La animación ya no es solo cosa de niños y ya no pertenecen únicamente al ámbito televisivo. Atrás quedan los tiempos en los que Los Simpson, Padre de Familia y South Park eran las únicas series de animación de las que los adultos podían disfrutar. La animación para adultos está de moda y Netflix se ha percatado de ello.
Ya son muchas las series de animación que se pueden ver a través de la plataforma de streaming, algunas cosechando bastante éxito. Pero hay una que destaca entre las demás, porque a pesar de ser una serie para «adultos» no estaría de más que algún que otro preadolescente le echara un vistazo. Hablamos Big Mouth, una serie de televisión animada para adultos creada por Nick Kroll, Andrew Goldberg, Jennifer Flackett y Mark Levin y que se basa en las experiencias vividas por los creadores en los comienzos de su pubertad.
Big Mouth habla sobre los cambios que experimentamos todos en los primeros años de adolescencia, las hormonas, la menstruación y el despertar sexual entre los más jóvenes a través de las vivencias de sus protagonistas Nick Birch, Andrew Glouberman, Jessi Glasser y Jay Bilzerian.
En la primera temporada conocemos a todos estos personajes de lo más diversos: el joven Nick, preocupado porque parece no desarrollarse como el resto de sus amigos; Andrew, que se siente culpable por sus masturbaciones; y Jessi, que además de enfrentarse a los cambios de su cuerpo ve como también se desmorona su familia. A todos ellos hay que sumarles los monstruos de las hormonas Mourice y Connie, que son personajes clave en el desarrollo de las tramas y que además añaden un toque cómico e irreverente, que hace a la serie tan especial.
La serie tiene dos temporadas de diez episodios cada una. La segunda temporada se estrenó el pasado cinco de octubre y en esta segunda tanda de episodios se explora la culpabilidad y la vergüenza adolescente gracias a un nuevo personaje, El mago de la vergüenza. Además, en esta segunda temporada tenemos un episodio completo dedicado única y exclusivamente a la planificación familiar y a los métodos anticonceptivos, en el que además se hace alusión a las criticas que recibirán por la emisión del mismo.
Por todo esto y aunque Big Mouth está clasificado como animación para adultos, no estaría mal que los más jóvenes le echaran un vistazo porque entre los gags y los chistes hay numerosas lecciones que puede que preocupen a los pre adolescentes. Big Mouth enseña que los cambios en el cuerpo son normales, al igual que es normal sentir vergüenza o culpa ante algunos comportamientos, pero que no debemos dejarnos arrastrar por esos sentimientos, todo ello aderezado con números musicales de lo más divertidos.
Pero además de ello, en la serie se muestra como desde muy jóvenes las mujeres se tienen que enfrentar a el juicio de la sociedad por su físico y al doble rasero con el que se juzga a niños y niñas cuando uno de los protagonistas es considerado un héroe por tocar un pecho, pero la chica es considerada ‘fácil’ o ‘buscona’ por ese mismo acto.
Muchas enseñanzas en apenas veinte episodios que dejan con ganas de mucho más. Una serie de lo más recomendable sobre todo si quieres enseñar a tu hijo/a adolescente que es lo que está pasando con su cuerpo de una manera clara y sin tapujos y que además le sirva para reírse un poco.