complementan el uno al otro, sin que pueda concebirse uno sin el otro.
Define a la ley como la organización colectiva del derecho individual de legítima defensa. También en otro párrafo dice que la ley es la organización del derecho natural de legítima defensa.
Describe lo que llama la expoliación o despojo legal, cuando la ley quita a algunos lo que les pertenece. Afirma textualmente:
Cuando una porción de riqueza pasa sin su consentimiento y sin su compensación de aquel que la ha adquirido, a quien no la ha creado, ya sea por la fuerza o por el engaño, digo que hay ataque a la propiedad, produciéndose una expoliación o despojo.
Según Bastiat, el Estado es una gran máquina para robar la propiedad de algunas personas. Y también define al Estado como la ficción mediante la cual todos tratamos de vivir a expensas de los demás. Según el autor mediante la fuerza del Estado y las leyes se redistribuyen ingresos de los pobres hacia los ricos y las élites que controlan el Estado. Esta idea es original porque los socialistas generalmente dicen que el Estado redistribuye riqueza desde los ricos hacia los pobres, pero Bastiat nota exactamente el fenómeno contrario.
Bastiat alerta respecto de los riesgos de una fraternidad forzada que termina destruyendo la libertad:
Me es por completo imposible concebir la fraternidad forzada legalmente, sin que resulte la libertad legalmente destruida y la justicia legalmente pisoteada.
Textualmente escribió que la fraternidad es espontánea o no lo es. Decretarla es aniquilarla.
Y también afirma que el objeto de la ley no es servir para oprimir a las personas o expoliar la propiedad, aun con fines filantrópicos, cuanto que es su misión proteger la persona y la propiedad.
En fin, que Bastiat fue un gran defensor de la persona, la libertad individual y la propiedad. Asimismo, alerta sobre los riesgos de un socialismo entonces en ascenso, que él percibe como una amenaza para el individuo y la libertad.
Entre sus publicaciones se destacan: El Estado (1848), La Ley (1850) y también Justicia y Fraternidad (1848).
Promoviendo las ideas liberales realiza numerosos viajes por toda Francia hasta que contrae la tuberculosis. Trata, sin lograrlo, de curarse en Roma, donde finalmente fallece el 24 de diciembre de 1850.
Hoy día se le reconoce como uno de los grandes promotores y divulgadores del liberalismo durante el siglo XIX.