El colectivo de enfermería es un pilar básico de nuestra Sanidad. Su papel va más allá del cuidado del paciente y se adentra en aspectos como la promoción de la salud, la prevención o la divulgación. Su evolución ha contribuido a definir un nuevo rol, el de los cuidados de enfermería en unidades del sueño.
Hemos hablado de todo ello con Alejandro Pastor Campo, un enfermero especialista en sueño que defiende el papel de la enfermería en relación al sueño, tanto dentro de las unidades que se dedican a ello como fuera de las mismas.
¿Qué es una Unidad de Alteraciones del Sueño?
Como su nombre indica, es un servicio médico donde se estudian y tratan los problemas relacionados con el sueño, como por ejemplo el Síndrome de Apnea del Sueño, los ronquidos, todos los tipos de insomnio, el mal descanso nocturno, el sueño excesivo durante el día, el sonambulismo y otros trastornos del sueño.
Es una unidad formada por médicos especialistas, neurofisiólogos, enfermeros y técnicos, en la que colaboramos con otorrinolaringólogos, neumólogos, neurólogos, pediatras, cardiólogos, reumatólogos, psiquiatras, odontólogos y psicólogos.
Nuestras unidades del sueño, de la clínica del Dr. Estivill, son unidades de Medicina del Sueño, donde se tratan todas las alteraciones del sueño, y no de forma parcial como en otros centros.
Tras una primera visita con el especialista en alteraciones del sueño, y una vez realizada la entrevista al paciente, se valora la necesidad de realizar alguna prueba diagnóstica, para después llevar a cabo un seguimiento o tratamiento del problema del paciente.
¿Por qué decidiste hacerte enfermero especialista en sueño?
Me encanta que me preguntes esto, porque es algo que me suelen preguntar en mi día a día muchos pacientes e incluso compañeros de trabajo o profesión.
¿Cómo se llega a ser un enfermero especialista del sueño? En mi caso, acabé la carrera de enfermería y como muchos, pase por varios servicios de los cuales los que más me gustaban eran los servicios especiales: la UCI de adultos, de neonatal y urgencias.
Un día tuve la posibilidad de comenzar a trabajar en la Clínica del Sueño del Dr. Estivill. En ese momento, para mí el «sueño» era un gran desconocido, pero por la reputación que tenía la Clínica Estivill y por la calidad que pude ver en su equipo y los profesionales, decidí probar.
Poco a poco y según iba trabajando en la unidad del sueño, cada vez se despertaba mayor interés en mí en cuanto al sueño y su patología. Comencé a formarme en serio en este tema.
Primero hice un posgrado, luego un Máster en Medicina y Neurofisiología del Sueño, y luego decenas de cursos de psicología y de trastornos del sueño. Y el año pasado me examiné para el CEAMS (Comité de Acreditación de Medicina del Sueño).
En estos años mi puesto de trabajo dentro de la Clínica Estivill ha ido evolucionando, hasta el día de hoy que soy coordinador del Equipo Técnico y formador de Técnicos de Laboratorio del Sueño.
Eres experto en Técnicas de Laboratorio del Sueño por el Comité Español de Acreditación Medicina del Sueño (CEAMS) y actualmente coordinador de este curso-examen. ¿Qué es exactamente esta capacitación y qué tipo de perfiles se interesan por ella?
Tanto a nivel médico, de enfermería y técnicos la idea es ofrecer a los profesionales con una larga trayectoria en las unidades del sueño, una titulación «oficial» que se rige por los principios de acreditación de centros de medicina del sueño reconocidos por la European Sleep Research Society.
El pasado año se convocó el primer examen para enfermeros / técnicos y se les pide un mínimo de cinco años de experiencia trabajando en unidades del sueño.
Como en España no hay ningún título oficial que nos acredite, el Comité Español de Acreditación Medicina del Sueño (CEAMS), ha creado este título que nos da un soporte, un respaldo de cara a certificar que somos expertos en Medicina del Sueño, y dar valor a nuestra profesión y nuestra actividad laboral.
El curso- examen tiene dos modalidades, una para médicos y otra para enfermeros y técnicos.
Trabajas como Coordinador Enfermero en dos de las unidades del sueño del Dr. Estivill y tienes una larga trayectoria como enfermero. ¿En qué consiste tu trabajo diario?
A nivel de enfermería, en el mundo de la patología del sueño se pueden hacer diferentes cosas.
La actividad principal, la más básica es trabajar como técnico en la unidad del sueño realizando las pruebas diagnósticas.
En una unidad del sueño realizamos todas las pruebas diagnósticas que nos sirven para evaluar los diferentes problemas o trastornos relacionados con el sueño.
Las más frecuentes son la polisomnografía nocturna, el test de latencias múltiples y las poligrafías respiratorias.
Después de hacer las pruebas, nosotros somos los encargados de realizar su codificación.
Es decir, leemos esos registros para interpretarlos y dar unos resultados con los que el médico o el neurofisiólogo puedan valorar si hay patologías o no y qué tratamiento hay que aplicar.
Pero el papel de la enfermería es muy amplio, no se queda sólo en llevar a cabo las pruebas diagnósticas.
También podemos ser los encargados de realizar el seguimiento de los pacientes con insomnio, o que llevan tratamiento con CPAP para el Síndrome de Apnea, entre otras cosas.
A nivel hospitalario, sobre todo en los turnos de noche, es muy importante el papel de la enfermería porque somos quienes suministramos la medicación, los que entramos en la habitación del paciente para realizar la actividad que toque. Por ello, tenemos que ser los encargados de velar por un adecuado descanso del paciente.
Las actividades que podemos hacer para cuidar el sueño de nuestros pacientes ingresados, van desde vigilar el ruido que hay en las plantas del hospital, cuidar la temperatura para que sea adecuada o que no haya demasiada luz. Además, somos quienes podemos hablar con los médicos para que las medicaciones se pauten a ciertas horas para respetar el descanso de los pacientes.
Por ejemplo, no tiene sentido despertar a un paciente que está ingresado por una crisis hipertensiva a las cuatro de la mañana para darle una medicación. Estamos cortando su sueño y es un pilar fundamental para su recuperación.
Entiendo que tu trabajo vas más allá de los cuidados del paciente y en gran medida haces o hacéis una importante la labor divulgativa.
Claro, en enfermería la educación por la salud comunitaria es un pilar de nuestra profesión y tenemos un papel muy importante a la hora de hacer una buena difusión del sueño. Para ello, hay que incidir en la prevención y la promoción para la salud.
Teniendo en cuenta que el sueño es un pilar fundamental de nuestra salud, en enfermería, tanto en consulta de Atención Primaria como a nivel hospitalario, deberíamos preocuparnos por la calidad del sueño de nuestros pacientes.
Cuando un paciente acude a nuestra consulta siempre tomamos una serie de datos importantes, como su peso o hábitos alimenticios, pero también deberíamos preguntarle cómo duerme.
Para mí es esencial explicar las normas de la higiene del sueño, pero también podemos llevar la intervención enfermera más allá, realizando y explicando terapias cognitivas, métodos de relajación o fitoterapia.
También podemos hacer terapias grupales con pacientes que llevan CPAP. Les ayuda mucho a la hora de llevar el tratamiento en casa porque les da mucha tranquilidad. Saber cómo lo viven los demás y compartir siempre ayuda.
Son cosas que podemos hacer desde enfermería y no necesitamos de un médico, aunque no olvidemos que actualmente trabajamos como equipos multidisciplinares, y ello es lo que nos da la calidad como profesionales, equipo y como centro o clínica.
Y esa labor de divulgación, ¿se extiende a vuestros propios compañeros?
Sin duda, porque enfermeros expertos en Medicina del Sueño somos muy pocos aún y es nuestra labor explicar qué es el sueño y su importancia al resto de los profesionales.
En un centro de Atención Primaria no se suele tener en cuenta el sueño. Y sabemos que está relacionado con riesgo cardiovascular, con obesidad, diabetes, hipertensión…
Muchos de los problemas de salud de nuestros pacientes tienen su origen en el sueño. En enfermería de Atención Primaria es donde más contacto se tiene con el paciente y sería muy beneficioso que desde allí se llevara a cabo un primer cribado sobre los trastornos del sueño.
Hacer preguntas básicas como si un paciente duerme bien, si tiene somnolencia, si ronca o hace apneas es ya un modo de detectar un posible problema de sueño.
Así que, nuestra labor es también la de divulgar a nuestros compañeros, no sólo enfermeros, sino incluso otros profesionales que conforman el equipo.
Hay que tener en cuenta que la Medicina del Sueño no es una especialidad oficial del Ministerio [de Sanidad] en España y, muchos compañeros se sorprenden cuando descubren que existe la figura del enfermero del sueño.
Para muchos ha sido un descubrimiento muy positivo en el que han tenido mucho que ver las redes sociales. La divulgación en las redes sociales, en mi cuenta , ha facilitado que la información que escribo, o comparto llega a mucha gente, a compañeros y sobre todo a otros profesionales de la salud.
Trabajas en una unidad del sueño privada, ¿cuál es tu opinión de las unidades del sueño en la sanidad pública?
Nuestra forma de trabajar es diferente, pero al final realizamos exactamente el mismo trabajo.
Normalmente en la pública tienen una aparatología muy buena, a la que cuesta más acceder a los hospitales privados.
Pero en el caso de las unidades del sueño no es así. Sí es verdad que las unidades del sueño públicas, como tienen una gran demanda tienen que reducir las listas de espera, y muchas de ella optan por realizar a muchos de sus pacientes pruebas diagnósticas más simples, como la poligrafía.
En cambio, nosotros, en las unidades del sueño de Dr. Estivill, la poligrafía no es una de las pruebas que más realicemos, preferimos hacer siempre la polisomnografía nocturna, que es una prueba más completa.
El problema es que hay un gran número de pacientes, independientemente de si hablamos de pública o privada. Entre el 25% y el 30% por ciento de la población sufre problemas del sueño, y cada vez hay más conciencia por parte de la población de la importancia de tratar estos problemas.
Desde la medicina general y otras especialidades se conoce esta situación y se deriva a los pacientes a las unidades del sueño. La sobrecarga es importante y en algunos casos hay listas de espera de hasta dos años para hacer una prueba de sueño.
En muchos hospitales públicos de Madrid y Barcelona se llegan a hacer entre 7 y 8 pruebas por noche y evidentemente para ello, se necesitan más medios de todo tipo. Al final, esta carga de trabajo recae en los profesionales y la realidad es que un técnico como yo no puede tener más de 5 pacientes por noche, asumir más es imposible.
¿Cómo se decide qué pruebas hacer en cada momento?
Todos los protocolos dicen que la prueba gold standard, la más completa es la polisomnografía nocturna. Sin duda, es la más adecuada porque en ella se ponen sensores que controlan diferentes esferas del sueño, se ponen sensores de movimiento, electroencefalograma, electrocardiograma, respiratorios... y se recogen muchos más datos del sueño.
En función de la patología se puede ir variando. Si el paciente tiene epilepsia haremos un montaje de electroencefalograma mucho más completo para buscar esa epilepsia.
Si el paciente llega a la consulta con un perfil respiratorio muy claro y es un paciente joven, se le puede poner sólo una poligrafía. Ésta prueba nos sirve perfectamente para hacer un cribado de patologías respiratorias durante el sueño.
Por ejemplo, en el caso de sospecha de narcolepsia optamos por el test de latencias múltiples. Es una prueba diurna que consiste en una serie de siestas separadas en tiempo y en la que buscamos si el paciente duerme o no, y si entra en fase REM o no. Eso nos puede dar un diagnóstico de narcolepsia. Si el diagnóstico es dudoso, completamos con un electroencefalograma diurno o nocturno.
¿Las pruebas se realizan siempre en la unidad del sueño?
Hay dos maneras de hacer las pruebas. La polisomnografia nocturna se puede hacer a nivel hospitalario, con el paciente ingresado en la unidad y se puede hacer también domiciliaria.
Si la hacemos en el hospital es cierto que el paciente no está en su entorno habitual, no es su cama, ni es su almohada pero normalmente, aunque es una prueba aparatosa por la cantidad de sensores y electrodos que ponemos, al final la gente acaba durmiendo.
Como les cuesta dormirse más, el tema de la latencia del sueño se retrasa un poco.
Si lo que buscamos es saber si el paciente tiene o no apnea, con que duerma suficiente lo vemos. Sin embargo, si lo que estamos tratando es un problema de insomnio, es probable que sea más adecuado que haga la prueba en su casa, en su entorno habitual para que no extrañe tanto. Muchas veces, los estudios de insomnio empeoran si se hacen en el hospital.
Con el Síndrome de Piernas Inquietas da un poco igual, no es una patología que cambie en función de si hacemos la prueba o no en casa.
Algo importante es que cuando se la llevan a casa no les dejamos conducir, por ejemplo. Es una prueba muy completa y salen de la unidad con todos los sensores puestos, por lo que lo más aconsejable es que vayan a casa, cenen algo ligero y se acuesten.
El test de latencias múltiples no se puede hacer en casa porque es una prueba mucho más específica y neurológica y se hace siempre bajo la supervisión del técnico en el laboratorio del sueño, ya que la evaluación del resultado se debe hacer en el momento, porque de ellos dependerá la duración de la prueba.
La poligrafía se puede hacer en casa perfectamente, es una prueba muy sencilla en la que se ponen sólo tres sensores e incluso, se los puede poner el propio paciente cuando se lo explicamos.
Fomentar la higiene del sueño es muy importante en vuestra labor como profesionales de enfermería. ¿Es un concepto que resulta extraño a los pacientes?
Mi experiencia cuando le explico a los pacientes normas para tener una buena higiene del sueño es que son conceptos que ya conocían.
Son cosas que o bien habían visto en la tele o alguien les había comentado. Lo curioso es que cuando les pregunto si siguen estas pautas me dicen que no, porque «pensaban que era una tontería».
Necesitan que se les explique el porqué de cada norma, de otro modo suelen ser bastante incrédulos.
Hay un ejemplo que siempre pongo porque se da con frecuencia y es que, en la unidad del sueño muchos pacientes quieren hacer la prueba con la radio puesta, con la televisión…. y cuando les explicas el motivo por el que no pueden dormir con radio ni con televisión y les cuentas que los resultados van a verse alterados, entonces lo entienden perfectamente.
Cuando doy charlas de sueño sobre todo lo que me gusta es justificar estas normas de higiene del sueño. Es fácil enumerarlas pero si la persona que tiene que seguirlas no las entiende, no las llevarían a cabo porque no entenderá cuál es la razón para seguirlas.
¿Y en el caso de los niños?
La primera consideración es que los niños hacen lo que ven en casa. Para que un niño tenga una buena higiene del sueño los padres deben tenerla también. Si a tu hijo le estás intentando inculcar que no esté con la tablet, el móvil o la tele, no tiene sentido que te vea a ti en la cama viendo la tele.
Las pautas de la higiene del sueño hay que explicarlas siempre a los padres, tanto en el caso de los niños como en el de los adolescentes. A un adolescente también tienes que explicárselo a él y hacer hincapié en su importancia, porque tiene tendencia al pasotismo.
Hoy en día los adolescentes tienen un sueño de mala calidad, retrasado y muchas veces muy reducido en el tiempo. Por la edad, se tiene muy poca percepción de su importancia.
Y claro, teniendo en cuenta que están en edad escolar, un sueño de mala calidad afecta a su concentración y de igual manera afecta a la manera en la que fijan los conceptos, y evidentemente puede influir en sus estudios.
Además, estos adolescentes, algún día serán mayores y tendrán hijos y una buena educación en este sentido es primordial o el problema irá a más.
En enfermería los turnos rotatorios son frecuentes y resulta paradójico que un enfermero que cuida de la calidad del sueño descuide la calidad de su propio sueño. ¿Qué medidas se toman para paliar los efectos sobre el ritmo circadiano de los turnos en tu trabajo?
Desde enfermería es inevitable hacer turnos y guardias, en general es algo que afecta a toda la profesión sanitaria. En nuestra profesión está muy extendido el hacer guardias de 12, 14, 16, 24 horas, aparte de los trabajos a turnos.
Los trabajos a turnos, o en turno de noche, sin duda, afectan a nuestro sueño pero no es lo mismo dormir siempre en un mismo turno, que estar cambiando cada semana, cada 15 días o cada mes.
Por ejemplo, cuando un profesional trabaja por la noche siempre, puede llegar a alcanzar una mayor calidad de sueño que no el que trabaja a turnos, que va cambiando, y es peor para la salud.
El trabajo a turnos descontrola todo nuestro organismo, el sueño, la comida, el humor, la tensión y otras muchas cosas. Nuestro ritmo circadiano está hecho para que durmamos de noche e ir en contra de nuestros ritmos biológicos, a la larga acarrea serios problemas.
En mi caso tengo la gran suerte de que el doctor Estivill para esto es bastante estricto y yo trabajo siempre de noche. Así, mi horario para dormir es estable, siempre trabajo de noche, y siempre duermo de día. Evidentemente al dormir de día la calidad del sueño no es la misma, por la luz, el ruido… por todo los que nos rodea, vivimos en una sociedad que está montada de esta manera y eres tú el que va en contra de tu entorno.
Pero dormir siempre a las mismas horas ayuda a la calidad de sueño y, de hecho, es una medida de la higiene del sueño. Obviamente, lo preferible es dormir de noche, pero si no es posible, es importante que al menos nuestros horarios sean regulares.
Sobre Alejandro Pastor Campo
Diplomado en Enfermería, Posgrado en Trastornos del Sueño, Máster en Sueño: Fisiología y Medicina.
Experto en Técnicas de Laboratorio del Sueño por el Comité Español de Acreditación Medicina del Sueño (CEAMS).
Coordinador del Equipo Técnico y Responsable de los Estudios Polisomnográficos de la Unidad de Patología del Sueño Dr. Estivill, del Hospital Universitario General de Cataluña y del Hospital Quirón Valles.
Investigador colaborador en la Fundación Estivill Sueño.
Coordinador del Curso-Examen de Acreditación en Medicina del Sueño para Técnicos. (Comité Español de Acreditación en Medicina del Sueño).
Formador de Técnicos de Laboratorio del Sueño. Docente en Talleres de Insomnio e Higiene del Sueño. Miembro de la Sociedad Española de Sueño (SES). Autor en diversos estudios de Investigación en Sueño.